La Justicia porteña volvió a frenar las obras del Parque Lineal que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) realiza en la avenida Honorio Pueyrredón de Caballito. En un conflicto entre el Gobierno y las agrupaciones vecinales que ya lleva más de un año y medio de idas y vueltas, ahora la Justicia suspendió los trabajos por su impacto acústico y al considerar que el GCBA muestra un "claro menosprecio por la cuestión ambiental y la calidad de vida". Hasta el momento sólo se inauguró una de las ocho cuadras proyectadas originalmente. 

Las máquinas volverán a detenerse en Honorio Pueyrredón. Como lo hizo en febrero y en diciembre de 2022, el juez Víctor Trionfetti, titular del Juzgado N°15 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, decidió frenar los avances en las obras de uno de los proyectos urbanísticos claves para el Gobierno porteño. En la primera ocasión, los trabajos estuvieron frenados seis meses porque el juez consideró que el oficialismo debía aprobar una ley para transformar a la avenida en "calle de convivencia". Así ocurrió y Trionfetti habilitó los trabajos en agosto de ese año. Tres meses más tarde, en tanto, el magistrado los suspendió por el impacto acústico de la maquinaria. 

La obra volvió a arrancar a fines de febrero de este año cuando el GCBA acreditó los requisitos solicitados por el magistrado para cumplir con los límites máximos de ruidos permitidos. En aquel fallo, sin embargo, Trionfetti estableció que el Gobierno porteño debía presentar informes sobre las obras y dispuso que un perito especializado evaluara periódicamente los niveles acústicos. Los trabajos continuaron bajo supervisión de la Justicia hasta que el Gobierno porteño, a través de la concesionaria de las obras, Miava S.A, modificó el vallado de aislación acústica

En el último informe del ingeniero David Dolinko, fechado al 10 de agosto de este año, el perito sostuvo que el nuevo vallado "no satisface las exigencias normativas, superando incluso los valores trasmitidos con la conformación anterior de paneles galvanizados”. Ante esto, el juez escribió en su fallo que el nuevo vallado "no sólo excede los máximos permitidos" sino que "también resulta ser un 'retroceso' comparado con los otros vallados". 

Los vecinos y vecinas que rechazan el parque lineal sostienen que el GCBA cambió los vallados para apurar el proyecto que se acerca a cumplir dos años desde su anuncio y por el que sólo pudo inaugurar una cuadra de las ocho proyectadas entre el Monumento al Cid Campeador y la calle Neuquén. En la causa, las agrupaciones vecinales aseguraron que, en ese "apuro", el GCBA colocó los paneles acústicos "bloqueando el paso peatonal y poniendo en riesgo a los vecinos y vecinas frentistas" con "gran cantidad de vallas apoyadas sobre adoquines, maderas o distintos materiales que no aseguran la estabilidad del panel". El juez les dio la razón en este sentido, al señalar que "no se encuentren satisfechas las medidas de seguridad para proteger a los peatones".

También sostuvo que en el proyecto del GCBA hay "improvisaciones, desapego con la juridicidad y, sobre todo, un claro menosprecio por la cuestión ambiental y la calidad de vida de los vecinos". "Bajo el lema 'hágase la obra cueste lo cueste', el GCBA, lejos de mitigar el impacto acústico, ahora lo ha incrementado", escribió en su resolución. Además de la cuadra ya inaugurada, en estos meses se llegó a avanzar con los trabajos en otras cuatro cuadras que quedarán inconclusos al menos hasta que el GCBA cumpla con lo requerido por el juez.

"Este es otro freno que logramos los vecinos en una lucha larga que da resultados. Volvimos a retrasar la obra y hasta que no hagan las modificaciones no pueden trabajar. Estaremos atentos a que eso no pase", destacó a este diario Gustavo Torchinsky, integrante de S.O.S Caballito, una de las agrupaciones que fueron a la Justicia para frenar la obra que rechazan, entre otros puntos, por el "caos de tránsito" que generaría la eliminación de los carriles de la mano sentido sur y por la "destrucción" de la tradicional avenida de Caballito.