Son varones de diferentes edades, violan la intimidad de decenas de mujeres y adolescentes, enviándose en grupos privados de telegram o discord sus fotos o videos. Suman más de mil quinientos que asociados cometen el delito de violencia digital y van migrando de grupo en grupo cada vez que son “atrapados” por alguna de las víctimas.
La sensación es de impunidad y de revictimización, porque para lograr justicia las mujeres deben exponerse públicamente en los medios de comunicación y con nombre y apellido en una denuncia penal. “Ya hay amenazas. Son muchos condicionantes que impiden que las demás chicas se animen a denunciar”, dijo una de las víctimas a Catamarca12.
Los hechos salieron a la luz públicamente hace pocos días, pero las autoridades y la División de Ciberdelitos de la policía sabían del tema desde hace dos semanas. Las denuncias pudieron radicarse sólo gracias a la ayuda de la Secretaría de Género y Diversidad de Catamarca que acompañó a las mujeres, cuando supo que no les quisieron tomar la denuncia en la Unidad Judicial.
“Me enteré el mes pasado, mediante una amiga, que en el mes julio difundieron fotos íntimas sin mi consentimiento en un grupo de chat de discord. Mi amiga me avisó por Instagram que eso estaba pasando, me envió capturas y el link para acceder al grupo, ahí no solamente vi mis fotos sino que también fotos de muchísimas chicas, inclusive menores de edad. Las fotos me las robaron de la sección Mejores Amigos de Instagram”, contó una de las denunciantes.
“Hay varios grupos. Los grupos a los que tuvimos acceso son al de discord, que en su momento tenía 1500 integrantes, ahora mucho menos, porque van migrando de grupos para no ser descubiertos. Y existe otro grupo de telegram con 150 participantes. Ambos grupos solo de Catamarca”, contó.
Según se pudo detectar en base solamente a la investigación de las víctimas, en esos grupos hay sujetos que tienen denuncias por acoso sexual y otro tipo de delitos.
Sin justicia
Para poder hacer trascender lo que sucedía y lograr justicia las mujeres crearon un grupo en Instagram denominado “Reparación. Histórica”, con el objetivo de visibilizar lo que estaba sucediendo mediante capturas de los grupos originales y advertir a otras posibles víctimas y así llegaron hasta los medios de comunicación.
En cuanto a la contención que obtuvieron del Estado, la denunciante contó que: “No se contactó Ciberdelitos con nosotras. Nosotras el día jueves fuimos a la unidad judicial N5 donde fuimos revictimizadas y burladas por los policías de la unidad. Entorpecieron todo desde un primer momento y al final ese día la denuncia quedó inconclusa. El día sábado se contactó personal de la Secretaría de Género con nosotras, y a partir de ese momento tuvimos asesoramiento. Pudimos radicar la denuncia como se debe en la unidad judicial especializada, la que queda por la Esquiú antes de llegar a Junín, ahí también denunciamos el accionar del personal de la unidad judicial 5”, explicó.
Sin embargo la exposición pública del caso, las preocupa. “Todavía no nos identificaron. Los que integran estos grupos creen que no nos tomaron la denuncia, pero están alertados de lo que publican los medios y por ello amenazaron a otra chica. La chica a la que ellos amenazaron, no tiene que ver con los escraches ni con las denuncias. Es una suposición de ellos. Pero me contacté con la chica para avisarle de la situación y comentarle dónde puede denunciar esa amenaza”
Denunciar, que es lo único que se pide desde la Justicia, no sería la solución para todas las involucradas que ya reconocieron sus imágenes en los grupos. “Con las chicas que yo pude comunicarme para hablar de denuncias tienen todos estos problemas de que su familia no está al tanto de esto. Tienen miedo de que les pase algo en la calle a manos de estos chabones, miedo a ser juzgadas por la justicia. Son muchos condicionantes que impiden que las demás chicas se animen a denunciar”.
“Nosotras esperamos que se actúen y que de verdad se tomen acciones”, concluyó.