Si bien apenas transcurrieron horas de la movilización que realizó la CGT en Plaza de Mayo, las posibilidades de que se concrete el paro nacional continúan siendo escasas. Por ahora, la correlación de fuerzas hacia el interior de la central obrera sigue favoreciendo a Gordos e Independientes que consideran que una medida de fuerza previa a las elecciones legislativas es contraproducente y hasta afirman que beneficiará sólo a Cambiemos. Es más, ni siquiera la decisión del gobierno nacional de desplazar a funcionarios cercanos a los sindicatos está siendo considerada como un motivo válido para que cambien de opinión. Así, solo el moyanismo y sectores externos a la conducción cegetista, como la Corriente Federal de Trabajadores, están a favor de la medida de acción directa.
El sector conocido como los Gordos, donde militan, entre otros, el triunviro Héctor Daer (Sanidad) y Armando Cavalieri (Comercio) y los independientes como Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), no estaban de acuerdo con la marcha. Mucho menos después de las primarias del 13 de agosto. Terminaron aceptándola fruto del cambio de postura del también gordo Andrés Rodríguez de UPCN. A él lo sindican como el favorecedor de la marcha a cambio de no realizar un paro nacional.
Entre los dirigentes enrolados en los independientes prevalece la tesis de la inconveniencia de un paro previo a las elecciones parlamentarias de octubre. Aseguran que en este contexto, donde a Cambiemos le fue bien en las PASO, “el paro beneficiará al Gobierno y no a los intereses de los trabajadores”.
Es más, estos dirigentes aportan como dato para demostrar que el paro no convence la ausencia de Omar Maturano de La Fraternidad y el colectivero Roberto Fernández en el escenario de la marcha. “Sin esos gremios el paro naufraga”, aseguran y, de paso, recuerdan que son aliados estratégicos del moyanismo. También deslizan que son dos hombres que mantienen inmejorables relaciones con funcionarios del gobierno nacional.
Ahora bien, hay un hecho que posiblemente logre modificar la postura de gordos e independientes con respecto a un paro. Les genera bronca y rechazo por igual aquellos trascendidos del gobierno nacional sobre la posibilidad de profundizar la persecución política y judicial sobre gremios y dirigentes. “Si el Gobierno avanza en esto entonces, la CGT se parará de mano sin distinciones”, confesó un vocero de los independientes.
Este mismo sector considera como conveniente y necesario “sentarse cada a cara” con los ministros, pero no sólo para dialogar sino para resolver algunos de los problemas descritos por Juan Carlos Schmid durante el discurso que dio en el cierre de la movilización.
El miércoles por la noche se especuló que el desplazamiento de Ezequiel Sabor y Luis Scervino de la Vicejefatura del Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Servicios de Salud, respectivamente, podría sumar una razón para reforzar la posibilidad de convocar a un paro. Sin embargo, no parece que haya impactado en ese sentido. Por caso, el secretario de prensa de la CGT, Jorge Sola (Seguros), dijo que “es de manual político sentir que puede tomar un tipo de represalia” y agregó que el presidente Mauricio Macri asumió conductas que antes le criticaba a la ex presidenta Cristina Kirchner. A su turno, el secretario de Interior de la central obrera, Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM), dijo que “lo quieren hacer aparecer como un enojo del Presidente, pero para nada sentimos que son funcionarios nuestros. A lo mejor pensó que no cumplieron bien sus funciones y es una decisión de él, no tenemos nada que opinar”.