Cambiemos no quiere un aumento sostenido y previsible del presupuesto de ciencia y tecnología. A contramano de las promesas de campaña y los reiterados slogans sobre la necesidad de “políticas de Estado a largo plazo”, los senadores del oficialismo votaron ayer en contra de una iniciativa que propone el incremento progresivo de esas partidas hasta alcanzar un 3 por ciento del PBI en 2030. Pese al rechazo macrista, la Cámara alta aprobó por 39 votos a favor y sólo 9 en contra el proyecto impulsado por Omar Perotti, Juan Manuel Abal Medina y una veintena de legisladores de distintas bancadas. El texto será girado ahora a la Cámara de Diputados, donde si se mantiene el consenso expresado en la Cámara alta podría convertirse en ley y obligar a Mauricio Macri a un nuevo veto presidencial en plena campaña electoral. Incluso algunos senadores de la UCR se retiraron de la sesión a la hora de la votación, disconformes con la línea bajada desde la Casa Rosada, que atenta contra las históricas banderas radicales a favor de la educación pública. “Este proyecto nos va a permitir dotar de previsibilidad a todo el sistema científico tecnológico, federalizando la ciencia, desarrollando investigaciones aplicadas para diversificar nuestra matriz productiva actual y genera empleos de calidad”, aseguró Perotti, titular de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado.
Después de varias semanas sin sesionar, la Cámara alta retomó la actividad con una agenda de temas de baja intensidad. Sin embargo, en la sesión se colaron varios puntos de conflicto como la desaparición de Santiago Maldonado, la maniobra en el Consejo de la Magistratura para suspender al juez Eduardo Freiler y el retiro del pliego de Alan Iud por ser abogado de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego fue el turno del proyecto de Perotti, que contó con respaldo del FpV-PJ, el GEN, Proyecto Sur y los peronistas puntanos y cordobeses. Hasta la senadora Magdalena Odarda, de la Coalición Cívica, acompañó la medida. Así se alcanzaron los 39 votos, una abrumadora mayoría frente a la resistencia solitaria de Cambiemos. Los que votaron en contra fueron Federico Pinedo, Ernesto Martínez, Alfredo De Angeli, Marta Varela (Frente PRO) y los radicales Julio Cobos, Pamela Verasay, Silvia Elías de Pérez, Angel Rozas y Luis Naidenoff. Si bien durante la sesión estuvieron en sus bancas, los radicales Juan Carlos Marino y Alfredo Martínez se retiraron al momento de la votación.
Quien tuvo que salir a defender la posición del Gobierno de Mauricio Macri fue Pinedo, quien rechazó que el Congreso le establezca un parámetro presupuestario. “¿Pueden los representantes del pueblo y de las provincias de hoy decir a los que va a elegir el pueblo en el futuro hasta el 2030 –o podría ser hasta el 2050 o el 2500–, cómo tienen que hacer su presupuesto, cuánto tienen que gastar en algo que se le ocurra a la actual legislatura de acá a treinta años? Me refiero a cualquier tema, no a esta cuestión puntual”, expresó Pinedo, sin advertir que hace apenas unas semanas el Poder Ejecutivo comprometió a más de 10 generaciones de argentinos por un bono de 2750 millones de dólares. El macrismo En rigor, algo similar ocurrió con la ley de financiamiento educativo, que fue votada en 2006 e implicaba un crecimiento del presupuesto en educación hasta llegar al 6 por ciento del PBI en 2010. En aquel momento hasta el PRO votó a favor. En términos de los plazos que comprometerían a futuros gobiernos, la emisión de deuda en dólares a 100 años tampoco contribuye a sostener el argumento macrista contra la ley que aumenta el presupuesto científico.
“Estas metas no son caprichosas. Surgen de los informes y recomendaciones de la propia Unesco y los Desarrollos del Milenio de las Naciones Unidas”, detalló Perotti. “El conocimiento científico es el motor del desarrollo de la Argentina del futuro y es necesario que el Estado realice una inversión previsible y sostenida”, agregó Juan Manuel Abal Medina.
La propuesta establece, entre otras cosas, un crecimiento presupuestario paulatino, del 0,35 por ciento actual al 0,51 en 2018, con incrementos que van del 0,15 anual al 0,25 por ciento a partir de 2024. En su articulado, el proyecto fija que como mínimo el 20 por ciento del presupuesto total asignado se destine en las provincias y la ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa cuenta, además, con el respaldo de la comunidad científica. “Si finalmente obtiene la media sanción en Diputados, esperemos que desde el gobierno nacional no la veten como ha sucedido con otras leyes”, advirtió ayer Roberto Salvarezza, ex titular del Conicet y candidato a diputado de Unidad Ciudadana. Para Daniel Filmus, ex ministro y primer candidato a diputado por Capital Federal: “La votación del Senado desnudó que el proyecto de país que propone Mauricio Macri no necesita de la ciencia y la técnica”. “La competitividad que se pregona esta basada en el deterioro de las condiciones laborales y no por la capacidad de innovación tecnológica. De proponer llegar al 1,5 en 4 años en la campaña electoral a negarse a cumplir esa meta en 10 años. Una síntesis de la mentira con la que Macri llego al gobierno”, remató Filmus.