"Dejá de juntar dólares y juntá votos. Tenés que ganar por la integridad del Mercosur. Es tu responsabilidad ganar", dijo Lula da Silva con voz firme y mirando fijo a los ojos al ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria Sergio Massa. Afuera se podía ver por las ventanas del despacho del brasilero --en el tercer piso del Palacio del Planalto, el edificio que en enero fue atacado por los fanáticos de Bolsonaro para intentar destituir a Lula-- como caía el sol y le daba a la escena un tinte de color rosa y anaranjado.
El presidente de Brasil, el segundo socio comercial de La Argentina, le hablaba a Massa como si fuese el padre. Lo agarraba de las manos, lo palmeaba y le preguntaba cosas que demostraban que el fundador del PT sigue el día a día de la política argentina. ¿Cómo explicás el resultado de las PASO?, le preguntó serio y le demostró preocupación por el triunfo del libertario Javier Milei, de quién viene hace meses mirando declaraciones, videos y discursos. "Está más loquito que Bolsonaro", fue la conclusión del brasilero, que diagnosticó que el triunfo de la derecha en la Argentina significaría "un retroceso de 40 años en América Latina". Massa, que lo escuchaba atento, le prometió a Lula que iba a dejar "hasta la última gota de sangre", para ganar esta elección.
Las preguntas, sin embargo, siguieron. "¿Están todos los de la coalición trabajando? ¿Saben todos la importancia de lo que tienen por delante?, le decía el Presidente de Brasil al candidato y empezó a realizar un punteo detallado: preguntó por la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; por el presidente, Alberto Fernández, por los gobernadores y por la CGT. La comitiva argentina lo escuchaba y se perdía en el portugués encendido de Lula. Pero Massa parecía entenderlo a la perfección: "Sí, Presidente. Están todos trabajando", le repetía. Después, en el avión, varios de los presentes bromeaban: "Lula parecía un puntero del conurbano bonaerense por el grado de detalle con el que preguntaba y pasaba lista".
"Hacé lo que tengas que hacer, pero ganá"
El presidente de Brasil le dijo a Massa que él había seguido de cerca "lo que pasó en las elecciones de 2015", en nuestro país, y que no tenía que volver a pasar lo mismo. "Hacé que se ordenen todos. Hacé lo que tengas que hacer, pero ganá", le repetía. En la comitiva argentina le explicaron que "ahora, a diferencia de 2015, hay un empoderamiento más importante de Sergio por parte de todos los sectores", marcando la diferencia con lo que pasó durante la candidatura de Daniel Scioli, también sentado en la mesa en su rol de embajador de la Argentina en Brasil, y también, se entiende, marcando la diferencia con lo que pasó durante el gobierno de Alberto Fernández.
Del lado argentino se sentaron en la mesa, además de Massa y Scioli; los secretarios de Industria, José Ignacio de Mendiguren; de Agricultura, Juan José Bahillo y la de Energía, Flavia Royón. Del lado brasilero el ministro de Economía, Fernando Haddad; el asesor especial de Lula, Celso Amorim; el canciller Mauro Vieira yun representante del Banco du Brasil.
Milei, Bolsonaro, Bullrich
Lula le hizo a Massa un resumen de la campaña anterior, con la que logró ganarle a Bolsonaro. Hablaron, por ejemplo, de cómo él se sacó el color rojo de la vestimenta y se puso el blanco --como un gesto simbólico-- y de los acuerdos estratégicos que hizo con distintos sectores y espacios políticos para ampliar la coalición y poder ganar. También le dijo a Massa que le enviaría personas de su equipo que lo ayudaron con la campaña "para frenar a la derecha", para que colaboren con los equipos de comunicación y estrategia de UxP. Por último, en la comitiva comentaban que más cerca de octubre podría haber un mensaje grabado de Lula en el que tome postura pública, hable de la importancia del Mercosur y los Brics, y del peligro que significaría el avance de la derecha en la región.
Además de las críticas a Milei --el candidato que apoya su principal contrincante, Jair Bolsonaro-- Lula se dedicó a cuestionar a la otra candidata de la oposición: Patricia Bullrich. Durante los últimos días escuchó los cuestionamientos que ella y su espacio hicieron a la incorporación de la Argentina al bloque de los BRICS --algo para lo que trabajó personalmente el brasilero-- y se preguntaba. ¿No saben cómo funciona? ¿No saben la importancia de que la Argentina se siente en la mesa del espacio representa el 24 por ciento del PBI global, el 16 por ciento de las exportaciones y el 15 por ciento de las importaciones mundiales de bienes y servicios? ¿no leen?. Celso Amorin consentía y reforzaba la postura del Presidente. "A la segunda vuelta van vos y Milei", opinaba confiado.
La preocupación por el fenómeno libertario no surgió ayer en la cabeza de Lula. Hace dos años en una reunión que Scioli tuvo con él en su casa, el brasilero se había interesado y le pidió al embajador que le mande un discurso de Milei. Le dijo que estaba estudiando esos fenómenos en la región y en el mundo y que le preocupaba el cambio tan grande en las sociedades durante el último tiempo. Scioli se lo envió y Lula le explicó que "no hay que renegar por la aparición de esos personajes, sino entenderlos".
Massa también está preocupado por el cambio cultural que trae aparejada la emergencia del discurso libertario y de personajes como Javier Milei. De hecho, también hace dos años, el día del cumpleaños del presidente Fernández en 2021, el ministro le regaló al mandatario el libro "A treinta días del poder", escrito en 1996 por el historiador estadounidense Henry Ashby Turner, que intenta explicar cuáles fueron las circunstancias que concurrieron en un determinado momento de la historia para que Adolf Hitler llegara al poder. "Hay una pérdida de poder de la política", repite preocupado a sus colaboradores y considera que "cuando pierde la política pierde el laburante".
Exportaciones, reservas, inversiones y BRICS
En otro tramo central de la charla entre la comitiva argentina y brasilera conversaron, por supuesto, del acuerdo al que habían llegado con la CAF, que será contragarante para el financiamiento de las exportaciones de Brasil a la Argentina por 600 millones de dólares, lo que le permitirá al país mantener activo el flujo de exportaciones e importaciones entre Argentina y Brasil sin tocar las reservas del Banco Central ni los yuanes. "Presidente, después de nueve meses le encontramos la solución a un problema", le dijo Massa.
También hablaron de la incorporación a los BRICS, del financiamiento y el avance del segundo tramo de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y de geopolítica. El brasilero dijo que Estados Unidos cuestiona la influencia de China en la región "pero en Brasil hace 40 años que no invierte en ninguna obra de infraestructura", y los demás funcionarios de la mesa opinaron que los árabes pueden ser buenos inversores en América Latina. Amorim, por ejemplo, fue uno de los que trajo el tema. Massa está trabajando para que muchos de esos países, como por ejemplo Qatar, puedan ingresar a la CAF. Eso se trataría en las reuniones que el organismo tiene pactadas para septiembre y diciembre, de las que podría participar Massa.