Luis Rubiales, presidente --ahora suspendido-- de la Real Federación Española de Fútbol, sigue empeñado en defender su imagen después del la ola de críticas que despertó el beso sin consentimiento que le dio a la jugadora de la selección Jenni Hermoso en la coronación del Mundial Femenino Australia-Nueva Zelanda. Esta semana, en un nuevo intento por justificarse y victimizarse, envió un video a la FIFA en el que se ve a las campeonas del mundo, entre ellas a Hermoso, bromear sobre lo ocurrido.
En el video, filmado dentro del micro donde las integrantes del plantel de la selección femenina de fútbol de España celebraban su consagración en la Copa del Mundo, se puede ver a Hermoso mostrando entre risas una imagen de su celular donde aparece una comparación entre dos fotos: por un lado, el beso que el arquero de la Selección de España, Iker Casillas, le dio a quien fue su pareja Sara Carbonero, durante una entrevista en el Mundial de Sudáfrica 2010 y, por el otro, el beso que Rubiales le dio a ella.
"Como Iker y Sara", se la escucha decir a la Hermoso, mientras el resto canta "campeonas, campeonas" y "beso, beso, beso".
Tras la difusión del video, que circuló en en redes sociales y diversos portales, referentes del feminismo salieron a criticar a Rubiales y le explicaron que lo que hiciera o no la futbolista Hermoso tras el beso no cambia el hecho de que "fue sin consentimiento" y tampoco la "desacredita", al tiempo que le recordaron que muchas personas que sufren violencia de este tipo demoran en procesar la situación que atravesaron.
"Ni reír ni llorar, bailar o dormir. Nada de lo que haga una mujer tras vivir una violencia sexual desacredita lo único importante: la ausencia de consentimiento. El argumento 'si estás bien es que en el fondo querías' es cultura de la violación. Y se acabó. Jenni, no estás sola", publicó la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, en su cuenta de Twitter.
"Nada de lo que hiciste después de la agresión cambia que fue sin consentimiento. Los intentos de desacreditar a la víctima perpetúan la violencia y son parte del sistema en el que se basa la impunidad. Se acabó", recordó, por su parte, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra.
Tras la ola de repudios y el video filtrado, ahora en la web circula otro video sobre el cual Rubiales intentará defenderse. Se trata de un festejo en el vestuario, en el que él y Hermoso simulan casarse.
"Me sentí vulnerable y víctima de una agresión machista"
La semana pasada, Hermoso compartió en sus redes sociales un comunicado sobre la situación en el que expuso al dirigente y aseguró que el beso no había sido consentido. "Aclaro que en ningún momento se produjo la conversación a la que el Señor Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido", sostuvo.
"La situación me provocó un shock por el contexto de celebración, y con el paso del tiempo y tras profundizar un poco más en esas primeras sensaciones, siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamiento no consentidos", continúa el revelador comunicado de Hermoso, que hasta ese momento se había mantenido al margen de las declaraciones públicas.
"Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente, no fui respetada", agregó la número 10 española y contó que ella y su familia venían siendo presionados por el entorno de Rubiales para hacer declaraciones en su favor.
El beso de Rubiales
La Selección española de Fútbol se consagró campeona en el Mundial Femenino de Fútbol, que se disputó en Nueva Zelanda y Australia. Sin embargo, el logro deportivo de esta selección pasó a un segundo plano a raíz de un polémico hecho ocurrido cuando las jugadoras recibían las medallas de campeonas: en medio de la alegría y los festejos por el campeonato del mundo, Luis Rubiales, tomó de la cara a la jugadora Jennifer Hermoso y le dio un beso en la boca sin consentimiento.
Las imágenes del gesto de Rubiales fueron transmitidas en vivo y en directo y recorrieron el mundo, cosechando numerosas críticas.
Lo que siguió, solo complicó las cosas. Rubiales dio una nota a un periodista español en la que el explicaba que la polémica por el beso que le había propinado a la jugadora le parecía "una idiotez", ya que todo se había dado "entre dos amigos celebrando".
Desde entonces, Rubiales solo ha intentado justificarse. En la misma línea, su madre, Ángeles Béjar, pidió que se termine la “cacería inhumana y sangrienta” contra su hijo y se encerró en una iglesia de la ciudad de Motril para dar inicio a una huelga de hambre.
Rubiales fue suspendido por la FIFA y quedó inhabilitado por 90 días para "cualquier competición mundial" por su conducta con la futbolista.
Este lunes, en tanto, la fiscalía de España anunció que investigará hechos que podrían constituir un delito de "abuso sexual" y reportó que espera un contacto de parte de Hermoso "en los próximos 15 días" para ser "informada de sus derechos de víctima" y "presentar denuncia" si es necesario.