Continúa la puesta a punto del primer laboratorio público de medicamentos del norte del país, que dependerá de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR). El edificio ya cuenta con el equipamiento necesario y el objetivo es que la planta comience a funcionar en 2024. A diferencia de la industria privada, que solo busca maximizar las ganancias y produce los fármacos más utilizados, los especialistas proyectan la elaboración de cremas, emulsiones y geles que son demandados por las instituciones sanitarias y la población local.
“En principio vamos a articular con el ministerio de Salud Pública de la Provincia y vamos a atender las necesidades de nuestro territorio. En el noroeste argentino no hay una fábrica de medicamentos públicos y este Laboratorio fue pensado como una política sanitaria y como una posibilidad de acceso a los remedios por parte de las grandes mayorías”, sostiene Alicia Parodi, secretaria de Ciencia y Técnica de la UNLaR.
Por eso, desde la Universidad ya realizaron las compras para hacer formulaciones líquidas y semilíquidas, como es el caso de los geles. Con una población que registró casos de dengue y chikungunya durante 2023, especialmente en marzo y abril, una de las prioridades pasa por elaborar repelentes de bajo costo. A la fecha, un producto de primera marca oscila entre los 1000 y 1500 pesos.
Además, ya se compraron equipos para comprimir el polvo de los medicamentos y elaborar pastillas con diferentes formulaciones. Sin embargo, el primer paso es resolver las necesidades inmediatas que presenta el Hospital Escuela y de Clínicas de la UNLaR.
“Estamos trabajando en conjunto para ver cuáles son las necesidades que podemos llegar a resolver nosotros”, cuenta Belén González Vera, directora operativa del Laboratorio Académico de Desarrollo y Elaboración de Medicamentos. En este sentido, uno de los pedidos que hicieron desde el Hospital fue la creación de un gel para los exámenes que se hacen con instrumentos de ultrasonido, como las máquinas que se utilizan para realizar ecografías. Más adelante, la intención del Laboratorio es introducirle a ese gel principios activos como analgésicos y cicatrizantes para quemaduras y paspaduras.
Derecho a la salud
El Laboratorio Académico de Desarrollo y Elaboración de Medicamentos no solo será el primero en el noroeste del país, sino que es estratégico para el desarrollo de la salud pública y la soberanía sanitaria. “Tenemos un Estado provincial presente que se ocupa de la salud de su población con hospitales de cabecera y otros centros que completan el sistema sanitario local. Sin embargo, como todo país dependiente, acceder a los medicamentos es un problema ya que los laboratorios cobran precios exorbitantes”, resalta Parodi.
En este aspecto, una de las políticas de asistencia que se llevan adelante es el plan Remediar, que contribuye a garantizar el acceso y cobertura de medicamentos esenciales a través de su distribución directa a los Centros de Atención Primaria de Salud. En la actualidad, la provisión gratuita llega todos los meses a más de 8 mil sedes distribuidas en todo el país.
A través de este programa que incluye analgésicos, antiácidos, antianémicos, antiasmáticos, antibióticos, anticonvulsivos, antiinflamatorios, broncodilatadores, cardiovasculares, corticoides y ginecológicos, entre otros, se garantiza la cobertura de fármacos a 16 millones de personas que dependen del sistema público de salud.
Nacional y concentrado
Argentina es uno de los pocos países a nivel mundial donde los laboratorios de capitales nacionales tienen una presencia y participación en el mercado interno superior a la de los laboratorios extranjeros. Sin embargo, según un informe confeccionado por el ministerio de Economía en 2022, se trata de una industria concentrada en pocas manos ya que 10 laboratorios son los que reúnen la mitad de la facturación total.
En este sentido, se trata de laboratorios no innovadores que se dedican a la elaboración de medicamentos que ya fueron desarrollados y cuyas patentes están vencidas. Además, son los encargados de fijar el precio de los fármacos y los márgenes de comercialización a las droguerías y farmacias.
Mientras que los laboratorios privados desarrollan productos donde la diferencia está en la marca, los públicos se complementan y elaboran fármacos que cubren las necesidades de atención primaria, medicamentos de alto precio y formulaciones que no son rentables para la industria.