David Lebón presentó en la sala Hoyts Abasto la primera parte de Herencia Lebón, una película de seis canciones (propias y de otros compositores), al cumplir 50 años como solista y antes de encarar una gira nacional que finalizará el 12 de noviembre en el Teatro Opera.
“En el escenario yo estoy en el medio del ruido pero no pienso cuando estoy tocando; parar el ruido externo es más fácil, te ponés dos tapones y listo, pero ¿cómo parás el ruido interno? La cabeza tiene miedo a morirse, la música me enseñó eso y me llevó al lugar correcto, ‘con los ojos cerrados te ves mejor’”, dijo el cantante y guitarrista de 70 años, citando un verso de “Parado en el medio de la vida” de su época en Serú Girán.
Se cumple medio siglo desde que Lebón lanzó su primer álbum solista, luego de haber participado en los discos Pappo´s Blues Vol. 1, La Pesada del Rock and Roll, Color Humano I y Pescado Rabioso 2, y celebra este aniversario con esta película musical.
Emocionado y de muy buen humor, el compositor, guitarrista y cantante mostró las seis piezas que componen Herencia Lebón, integrado por tres canciones eléctricas recientemente lanzadas, y tres acústicas que a partir del 15 de septiembre estarán disponibles en todas las plataformas. Como al pasar, indicó que trabaja además en dos discos, uno en inglés y otro en castellano.
Ante la presencia de los músicos que lo acompañan en esta nueva aventura, otros que participaron en calidad de invitados como Baltasar Comotto, figuras como Kevin Johansen, Marcela Morelo y Mavi Díaz y medios de prensa, se exhibió desde la pantalla gigante el material.
Como una suerte de recital, registrado en un estudio del barrio de Almagro, la película comenzó con una descomunal versión de “Noche de perros”, clásico de Serú Girán, y siguió con “Sin vos voy a estallar”, de su álbum El tiempo es veloz (1982); una poderosa versión de “Despiértate Nena”, de Pescado Rabioso, con el virtuoso Comotto como invitado, quien además canta parte del tema; un "Desarma y sangra" tan emotivo que el mismo Lebón se larga a llorar al final; "Mundo agradable", de Seru 92, coloreado por un notable arreglo de arpa; y un final con David solo interpretando "Blackbird" de The Beatles. La afilada banda está integrada por Leandro Bulacio en coros y teclados, Roberto Seitz en bajo, coros y contrabajo, Dhani Ferrón en guitarra y coros, Daniel Colombres en batería y Gustavo Lozano en guitarra y coros.
“Yo no sé si son los años o qué, pero empecé a ser muy cariñoso con todos, así son cariñosos conmigo. La verdad es que amo al público argentino, a los periodistas argentinos y a los niños de acá, porque eso es lo que me dio un país que costó tanto, desde que soy chiquito escucho quejas de mis viejos, de mis abuelos, de todos, pero yo disfruté muchísimo”, indicó Lebón en una charla que mantuvo con Eleonora Pérez Caressi y que fue compartida con los presentes.
Consultado acerca de quienes considera que tomaron su legado, el guitarrista respondió: “Todos tienen sus cosas, son años de genética para hacerte a vos solo, y le hablo a mi corazón y a tu corazón, y es muy increíble lo que pasa con nosotros y con el tiempo que vamos a estamos acá, lo tenemos que disfrutar, tenemos que ir para adentro, basta de ir para afuera, ya estoy libre de la cosa material. Después vendrá el último desapego que es el cuerpo y yo sé a dónde voy, vuelvo a casa y sé que dejé mucho en muchos chicos, porque van muchos chicos jóvenes a ver los conciertos míos, de la banda”.
Lebón contó además que sus maestros fueron aquellos que escuchaba en la radio cuando era joven, tiempos en los que vivió en Estados Unidos (desde los ocho años hasta los 17), entre lo que se cuentan Jimi Hendrix, Eric Clapton, Aretha Franklin, Bonnie Raitt, George Michael, Elton John y Luis Alberto Spinetta.
La gira comenzará el 26 de octubre en Córdoba (Quality Arena) y continuará el 28 en Rosario (Teatro Astengo), el 2 de noviembre en San Juan (Auditorio Juan Victoria), el 3 en Mendoza (Teatro Bustelo) y el 12 de noviembre en el Opera, donde repasará gran parte de su carrera con grandes canciones. Acerca de cuál es la herencia que le gustaría dejar, el músico respondió: “No sé si lo voy a llegar a ver, pero un mundo feliz, que estén todos volados, todos bien, todos con plata, contentos, abrazándose por la calle, en mi época era más o menos así”.