Mariano Barbieri caminaba el miércoles por el parque Tres de Febrero, cerca del Jardín Japonés y en el corazón de Palermo, cuando fue increpado un ladrón que lo apuñaló para robarle el celular. Barbieri, de 42 años, caminó hasta una heladería cuando se desplomó por el desangrado. Al día siguiente, una cámara de televisión encontró lo que parece ser el arma homicida y la excusa policial fue que el hallazgo no lo realizaron los efectivos porteños "porque era de noche y es un parque muy grande". En medio de estos episodios, una de las palabras más esperadas era la de Eugenio Burzaco, ministro de Seguridad porteño, pero nunca llegó. Y difícilmente llegue a la brevedad ya que el funcionario del PRO se encuentra en Estados Unidos, disfrutando el mejor tenis del US Open.
La presencia de Burzaco en Nueva York se supo por un mero video, porque ni el ministro lo comunicó ni tampoco desde Seguridad publicaron alguna agenda institucional que justifique el viaje del sucesor de Marcelo D'Alessandro, el antiguo ministro que quedó en el centro de la escena por su viaje del Lawfare y sus chats con el vocero del presidente de la Corte Suprema. Uno de los asistentes del mismo partido que Burzaco lo registró, mientras el ministro aplaudía el último punto de un partido en la cancha alternativa del Billie Jean King National Tennis Center.
"El ministro de Seguridad asumió hace unos meses, está de vacaciones en EEUU y ahora mataron una persona, me parece que tiene que renunciar", dijo Leonardo Santoro, candidato a jefe de Gobierno por Unión por la Patria.
En tanto, quien sí apareció para mencionar la muerte de Barbieri fue el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “[Es algo] durísimo. Primero: mis saludos y condolencias a la familia. Es una situación realmente espantosa, durísimo, y la inseguridad es una pelea de todos los días”, dijo el alcalde en una entrevista con radio Mitre, aunque no se refirió al viaje de Burzaco ni en ningún momento fue interrogado por esa cuestión. Algunos medios dicen que tras la muerte de Barbieri, Larreta le pidió que regresase de inmediato para Argentina.
Burzaco asumió hace menos de seis meses, cuando se consumó la salida de D'Alessandro, asediado por los mensajes filtrados -entre ellos, con un empresario que tenía la concesión de las grúas porteñas- y Larreta insistía con la campaña de Seguridad en la Ciudad. El exjefe de Policía dijo que su gestión tendría dos ejes centrales: la llegada de las Táser y multas para aquellos que corten calles. Y ese menú represivo se observó durante el accionar de la Policía porteña el pasado diez de agosto, cuando tras la represión policial en el Obelisco murió Facundo Molares, militante que marchaba en el centro porteño.