Si la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) hubiera actuado el año pasado como lo hacía durante el gobierno de Cambiemos, se podría haber abortado antes el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. Esa frase consta en el escrito que presentó la defensa de Mauricio Macri para pedir que confirmen su sobreseimiento en la causa por el espionaje a los familiares del ARA San Juan, el submarino que se hundió en 2017. La mención al atentado que sufrió hace un año la vicepresidenta fue tomada como una provocación por las querellas. “Es una chicana. El espionaje que sufrieron las familias no tuvo nada que ver con la seguridad del Presidente ni con la seguridad interior. Ninguno de ellos ponían a nadie en peligro, menos aún yendo a una misa”, le dijo a Página/12 el diputado Leopoldo Moreau, presidente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia (CBI).

El miércoles hubo una audiencia en Casación para definir la situación de Macri y el resto de los imputados en la investigación sobre el espionaje a los parientes del ARA San Juan. El abogado defensor del expresidente, Pablo Lanusse, no estuvo presente en los tribunales de Comodoro Py, pero dejó esa presentación que cayó mal entre quienes son víctimas en la causa.

En el expediente, la principal discusión pasa por definir si la AFI podía vigilar y recopilar información de un grupo de familiares que reclamaban saber qué había pasado con el buque de la Armada Argentina en el que estaban sus parientes. La explicación que dio el macrismo era que la AFI hacía la “avanzada” antes de la visita de Macri a un lugar y que, en ese marco, reunía información sobre potenciales peligros.

La AFI ya no tiene esa facultad –por decisión del presidente Alberto Fernández. “De todos modos, no lo hacía antes con los vicepresidentes, por lo que dice Lanusse no es cierto”, explicó un funcionario que conoce cómo se maneja la relación entre la AFI y la Casa Militar –el organismo encargado de la seguridad del Presidente–.

“Si la AFI hubiera actuado como lo hizo durante el macrismo, haciendo inteligencia ilegal sobre Cristina, esto, en realidad, podría haber sido utilizado para atentar contra ella y no para prevenir nada”, denuncia Moreau. Durante la era Cambiemos, la AFI apostó hombres y autos a la salida de la casa de CFK y en la puerta del Instituto Patria, donde tenía sus oficinas. Para encubrir esa vigilancia –especialmente después de que fue detectado un auto de la exSIDE–, la gestión de Gustavo Arribas dijo que estaba haciendo tareas para prevenir un supuesto atentado sobre el que nada le había informado a la expresidenta ni a su custodia.

“El párrafo de la defensa técnica de Macri que dice que aquella AFI plenipotenciaria del macrismo hubiera ‘abortado con antelación’ el atentado contra CFK suena a un macabro alardeo de los beneficios que brinda el espionaje”, afirma, por su parte, la abogada querellante Valeria Carreras. “Eso torna grave ese postulado”, completa Carreras.

Luis Tagliapietra, abogado querellante y padre de un submarinista que fue víctima del hundimiento, también repudió la comparación. “Nos compara miserablemente y vilmente con la llamada ‘banda de los copitos’ que atentó contra la vida de la vicepresidenta”, dice Tagliapietra. “Nada más vil que ponernos a ese nivel, siendo personas dolientes que perdimos a nuestros queridos en cumplimiento del deber y en defensa de la nación a órdenes del entonces Presidente”.

La Sala II de la Casación –integrada en este caso por Guillermo Yacobucci, Ángela Ledesma y Mariano Borinsky– deberá evaluar la presentación de Macri y la del resto de las partes. Se espera que haya un pronunciamiento en el plazo de un mes.

Las causas por espionaje durante el macrismo vienen de golpe en golpe. Semanas atrás, el juez Marcelo Martínez de Giorgi sobreseyó a todos los funcionarios del Servicio Penitenciario Federal (SPF) acusados por espiar a los presos kirchneristas. La Cámara Federal porteña anuló esta semana todos los procesamientos en la causa por la llamada “Gestapo antisindical”. Es el mismo tribunal que sobreseyó a Macri en la causa del ARA San Juan y antes había convalidado la teoría de los espías cuentapropistas --que actuaban en función de sus propios intereses y no siguiendo órdenes de sus superiores.

Para Moreau es parte de una decisión de voltear esos expedientes. “Como hubo un plan sistemático de espionaje ilegal, ahora hay otro para borrar todas las causas sobre esos hechos”.