En la audiencia número 16 del juicio por crímenes de lesa humanidad ejecutados por el ex alférez Eduardo Alfredo Britos, la Fiscal Federal, Virginia Miguel Carmona, pidió la ampliación de la acusación. 

Durante la última dictadura cívico-militar Britos integró el Escuadrón 24 "Chilecito" de Gendarmería y fue jefe del Instituto de Rehabilitación Social, penal que funcionó como centro clandestino de detención. Basada en los testimonios de los y las sobrevivientes del terrorismo de Estado, la Fiscal Federal pudo constatar nuevos hechos que se sumaran a los que están siendo juzgados. 

Britos está acusado por crímenes cometidos contra 36 personas en tres causas que tramitaron su instrucción por separado y se unificaron para este debate. Se le imputan secuestros, tormentos, así como homicidios, entre ellos el de Wenceslao Pedernera, dirigente del Movimiento Rural Cristiano y colaborador del obispo Enrique Angelelli junto con quien fue declarado mártir y beato por la Iglesia Católica, al igual que los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longeville.

Por lo relatado por Noemi Rosario Pedernera, Claudia Soria, María Illanes, Alicia Asís, María Argentina López, Ada Maza, Irma Quipildor y Azucena De la Fuente, se sumaron los delitos de autor mediato de la privación ilegítima de la libertad agravada, autor directo del delito de imposición de tormentos agravados, autor mediato del delito de abuso deshonesto agravado por haber sido cometido por encargados de su guarda. A la luz de estos hechos, tal como lo habilita el artículo 381 del Código Procesal Penal, se amplía la acusación contra el imputado.

“Es una facultad del Ministerio Público Fiscal como órgano acusador y no se advierte la posibilidad de que el tribunal rechace la solicitud de ampliación, ni que la defensa pueda oponerse a ella”, explicó la fiscal al presentar esta ampliación. 

Carmona expresó: “Entendí que correspondía ampliar nuevos hechos de todas estas víctimas (9 en total) que declararon aquí, y que no iban a ser juzgados. Pasaron 47 años desde esos tormentos, abusos y situaciones traumáticas para que pueda, finalmente, juzgarse en este debate”. 

La fiscal comentó que “fue un estudio de todo el equipo del Ministerio Público Fiscal, de la Unidad de Derechos Humanos”, donde se pudo “analizar cada uno de los testimonios de estas personas testigos-víctimas y ampliar la acusación para que Abelardo Britos responda por estos hechos: delitos por tormentos agravados y en determinados casos, abusos deshonestos agravados por ser el encargado de la guarda en calidad de autor mediato”.

El jueves 7 de septiembre a Britos se le “tomará declaración indagatoria tal como establece el Código Procesal Penal, preservando los derechos de defensa constitucionales y ahí, el imputado tendrá la opción de declarar o no y la defensa técnica la de plantear todos los los recursos o circunstancias que él considere atinente respecto de estos hechos ampliados”.

Violencia sexual como parte del terrorismo de Estado

Viviana Reinoso, abogada querellante particular en la causa de lesa humanidad, se refirió a los delitos de violencia sexual que padecieron varias sobrevivientes durante la privación ilegítima de la libertad, “no era un delito más, estaba bien direccionado en contra de las mujeres, la humillación y desprecio por el cuerpo”. Dijo que lo que no se les perdonaba a las mujeres, era “el abandono de los cánones tradicionales por tener un rol más activo en la participación por un nuevo mundo, por la eliminación de las desigualdades, o sea, salir del rol tradicional”. Reinoso resaltó que “este tipo de delitos no eran tipificados en forma autónoma por los Tribunales, se los iba subsumiendo a delitos de tormento” y con el avance de las causas se fueron “encuadrando adecuadamente como lo que fueron”.

Alicia Asís (testigo – víctima), valoró esta posibilidad de hacer conocer su experiencia porque “me libera y porque colaboro para que se sepa la verdad”. Aunque lamentó que muchos “ya no están”, también consideró que “es importante que conozcamos la verdad” y “los que estamos tenemos el derecho y la obligación de brindar estos testimonios”

La sobreviviente María Illanes señaló que los delitos sexuales “nunca se los había tenido en cuenta, ni cuando se hizo el juicio a la Junta Militar, porque siempre se priorizo la desaparición de personas, de niños, torturas, golpes y nunca se le dio la importancia o pasó desapercibido lo de los delitos sexuales”. Explicó que ese tema recién se comenzó a visibilizar a partir del año 2010, en La Plata, donde se hace un juicio “por delitos sexuales”.

Según la sobreviviente Gabriela Schaller, Britos “se caracterizó por ser el violador y torturador en la cárcel”. Aseguró que los “delitos sexuales fueron hechos sistemáticos”. Por lo que muchas sobrevivientes relataron se pudo conocer que no todas fueron abusadas sexualmente, pero si todas padecieron tortura, humillanción y vivieron amenazadas toda su estadia en el IRS. Conocían la violencia sexual que padecian sus compañeras justamente para que el miedo de ser abusadas estuviese siempre latente.

Para la sobreviviente Ada Maza, la violencia sexual fue “parte de esta política de exterminio de esa época y llegaba a nuestros cuerpos. Porque éramos diferentes, militábamos en espacios donde seguramente no era la normalidad del común de las mujeres de entonces”. Maza sostuvo que “existen dos modelos de país: uno que propicia el odio y la muerte y el otro, propicia el amor y la vida” y destacó la importancia de que las juventudes entiendan que, “a esos 40 años de democracia los tenemos que seguir fortaleciendo con más memoria, verdad y justicia”.