Virginia Thedy es miembro de la EOL y de la AMP y Verónica Lagamma es participante de la EOL sección Rosario. Ambas están a cargo de las Enseñanzas Lacanianas 2023 “Arquitectura del saber hacer: hablemos de casos clínicos”. La próxima reunión clínica será el miércoles 20 de septiembre en la que presentarán Diana Wolkowicz y Marta Ricciardi y comentará Rolando Gianzone. En la ocasión se trabajará sobre El diagnóstico diferencial. Y sobre el uso de las entrevistas preliminares.

 

-¿Cuál es la importancia de las entrevistas preliminares?

Verónica Lagamma: Es fundamental un trabajo preliminar a todo análisis para que el sujeto cincele las preguntas que le conciernen en relación a su sufrimiento, dando una forma inicial a su padecer y que el sujeto empiece hacerse responsable de lo que trata su vida. A partir de allí que decida aventurarse en un análisis es una apuesta que puede suceder o no.

Las entrevistas preliminares son de gran importancia sobre todo en esta época que el sujeto se refugia en otros discursos, como por ejemplo coaching, bio-decodificación, etc. Se ignora de qué trata un psicoanálisis, este tiempo preliminar causa que se construya el amor al inconsciente.

El uso de las entrevistas preliminares va a implicar la sutileza del analista de encontrar las coordenadas clínicas que llevan a decir si es una neurosis o una psicosis. De algún modo las entrevistas preliminares nos resguardan del furor curandi.

Virginia Thedy: Como plantea Verónica, en la actualidad estamos atravesados por discursos que proponen apelar a la voluntad del yo, propuestas de felicidad rápidas, desconociendo que el sufrimiento está articulado al inconsciente. La importancia de las entrevistas preliminares se dirige a que el sujeto hable de lo que lo molesta, angustia, necesitamos conocerlo, no sabemos nada de ese sujeto. Implica un tiempo donde se evalúan los recursos del sujeto en relación a lo simbólico, cuáles son sus soportes, sus enganches a la vida o sus desenganches. Esto permite para el analista un cálculo para ir ordenando los desórdenes con que viene un sujeto, qué alentar o dónde detenerse a pensar antes de dejarse llevar por arrebatos o impulsos.

-En la llamada clínica continuista, ¿qué lugar hay para el diagnóstico diferencial? ¿Cuál su uso?

Verónica Lagamma: La clínica continuista rompe con lo clásico de las estructuras clínicas neurosis, psicosis y perversión. Es decir, un caso puede presentar una duda diagnóstica. ¿Es una neurosis o una psicosis? Está entre neurosis y psicosis. Miller nos habló que un caso puede presentarse como inclasificable, lo inclasificable interroga las categorías diagnósticas establecidas. Hay un no todo del diagnóstico, que pone a prueba el saber hacer del analista y limita la teoría. La clínica continuista interroga ir más allá de la clínica estructural pero sin eliminarla del todo.

Virginia Thedy: Hacer diagnóstico en psicoanálisis, determinar la estructura de un sujeto es fundamental porque orienta al analista en su lugar en la transferencia y en la lógica de cada caso. La conducción de la cura nunca es la misma en cada caso y tampoco según se trate de una neurosis o una psicosis. Por eso la necesidad de diagnosticar en psicoanálisis no es etiquetar a un sujeto en una clasificación que marca su destino. No es para patologizar, sino radicalmente una brújula en la dirección de un tratamiento.

-La práctica de las presentaciones clínicas, ¿qué saldo arroja? ¿Sirve para la formación?

Verónica Lagamma: El próximo encuentro de nuestra actividad es una oportunidad para conversar sobre los casos, considero que es la conversación la que aporta mucho a la formación de los jóvenes. Nuestro próximo eje temático es el Diagnóstico diferencial, entrevistas preliminares ¿Cuál es su uso? Ubicaremos la diferencia entre un diagnóstico y lo singular de un caso. Y para eso necesitamos conversar no sólo de lo que ya sabemos sino situar en el caso un detalle que sea incomparable.

Virginia Thedy: Las presentaciones clínicas tienen un gran valor en la formación, estos espacios nos permiten trabajar sobre los tropiezos, las dificultades y preguntas que nos plantea nuestra clínica cotidiana, de enlazar el cuerpo teórico con la práctica. No basta con el saber académico ni con el erudito. Es muy necesario estudiar a Freud a Lacan, pero eso adquiere otra dimensión si lo enlazamos con la presentación de un caso. El saber adquiere un color vivo. En la formación de los jóvenes, pero también para todos practicantes del psicoanálisis. Como no hay manual que enseñe el quehacer del analista, las discusiones clínicas dejan una enseñanza, no para imitar o copiar, sino que siempre aparece una sorpresa que permite investigar y arroja una luz en nuestra formación.

Los esperamos el 20 de septiembre en la Sala de Georgia Eventos, Santa Fe 2018.

*Coordinación de Psicología Rosario/12. Participante de EOL Rosario.