El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, anunció que llamará a su rival y presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para mantener una reunión y hablar de su debate de investidura del próximo 26 de septiembre. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se mostró dispuesto a concretar el encuentro, aunque puso como condición que los populares pidan disculpas por los "insultos" y lo que consideran "constantes" faltas de respeto versadas durante la última legislatura y la campaña electoral.
Idas y vueltas
"Creemos que los dos grandes partidos tenemos una responsabilidad también suplementaria al del resto de formaciones políticas tendiente a buscar la estabilidad y la gobernabilidad del país", explicó desde Madrid el portavoz del comité electoral del PP, Borja Sémper. Con esta llamada Feijóo arrancará la ronda de contactos que va a mantener con todos los partidos con representación en el Congreso, salvo con los independentistas vascos de Bildu, que fueron excluidos porque el PP considera que siguen pensando que "matar tuvo una justificación política".
La vocera del socialismo, Pilar Alegría, pidió al PP que rectifique las "continuas" apelaciones al transfuguismo en las filas socialistas. "El PSOE merece respeto, nuestros votantes merecen respeto y por tanto, primero disculpas porque hemos vivido una legislatura donde se ha estado deslegitimando y se ha insultado al partido socialista día sí y día también", apuntó Alegría, quien dijo que su partido demostró siempre ser un partido "educado y con capacidad de diálogo y consenso".
Desde las filas socialistas señalaron que Sánchez acudirá a la reunión con Feijóo, aunque en un primer momento advirtieron que habría que convocar a la comisión Ejecutiva para tomar una decisión. Según fuentes del PSOE, mientras Feijóo permanece "atrincherado en la planta noble de la sede de Génova", enviará a las reuniones con los diferentes grupos políticos a terceras personas.
"Pretende que su investidura, además de fake, se realice por vía de personas interpuestas", reza un escrito del socialismo recogido por la agencia Europa Press. Los socialistas tachan esa actitud como un punto "revelador" de la "nula capacidad del candidato Feijóo para ser presidente del gobierno de España".
Por otra parte Sumar, socio en el gobierno del PSOE, acusó este lunes a Feijóo de no tener "ni principios ni palabra" luego de abrirse a dialogar con Junts por Catalunya (JxC), con lo que demuestra que "lo único que interesa" es "llegar al poder". En declaraciones a los medios, el vocero de Sumar, Ernest Urtasun, sostuvo que Feijóo está jugando "la peor partida" porque "ahora parece que quiere hablar" con los independentistas catalanes después de haber demonizado el diálogo llevado a cabo por el gobierno de coalición la pasada legislatura "durante toda la campaña electoral".
"Lo único que le interesa es llegar al poder a cualquier precio", enfatizó el portavoz de Sumar, que destacó una "grandísima confusión" dentro del PP por estas conversaciones. Esta actitud, para Urtasun, demuestra que el liderazgo de Feijóo dentro del PP es "cada vez más débil" y que se está "apagando" a pesar de sus "intentos" de trasladar "sus problemas a la sociedad española" con su intento de investidura.
Los números no cierran
Feijóo fue designado candidato a la investidura el martes pasado por el rey de España, Felipe VI, al ser la fuerza más votada en las elecciones de julio. Sin embargo el líder del PP debe alcanzar la mayoría absoluta, 176 de los 350 diputados, para ser investido en una primera votación. El PP cuenta con sus 137 escaños más los 33 del ultraderechista Vox y dos de partidos regionalistas, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria, que anunciaron su apoyo, con lo que suma 172, a cuatro de la ansiada mayoría.
En caso de no conseguir los votos necesarios en ese primer intento se celebrará una segunda votación 48 horas más tarde, en la que el candidato solo requerirá mayoría simple para ser designado presidente. Si Feijóo tampoco consiguiera la elección por mayoría simple, puede haber otras votaciones posteriores, lo que abriría la puerta a que se presente después a la investidura el presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez.
Sánchez argumenta que suma más apoyos que los conservadores ya que logró la presidencia del Congreso la semana pasada con los votos del socialismo, la coalición Sumar y fuerzas independentistas y nacionalistas catalanas, vascas y gallegas, hasta alcanzar los 178 escaños. Sin embargo algunas de estas formaciones advirtieron que no está garantizado que mantengan sus apoyos para investir a Sánchez. Si dos meses después de la primera votación no hay un presidente del gobierno elegido, se convocarían automáticamente nuevas elecciones en España.