Las consecuencias del escandaloso comportamiento de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el Mundial femenino siguen repercutiendo en su país.
El Secretario General de la RFEF, Andreu Camps, pidió la intervención de la UEFA dado los intentos del Gobierno español de inhabilitar a Rubiales de su cargo -ya fue suspendido por la FIFA por 90 días- pero el organismo europeo desistió de intervenir la Federación, lo que podría haber complicado la participación de clubes españoles en competiciones internacionales.
En tanto, este lunes también se reunieron los presidentes de Federaciones territoriales de la RFEF y solicitaron por unanimidad la dimisión de Rubiales "de manera inmediata".
La RFEF anunció en un comunicado los acuerdos alcanzados de forma unánime por los responsables autonómicos que incluyen también instar a Pedro Rocha, presidente interino tras la suspensión provisional a Rubiales, a "que se retire de inmediato la mencionada comunicación hecha en nombre de la Federación con FIFA y UEFA".
Por último, la madre de Rubiales inició una huelga de hambre en apoyo de su hijo en una iglesia, reclamando que Jenni Hermoso "diga la verdad" sobre el beso.
Ángeles Bejar, madre de Rubiales, comenzó su protesta en la parroquia de la Divina Pastora, en Granada, para apoyar al dirigente que el viernes se negó a renunciar durante una asamblea de la Federación y un día después fue suspendido por la FIFA.