A esta altura, un cruce entre Boca y Palmeiras por Copa Libertadores ya se puede considerar un clásico. Animadores protagónicos del tradicional certamen, el choque de las semifinales será un duelo entre dos viejos conocidos, con máximas aspiraciones.
El conjunto brasileño terminó la fase de grupos como el mejor de todos los primeros y en los octavos de final eliminó a un complicado Atlético Mineiro (1-0 en el global) y en cuartos se sacó fácilmente de encima a Deportivo Pereira (4-0). Es por eso que se espera una llave complicada para Boca, con definición en el Parque Antártica (4/10) tras la ida en La Bombonera (27/9).
Palmeiras usa un sistema de 4-2-3-1 con Rony como punta ofensiva -en el banco suele estar José López (exLanús)- y en el fondo su capitán es el paraguayo Gustavo Gómez, con pasado también en el "Granate" y pretendido hace poco por Al-Ittihad de Arabia Saudita, pero que no se marchó por pedido expreso del DT portugués, Abel Ferreira.
La llegada de Ferreira desde octubre del 2020 le dio un salto de calidad a Palmeiras, al punto que en esa misma temporada obtuvo la Copa Libertadores contra Santos y repitió año siguiente frente al todopoderoso Flamengo. De hecho esta será la quinta semifinal en las últimas seis ediciones, ya que solamente no llegó a esta instancia en la edición 2019.
Ferreira, de 45 años, es un entrenador de alto perfil con una larga carrera hasta estar en la cima. Como futbolista pasó por Vitoria Guimaraes, Sporting Braga y el Sporting de Lisboa en su país hasta que una dura lesión le cortó su camino en ese rol con apenas 32 años. A partir de ahí, Ferreira inició su camino en las formativas de Sporting Lisboa y luego pasó a Braga. Sus enormes resultados como formador lo catapultaron al primer equipo de Braga en el 2017, donde sacó 25 victorias en 35 partidos y y lo llevó a la cuarta colocación del torneo portugués, clasificado a la Europa League.
Ferreira emigró del Sporting Braga de Portugal al PAOK Salónica de Grecia, donde fue subcampeón en la temporada 2019/20 por detrás del Olympiacos y se marchó a fin de esa temporada luego de haber dirigido 57 partidos en el conjunto griego.
"Vivo el fútbol de una forma intensa y apasionada. Prometo que voy a esforzarme para portarme mejor. Me gusta aprender y todos los días quiero ser un mejor entrenador”, dijo hace poco cuando los hinchas de Palmeiras le criticaron su forma defensiva de asumir el fútbol y hasta lo compararon con José Mourinho, de quien Ferreira es admirador.
Otro de los pilares es Gustavo Gómez, pretendido en varios mercados de pases por Boca, que se quedó porque tanto Ferreira como el club no quisieron dejarlo ir a Arabia Saudita debido a su capacidad de liderazgo en el vestuario. El buen fútbol lo ponen Rony, Raphael Veiga y Artur -reemplazante natural de una de las figuras lesionadas como lo es Dudú-.
El último equipo que plantó Ferreira ante Pereira en la ida, ya que luego puso un alternativo, fue Weverton; Marcos Rocha, Gómez, Murilo Cerqueira y Joaquín Piquerez; Gabriel Menino y Zé Rafael; Mayke, Raphael Veiga, Dudú (lo reemplazó Artur); Rony. Además, en el banco de suplentes tiene a Endrick, la joya de 17 años comprada por Real Madrid de España de cara a la próxima temporada en 35 millones de euros.
"No tengo ansiedad ni estoy enfadado por no jugar. Tuve una conversación con Abel y él me tranquilizó. No tengo ansiedad por jugar o no jugar. Él me dice que lo importante es trabajar", declaró Endrick en diálogo con la prensa local.
Palmeiras tiene orden en la última línea, al punto que en la Libertadores recibió apenas seis goles en 10 encuentros -ninguno en la fase eliminatoria- y perdió solamente con Bolívar en La Paz (3-1) en la primera fecha del Grupo C, donde obtuvo con 15 unidades.
En relación a los antecedentes cercanos en el mata-mata, Palmeiras sufrió siempre que tuvo a Boca enfrente con los recordados duelos de la final del 2000 y las semifinales del 2001, en las que el "Xeneize" se impuso en penales; y 2018 en un global de 4-2, con un Darío Benedetto indetenible. En total, se vieron las caras en 10 ocasiones, con dos victorias por lado y seis empates. Ahora volverán a cruzarse, con una final en el Maracaná como premio para el vencedor.