El oficialismo sigue poniéndole números a las consecuencias que tendrían las políticas de ajuste y privatizadoras de Javier Milei y Patricia Bullrich. Sobre todo en aquellas áreas donde el Estado juega un rol clave a la hora de ampliar las posibilidades de los trabajadores.
En este sentido, el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, hizo el cálculo de a cuánto se iría el boleto de colectivos si, tal como lo proponen La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio, su cartera deja de subsidiar las tarifas.
“Setecientos pesos.” Eso es lo que costaría un pasaje si el Estado quita el respaldo económico que permite que los trabajadores puedan viajar con la menor afectación posible a sus ingresos.
“Hoy una tarifa de transporte de colectivo sin subsidio y a costo puro como lo plantean ellos vale 700 pesos”, indicó Giuliano durante una entrevista por Radio Nacional en la que defendió el rol del Estado como regulador de la economía.
El ministro explicó que, para Unión por la Patria (UxP), el mantenimiento de los subsidios al transporte “es una manera de hacer bajar la curva de la tarifa para que sea más accesible”. Por eso el gobierno nacional lo mantiene vigente.
“Hay dos opciones electorales: Patricia Bullrich y Milei, que plantean claramente eliminar los subsidios", por lo tanto “la discusión no es de cuánto es el subsidio, sino que si existe o no el derecho al subsidio”.
El ministros sostuvo que, en materia de transporte, “hay un error de lo que significa el análisis económico”. “Los economistas ortodoxos, como los que pertenecen a la oposición, y los economistas profesionales que asisten a los candidatos o a la candidata de Cambiemos, lo que plantean es un número muy duro, es decir, cuánto cuesta el transporte y cuánto entra por el transporte. Y claro, ese es un número frío”.
Sin embargo, prosiguió, “lo que nosotros analizamos es otra cuenta: lo que significa económicamente el transporte. No es solamente lo que entra y lo que sale, es qué beneficio tiene para el trabajador que como salario indirecto percibe justamente este subsidio”.
En este sentido, Giuliano aclaró que “lo importante
es que (el efecto del subsidio) llegue al bolsillo del trabajador y la
trabajadora, de la persona que es usuario del servicio. Porque, además de
ayudar al trabajador, también ayuda al empleador”.
De esta manera, el funcionario defendió la política que lleva a cabo su área: “La
mejor herramienta que tenemos para llegar a todo este beneficio social es
justamente la tarjeta SUBE, porque esa va al bolsillo del vecino, de la vecina,
que se sube al colectivo o al tren. Es decir, es un subsidio directo, directo”.
“Pero -añadió- hay quienes piensan distinto y son los que también se escuchan
hoy, que plantean que no haya subsidio o que privaticen la SUBE, como lo
plantean algunos candidatos, que no nos debe extrañar porque quieren privatizar
los ríos, las calles, los órganos, el agua”.