“Ya vivimos los noventa, ya sabemos cómo termina lo viejo que nos quieren vender como nuevo: con las empresas fundidas”, dijo el gobernador Axel Kicillof este lunes, en el acto de conmemoración por el día de la industria nacional. “El modelo que nos proponen tiene tres patas: caída de salarios, apertura de importaciones y tasas de interés positivas. Todo eso junto, forma un industricidio”, agregó.
Fue en la localidad de Merlo, donde desde el sábado funciona la quinta edición de la Expo “Hecho en Merlo”, en el Parque Municipal Néstor Kirchner, con entrada libre y gratuita. La defensa activa de la industria, cuando los principales candidatos opositores a la presidencia proponen apertura irrestricta de importaciones, es un tema central de la campaña y el debate público en estos días.
En ese marco, Kicillof destacó que “algunos sectores nos quieren hacer creer que hay que elegir entre el Estado o el mercado: para nosotros, el camino es el de la articulación virtuosa para construir los instrumentos de política económica que nos permitan incentivar la inversión y el empleo.” “Esas ideas supuestamente novedosas ya se aplicaron muchas veces y los resultados siempre fueron los mismos: los ganadores de ese modelo no están en la provincia de Buenos Aires, donde cuando se llevaron adelante se fundieron empresas y se perdieron miles de puestos de trabajo”, agregó.
Acompañaron a Kicillof el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa, la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo; el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard, la subsecretaria de industria, pymes y cooperativas, Mariela Bembi, la directora del Banco Nación y candidata a diputada nacional, Julia Strada, el intendente en uso de licencia y presidente del Grupo Banco Provincia, Gustavo “Tano” Menéndez, la secretaria de Industria de La Matanza, Débora Giorgi, y el presidente de la Federación Económica de Buenos Aires, Alberto Kahale.
Junto a ellos participaron del acto representantes de distintas ramas de la industria, como la metalmecánica, la textil, la plástica, la del calzado y la alimenticia, además de una gran representación de la industria local.
En su exposición, el gobernador explicó las consecuencias que tendría, a su entender, la aplicación de cada una de las patas del modelo neoliberal, que por estas horas ponen en debate los proyectos de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio. Esto es, cómo la caída del salario real daña el mercado interno, cómo la importación indiscriminada destruye mercados y empresas y cómo, por último, las tasas positivas alientan las colocaciones financieras en detrimento de las inversiones productivas.
"Nos hablan de los 70 años de peronismo pero a mi la cuenta me da menos de 25", sostuvo también, en referencia a otro de los lugares comunes que, a fuerza de repetición, logró instalar la oposición.
"Tenemos el desafío de impulsar políticas públicas que nos permitan sostener la actividad industrial en toda la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de que las y los bonaerenses puedan trabajar y desarrollarse en los 135 municipios”, señaló a su turno el ministro Costa y agregó: “La única forma de seguir expandiendo nuestra industria es defendiendo el rol de un Estado que esté al servicio de la producción con más inversión en beneficio de los empresarios pyme”.
Por su parte, Menéndez remarcó: “Desde Merlo acompañamos y cuidamos a las industrias locales que arrancaron como un sueño y hoy ya son una realidad en todo el municipio”. “Estamos convencidos de que no hay país posible sin industria nacional: el gran orgullo de la Argentina es generar grandes cadenas de valor para crear además los puestos de trabajo que necesitamos”, agregó.
Coyuntura electoral
En el marco del debate de la campaña, la exposición del gobernador es oportuna, porque coincide con un fenómeno que empieza a visualizarse de modo espontáneo: empresarios de distintos rubros y ramas de la actividad que empiezan a reunir a sus trabajadores para explicar las consecuencias probables del voto en octubre sobre la fábricas que los emplean.
Muchos de ellos comenzaron, incluso, comenzaron a llamar a los comandos de campaña locales para solicitar asesoramiento en materia de comunicación, con el fin de más efectivas sus exposiciones y planteos. Con ese fin, algunos fragmentos de esos contenidos ya circulan y se viralizan por distintas redes sociales.
A su turno, Víctor Fera, titular de la empresa Marolio, sostuvo: “podríamos hablar de las dificultades para importar insumos, podríamos hablar de los problemas que nos genera la inflación, pero hay algo mucho más importante, porque necesitamos a las empresas vivas”, en referencia a la crucial coyuntura mencionada por Kicillof.
El Día de la Industria Nacional se conmemora cada 2 de septiembre porque en esa fecha de 1587, hace 436 años, partió desde el puerto de Buenos Aires el primer embarque de productos elaborados. Se trataba de harinas, tejidos y cueros, provenientes de la entonces muy próspera Santiago del Estero. Lo hizo a bordo de la carabela San Antonio, al mando del capitán Antonio Pereyra, con rumbo a Brasil.
La discusión sobre el rumbo estratégico de la Argentina, acerca de si puede o debe industrializarse o resignarse al papel de factoría colonial, data al menos desde la revolución de mayo. Ya entonces, Manuel Belgrano, un ferviente partidario de la industria, pronunció una célebre arenga: “Basta de vender cuero a los ingleses y comprarles las botas. Fabriquemos nosotros nuestras propias botas”.
La frase de Belgrano es retomada en la actualidad por la Cámara de la Industria del Calzado, que encabeza Alberto Sellaro, también presente en el acto. El sector milita un proyecto de ley de promoción de la actividad, ante el riesgo para su continuidad que podría significar un gobierno librecambista de Javier Milei o Patricia Bullrich. Uno de los impulsores de la iniciativa, Juan Recce, participó hoy del acto junto a Kicillof y Augusto Costa y expuso su caso.
En la edición 2023 de la “Hecho en Merlo”, participan más de 100 industrias, comerciantes y emprendedores mostrando su producción. Cuenta con un espacio para estudiantes de escuelas técnicas, con tecnología, productos locales y artesanales y la gran industria del Animé. Además, ciclos de charlas con la participación de especialistas, funcionarios e invitados.