Los teléfonos suenan, las propuestas circulan y las discusiones internas se intensifican: el debate en torno a la reforma de la Ley de Alquileres entró en modo deliberativo en el Senado de la Nación. Una cosa es segura y es que Juntos por el Cambio, que aspiraba a sancionar rápidamente el proyecto aprobado en Diputados, no cuenta aún con el número para llevarlo al recinto. Las fuerzas provinciales, con las que JxC planeaba llegar a un acuerdo que le permitiera sortear las trabas del Frente de Todos, comenzaron a exigir modificaciones. Lo mismo pretende el FdT, que se muestra dispuesto a acompañar una reforma de la ley actual pero no tal como salió de Diputados. Son horas de negociaciones intensas, presionadas por un contexto electoral que demanda una respuesta a la crisis habitacional que está afectando a millones de inquilinos y que fuerza a los distintos sectores a intentar consensuar una propuesta común. El debate, sin embargo, ya comenzó a dilatarse, y la reunión de comisión que iba a realizarse el jueves se pasó para la semana siguiente. 

No queda mucho tiempo. La premisa está clara tanto en las filas de JxC, como en las del FdT y los bloques del medio. Por un lado, la situación agobiante de los inquilinos que deben vérsela con una drástica contracción de la oferta de viviendas en alquiler, que deriva en precios por las nubes (y, muchas veces, en dólares). Por el otro, la situación de incertidumbre que dejó la media sanción en Diputados la semana pasada, con contratos paralizados y cámaras inmobiliarias haciendo lobby contra la ley vigente. No hay margen para planchar la reforma y todos los bloques que componen el Senado pronostican que en septiembre saldrá una nueva ley. Qué es lo que dirá esa ley es lo que no está del todo claro.

Juntos por el Cambio sostiene el proyecto de reforma que viene de Diputados que reduce de tres a dos años la duración de los contratos y deja librado a un “acuerdo entre las partes” el monto de los aumentos, que podrán darse dentro de un plazo mínimo de cuatro meses (y no de un año, como sostiene la ley actual). Cuando el proyecto llegó al Senado, el interbloque opositor fantaseó con que podría trasladar el gran acuerdo opositor que había logrado en Diputados a la Cámara alta, pero se dio de frente con otra realidad: las fuerzas provinciales también querían proponer sus modificaciones al proyecto original. No solo el FdT.

El foco de atención estuvo siempre en la actitud que adoptaría Unidad Federal, el bloque creado a principio de año que incluye a cuatro exsenadores oficialistas -- Guillermo Snopek, Edgardo Kueider, Eugenia Catalfamo y "Camau" Espínola-- y a la cordobesa Alejandra Vigo. JxC tenía la expectativa de poder seducir a Vigo, Kueider, "Camau" y al rionegrino Alberto Weretilneck (hoy gobernador electo), de modo de poder llegar al mágico número de 37 senadores para el quórum. Cuando comenzó el debate en comisiones el martes, sin embargo, quedó en claro que tanto Weretilneck como el bloque Unidad Federal tenían sus propios planes. 

Weretilneck, por ejemplo, está de acuerdo con bajar a dos años la duración de los contratos, pero reclama que la actualización sea semestral y que el aumento se establezca en base al índice de actualización del salario. En Unidad Federal, mientras tanto, algunas voces proponen dejar los tres años de duración y que la actualización se haga cada seis u ocho meses con un índice preestablecido. Todavía se está discutiendo, ya que, al igual que en el FdT, no hay una postura uniforme al interior del bloque. "Vamos a proponer un dictamen que sea equilibrado, que sirva para destrabar la oferta pero que no sea a costa de los inquilinos", indicó un senador peronista que integra Unidad Federal. El teléfono está abierto y las conversaciones con senadores cambiemitas y del FdT son recurrentes. 

El interbloque frentetodista, mientras tanto, no tiene tampoco una postura uniforme. Algunas senadoras, como Juliana Di Tullio, reclaman volver a los tres años y una actualización semestral, pero admite que se incluya los beneficios fiscales para propietarios de más de dos viviendas. Anabel Fernández Sagasti, mientras tanto, ha insistido en eliminar la posibilidad de hacer pagos por adelantado a pedido del locatario, aunque ha deslizado --en negociaciones con JxC-- que podría acordar en los dos años de contrato. Ambas reclaman, además, el tratamiento de un proyecto que regule los alquileres temporarios, que comenzará a tratarse este jueves. En la vereda opuesta, en cambio, el misionero Maurice Closs propuso llevar la actualización a tres meses y que el ajuste del valor del alquiler se estableciera por la variación del dólar o el IPC. A modo de contestación a esta propuesta, la organización Inquilinos Agrupados lo escrachó publicando el listado de 22 inmuebles declarados que tiene en el país. "Un pobre jubiladito que tiene unos departamentos en alquiler", ironizaron en las redes sociales.

El objetivo del oficialismo, además de terminar de consensuar internamente una única propuesta, es intentar arribar a algún tipo de acuerdo con la oposición y sacar un único dictamen. "Se mandaron una cagada con esa media sanción, que ellos mismos reconocen que no es buena. Cuando se enteren los comerciantes de que a ellos también les bajaron a dos años el plazo del alquiler los van a querer salir a matar", sostuvo una senadora peronista, y acotó: "Para ellos es negocio negociar con nosotros". El panorama en la Cámara alta en los últimos meses, sin embargo, no ha sido muy proclive a los consensos entre el oficialismo y JxC: el último intento de sesión (en julio) se cayó por falta de quórum y la actividad en comisiones ha sido prácticamente nula en el año. 

Algo cambió, sin embargo, luego de las PASO. Y es el temor que generó, tanto en JxC como en el FdT, el triunfo de Javier Milei. No son pocos los senadores que, en ambos interbloques, reconocen que hay que ofrecer una respuesta política frente al discurso "los políticos son todos unos chantas" de la ola libertaria. Unidos por el espanto, varios han amagado con empezar a acercar posiciones, mientras otros se mantienen más intransigentes. El debate oficial se reanudará el próximo miércoles con la presencia de representantes de cámaras de propietarios, inquilinos e inmobiliarias, pero las negociaciones ya comenzaron.