Victor Hugo Morales hizo un sentido editorial a un año del atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y explicó la trama detrás del encubrimiento y reflexionó acerca de cómo hubiese sido el año que pasó si el magnicidio se concretaba.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Un año. Un año ya. La primera sensación es que uno no entendía lo que había pasado. No podía creerlo cuando, pasadas las primeras imágenes, uno iba desglosando la noticia y comprendiendo el hecho, entra en un asombro que a mí todavía no se me fue.
Dos asombros: que lo hiciera y que les saliera mal. Un año y nada. "Justicia", en Argentina, es una palabra vacía.
La impunidad
Vamos a olvidarnos, por un momento, de quién se trata. No digamos Cristina Fernández de Kirchner. Digamos vicepresidenta y dos veces presidenta, senadora, diputada.
Ahora pensemos en el atentado contra ella. Un verdadero magnicidio. ¿A quién ese le puede ocurrir, que puede permanecer impune?
Los nombres que hay dando vuelta
Los nombres que hay dando vuelta. Pensemos los nombres.
Patricia Bullrich, candidata a presidenta, borró los celulares de gente comprometida y nunca repudió el hecho. Y dijo, a 'mí no me van a obligar'.
Gerardo Milman, borró su celular, adelantó el atentado, pidió informes sobre la guardia de Cristina y pidió estar atentos porque podía haber un autoatendado de CFK.
Milman, otra vez, financiando a los provocadores para que fueran a lo de CFK.
Las chicas de Milman, que estaban con él cuando anunciaba el hecho, y que borraron celulares en lo de Bullrich. Hasta que una de ella declaró, casi de prepo, porque no la querían escuchar.
Caputto, el ministro de Juntos por el Cambio, su familia, puso millones para los violentos Morel y todos los descerebrados de Revolución Federal.
Francisco Sánchez, lilito, diciendo que había que establecer la pena de muerte. Alentando la muerte.
Milei, diciendo que era un hecho policial y que terminaran con el uso político.
Clarín, diciendo que el atentado era un supuesto atentado. Clarín sembrando todo el odio de Magnetto a Cristina.
Telefé entrevistando en su noticiero de ultraderecha a los bandoleros que habían querido matar a CFK. Pero exculpándolos, victimizándolos.
Capuchetti, avergonzando a la justicia. Separando las causas. No pidiendo los celulares. Y como aquel mago inolvidable diciendo, 'no se puede hacer más lento'.
A un año del atentado
Un año ya. Un año. Es el año más distinto de toda la vida que personalmente conozco respecto a lo que pudo ser.
Es la distancia entre un año con Cristina asesinada y ese mismo año, con ella dando pelea.
Con la diferencia, solamente, de que el revólver, a 30 centímetros de la cara de Cristina, no disparó la bala.