El hospital provincial Petrona V. de Cordero, ubicado en el municipio de San Fernando, volvió a ser noticia al sumar una nueva prestación. Allí se realizó el primer procedimiento cardíaco de electrofisiología, una especialidad de la cardiología que resuelve las patologías arrítmicas de forma menos invasiva, es una rama compleja de encontrar dentro del sector público que consta de la introducción de un catéter por una vena, que llega hasta el corazón y quema el haz de fibras eléctricas que produce alteraciones en el ritmo cardíaco.
Este avance permitirá que más de 3 millones de personas no deban ser derivadas para tratarse la patología en cuestión. En la provincia de Buenos Aires, son solo diez hospitales los que cuentan con un consultorio de electrofisiología, donde la complejidad de sus intervenciones está condicionada según el nivel del equipamiento y la experticie profesional.
El Petrona V. de Cordero es un hospital interzonal de alta complejidad que pertenece a la Región Sanitaria V, la segunda más importante dentro del mapa sanitario, ya que está compuesta por trece municipios: San Fernando, Campana, Escobar, Exaltación de la Cruz, General San Martín, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Pilar, San Isidro, San Miguel, Tigre, Vicente López, y Zárate. En él se realizan cirugías cardíacas y cuenta con uno de los servicios más grande de neurocirugía, compuesto por 12 especialistas. Oficia como centro de derivación neuroquirúrgico para tumores cerebrales, aneurismas, cirugías de columnas y demás.
El hospital cuenta históricamente con una importante infraestructura, pero lo que faltaba eran profesionales. Por ese motivo, la jefa de cardiología Yenifers Torres se contactó con el electrofisiólogo Alejandro Villamil, un referente en el procedimiento que empezó a trabajar allí meses atrás, y consumó el primer procedimiento.
El mes pasado, el nombre del Petrona V. de Cordero recorrió todos los portales informativos ya que realizó allí, por primera vez, una operación cerebral con la paciente despierta, mundialmente conocida como "awake surgery". Mientras removían un tumor, que estaba ubicado entre el área del lenguaje y el brazo derecho, los especialistas dialogaban con la joven de 22 años para identificar y preservar las áreas funcionales primarias más importantes, como el lenguaje, el movimiento y la visión. Esta técnica de despertar intraoperatoria, que representa una alta complejidad, se realiza en diversas instituciones del país y permite una mayor sutileza a la hora de la intervención, ya que genera que el paciente no sufra ningún daño evitable.
BuenosAires/12 dialoga con Juan Delle Done, director ejecutivo del Cordero de San Fernando, destacó la importancia de la nueva prestación que beneficiará a los pacientes con arritmias y advirtió que "el procedimiento es mínimamente invasivo", sobre todo cuando lo contrapone con el tratamiento normal basado en pastillas y medicamentos. "Las arritmias se generan cuando el corazón tiene una falla en el sistema eléctrico, lo que ocasiona irregularidad en sus latidos, una vez que se quema esa falla es como un cable en cortocircuito, que cuando lo excluís del circuito, solucionás el resto automáticamente", detalla el director, que señala que la paciente intervenida cortó con un problema de años y volvió a su casa a las pocas horas.
Se habla de "un servicio muy difícil de encontrar" porque no son muchos los especialistas en electrofisiología. Estos son estudiantes que se reciben de médicos, se especializan en cardiología, y recién ahí hacen la formación electrofisiológica, que dura entre tres y cuatro años, y es realizada mayormente en el exterior. "En Argentina hay, pero es una subespecialidad que requiere cierta complejidad para llevarla adelante, ya que se necesita un quirófano, equipos de arco en C, personal entrenado, equipamiento e infraestructura", describe pero celebra que, de a poco, los hospitales provinciales empezaron a incorporar especialistas en electrofisiología.
Delle Done también destaca el trabajo que viene llevando a cabo el gobierno provincial para acelerar la incorporación de especialistas. "Es un tema complejo, porque hoy estamos en todo el mundo con una crisis por una falta de pediatras y clínicos, casi todos los chicos que se reciben, quizás hacen una residencia en Pediatría, pero es tan amplia la variedad de opciones que después terminan subespecializándose", describe y agrega: "Arrancan con Pediatría, pero terminan con infectología pediátrica, endocrinología pediátrica o cardiología pediátrica, lo hacen por un tema económico, ya que ganas más un subespecialista que un médico general".
"Estas son las contras de la tecnología, cada vez tenes que irte más al detalle y hay pocos generales, es cada vez más finito, está el cirujano de tórax, el de estómago, hígado, abdomen, cuello y demás, cada vez son menos los cirujanos generales", señala.
El director ejecutivo, que está especializado en cirugía general, ocupa el cargo de director desde enero del 2020, pero hizo toda su carrera en el hospital Cordero. Luego de recibirse en 2005, hizo la residencia en cirugía, fue jefe de residentes, médico de planta, jefe de guardias e integró la Jefatura de Cirugía, hasta llegar a director ejecutivo.
Desde ese lugar, celebra los avances en las instituciones públicas le generar y destaca el rol del Estado en esa tarea. "Los grandes cirujanos, los grandes pediatras y clínicos, lo más grandes del país tuvieron y tienen su lugar en un hospital público", destaca. "En los hospitales te formás, hacés escuela, presentás trabajos, llevás adelante proyectos, tenés un abanico de posibilidades que estamos tratando que se vuelva a entender como un atractivo", afirma.
Delle Done conoce al detalle la institución y sus trabajadores. Por eso destaca que, al asumir en 2020, mantuvo dos líneas directrices: mejorar la calidad de atención a la gente y mejorar la calidad para los trabajadores del hospital. "No podes tener hospitales en malas condiciones y pretender que la gente trabaje bien, por eso hicimos un trabajo que fue desde el Ministerio de Salud hasta los hospitales con el objetico de mejorar el sistema público a través de una mejor calidad de atención". "Que los pacientes sean tratados dignamente, que no tengan que esperar en una sala con una pared rota, con humedad, o una mancha de sangre en una mesa. Es indispensable el laburo humano con todas las comisiones y comités de violencia, para que no exista más la violencia institucional", destaca el director.
Al inicio de su gestión, recuerda, el hospital acarreaba el "abandono de la gestión de María Eugenia Vidal", con un equipo que no llegaba a 700 trabajadores, con sólo 2 ambulancieros, que trabajaban tres días cada uno. En el detalle, avanza contando que la institución tenía 8 camilleros y 19 personas de limpieza. "Lo único que recibíamos eran escraches en redes sociales por el desorden y la mugre", dice y agrega que al no haber cuidadores, las internaciones eran "zonas de robo constante". Cuatro años después, el Cordero de San Fernando supera los mil trabajadores, cuenta con 7 ambulancieros, 28 camilleros y una empresa terciarizada le brinda 67 personas para la limpieza del edificio, y "sobran los cuidadores de internación".