Santiago hacía tatuajes y cobraba con trueque, comida, ropa, lo que le dieran. Nunca estaba quieto, hablaba mucho, cuentan las personas que estuvieron con él antes del 1º de agosto, cuando desapareció tras la represión a la Pu Lof de Cushamen. Una de esas personas es María Eva Barabini Parodi, quien en diálogo con PáginaI12 aportó otro dato central vinculado con la desa- parición del joven: que el jueves 27 de julio y el 28 de julio fue visto en perfecto estado en El Bolsón. “Estaba impecable, sin ningún daño, no estaba rengo, intentaba bailar chacarera porque, como dice su hermano Sergio, es bastante pata dura”, contó la mujer que lo vio en una peña, lo cual desmorona la versión instalada por el Gobierno según la cual el joven desaparecido podría haber sido apuñalado el 21 de julio en Epuyén, cuando un capataz se defendió de un presunto ataque de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
María Eva Barabini Parodi tiene 42 años, es de Junín de los Andes y ahora vive en El Bolsón. Trabaja en una institución pública e integra el staff de FM Alas y del Centro Cultural Galeano de la Asociación Sur, y también participa de la agrupación folklórica El Encuentro. “Fue en una peña que hacemos con ellos cada mes que lo conocimos a Santiago, se hizo en la Estación de Cerveza y se llamó ‘folklombe’ porque mezclaba el folklore con el candombe”, contó la mujer. Varios de los músicos que tocaron ese día sufrieron la represión de enero a la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen.
“Sin perder la alegría es que estos chicos tocaron el jueves 27. Sin saber que era Santiago lo conocemos ahí. En la primera marcha una amiga me dice ‘es el chico al que le estábamos enseñando a bailar folklore’, estaba impecable, sin ningún daño, no estaba rengo”, recordó Barabini Parodi, y agregó: “Bailó con un montón de gente, disfrutando la peña y de la vida”.
Uno de los hijos de Barabini Parodi que vive en Bariloche le dijo “mamá, viste mi tatuaje que me hizo un chico muy copado y dulce, bueno, es Santiago Maldonado”. “Mi hijo tiene un tatuaje en la espalda que el 13 de julio le hizo El Brujo, como le dicen”. Barabini Parodi cree que Maldonado salió aquella mañana hacia la Lof “como fueron muchos porque por FM Alas está informando todo el tiempo. Salió gente en enero y ahora en agosto porque estaban reprimiendo entonces pedían colaboración de la gente de El Bolsón para que se acerquen y así evitar que Gendarmería los mate”.
La idea de que Maldonado fue apuñalado antes de la represión de la Gendarmería a los mapuches no solo contradice estos nuevos testimonios, sino también lo que declararon ante la Justicia los testigos que lo vieron por última vez en medio del avance de los gendarmes.
Quien estuvo con Maldonado el 28 de julio es Facundo Herrera Aquino, amigo del hijo de Barabini Parodi tatuado por el joven. “El tatuaje lo hizo en mi pieza, y le pagué con una campera y una calza, mis amigas le pagaron con verduras, porque es vegetariano”, dijo este joven de 18 años que vive en El Bolsón y todavía está rindiendo las últimas materias previas del secundario. “Lo conocí en la casa de unas amigas porque ellas se iban a tatuar, y cuando nos volvimos a cruzar conversábamos. Como no tenía Internet, iba siempre a la biblioteca popular de El Bolsón. Es una buena persona, el chabón ni ahí tiene malas intenciones ni es como lo están discriminando, no son capaces de razonar y darse cuenta que son prejuicios de la nada, porque ni siquiera lo conocen. Es una persona con mucha alegría y energía, le gustaba contar sus experiencias”, describió. Maldonado le había contado que viajaba haciendo tatuajes, con eso también hacía trueque. Ya lo habían dicho sus hermanos: estaba en contra del materialismo y el consumismo, pilares del sistema capitalista.
“Lo vi. el viernes antes de que se fuera a Cushamen, nos saludamos en un evento de rap de mujeres que se hacía en FM Alas, él estaba con otras personas en la puerta, hablamos un rato y nos despedimos. Creo que lo desaparecieron, cuando me enteré fue muy fuerte. Es como lo que me contaba mi viejo sobre el terrorismo de Estado y la dictadura”, comentó Herrera Aquino. “Tenía sus ideas pero no era un activista, no era de bardear nada”, agregó.