La concejala Fernanda Gigliani va por su reelección en la lista que encabeza Mariano Romero, en la alianza que alcanzaron Ciudad Futura y el peronismo en Rosario que propone a Juan Monteverde como candidato a intendente. Gigliani es muy crítica de la gestión de Pablo Javkin que “es un intendente que parece que todo lo supera, que ningún tema es de su competencia”. Y agregó que “hay que ser más sinceros en política porque el intendente hace campaña diciendo que la provincia y la nación abandonaron a la ciudad cuando las urbanizaciones que muestra y las luces LED, fueron todas financiadas por el gobierno provincial y nacional”. El déficit en el servicio del transporte urbano y la necesidad de “articular con las instituciones barriales y las ongs que están en los territorios y muchas veces tienen una noción más clara de la realidad que muchos dirigentes políticos”.
-¿Crees que esta polarización de intendente también tiene su repercusión en la elección para concejales?.
-Vamos a ver qué pasa porque en este caso tanto Marino Romero que está dentro del Frente Juntos Avancemos, llevó de candidato intendente desde su inicio a Juan Monteverde y después está Caren Tepp, que también lleva al candidato a intendente a Monteverde así que ahí no sé, digamos qué qué pasará. Nosotros aspiramos a que todos los candidatos del Frente Juntos Avancemos mejoremos la performance de las primarias, que nos fue bastante adversa hay que decirlo y creo que además, tenemos una responsabilidad política de que el resultado de estas generales provinciales de alguna manera sea también un espaldarazo para lo que va a ser la general de de la elección nacional, que también está difícil muy acá en Rosario.
-También habrá en disputa muchos votos de mucha gente no fue a votar en las PASO...
-Sí y los nulos y blancos también. Hay expectativas sobre eso que se va a sumar ahora en la general seguramente. Hay mucha gente que no va a las primarias hay una disconformidad con esta situación porque muchos creen que los partidos y los frentes deben resolver quiénes son sus propios candidatos. Hay como un enojo hacia hacia eso y estas generales son la votación posta. Entonces yo creo que entonces gran parte de la ciudadanía, que tal vez no fue en las primarias más allá de este contexto de apatía del que hablamos siempre; creo que a ir a votar tanto en las provinciales como en la Nacional ahora los candidatos ya seleccionados.
-Hay muchas críticas a la gestión del actual intendente que se postula para su reelección, ¿cuáles son las que destacas?
-Bueno, en estos días vimos los resultados del Observatorio del Transporte, un servicio clave en la ciudad de Rosario que muestra un déficit realmente tremendo. Afecta a la vida de los trabajadores que además. Hay que decirlo, hoy quien se maneja en colectivo es aquel trabajador y trabajadora que no tiene otra alternativa. Porque por cómo funciona el sistema, con lo mal que funciona, con la falta de frecuencia hace que el que tiene un manguito se compre un auto o una moto o vaya en bicicleta. Frente a eso me parece que es claro que tiene que ver con una una falla en la gestión. Porque si nos quedamos entrampados siempre en la necesidad de que haya mayor cantidad de subsidios -lo cual es cierto que Rosario merece tener un trato igualitario a otras grandes ciudades del país en materia de subsidios- pero también digo que nosotros veníamos reclamando en soledad en el año 2015 la llegada de la SUBE.
-¿El municipio podría hacer más por el servicio de los que hace?
-Absolutamente. Te doy un ejemplo concreto. yo que estuve con la movida con las mujeres colectiveras para que haya mujeres manejando hoy el transporte urbano de pasajeros. Seguimos viendo falencias, por ejemplo, en el desarrollo de su laburo porque no tienen baños con calidad en las puntas de línea, pero esto no es algo que preocupa solo a las mujeres conductoras, si no los varones también hoy un varón o una mujer conductora que quiere ir al baño y tiene un pésimo baño en la punta de línea o no tiene baño. Entonces firma una planilla y se retira a su domicilio sin obligación de retomar el servicio. Rápidamente de urgencia, hay que llamar a otro chofer que venga desde su casa a tomar ese servicio, entonces por ahí está el pasajero se pasa 40 o 50 minutos esperando el bondi y dice che, qué mal lo subsidios. Y tiene que ver con que no estamos pudiendo garantizar un baño. Gran parte de lo que ha sido el discurso del intendente Pablo Javkin en los últimos tiempos es decir, bueno la responsabilidad está en otro lado. También eso forma parte de la crisis de representatividad política que tenemos hoy: La gente dice para qué voy a ir a votar, si al que voto me dice que nada es de su competencia, si me dice que no pueda hacer nada.
-Pero acá hubo intendentes que se hicieron cargo de muchas cosas...
-Claro, por eso recuerdo todo el tiempo y trato de traer de nuevo a Héctor Cavallero que fue para mí el mejor intendente que tuvo Rosario. Fue un tipo que le puso gas a gran parte de la ciudad cuando no era de su competencia, que cuando tenía baches en Circunvalación no esperó la autorización nacional, hizo las obras y se comió un juicio y una multa muy grande, pero eran rosarinos y rosarinas los que morían en accidentes de tránsito. En la época de Cavallero, el Servicio Público de la Vivienda hacía viviendas, hacían viviendas sociales y hacían vivienda de sectores medios. Hubo un momento en el que Rosario pudo hacer eso. Me parece entonces que también hay malestar en la sociedad que se resiste a tener un intendente que se queja de todo lo que le pasa, que parece que todo lo supera y que además patea la pelota permanentemente afuera. Y además, creo que en política hay que ser honesto cuando uno opina y habla de que “Rosario fue abandonada por la provincia y fue abandonada por la Nación”. Se habla en campaña de de urbanizaciones, de las luces LED y ¿de dónde sacó la plata Javkin para eso todo?. Son inversiones de la provincia y de la nación, entonces también hay que ser sinceros frente a la ciudadanía.
-¿Es posible recuperar el perfil de esa ciudad que quería ser copiada en toda la provincia en algún momento?
-Yo creo que sí, pero creo que también es necesario que todo el arco político asuma la responsabilidad de salir de este de esta zona en la que estamos. Veo muy difícil salir si estamos en este marco de mezquindades donde cada uno ve cómo lleva agua para su propio molino, mientras vemos que la ciudad está cada vez más detonada donde no se puede ni transitar, donde el bondi no llega a horario, donde la violencia y el narcotráfico avanza. Insisto con Cavallero, pero recuerdo cuando hablaba de unir a todas las fuerzas vivas de la ciudad, hay que juntar a todos los actores más importantes de esta ciudad todos lo que construyen. Las mujeres que cocinan en los comedores y las ONG que asisten para contención de adicciones. Me parece que es necesario juntar a todos esos actores que a veces tienen más noción de la realidad que algunos dirigentes.
-Como pasa a nivel nacional, ¿crees que también en estas elecciones a nivel municipal se discuten modelos, en este caso modelos de ciudad?
-Por supuesto. Hay distintas normativas que se están cocinando en el Ejecutivo y que van a ser las próximas que van a llevar al Consejo y bueno denota un poco quién diseña la ciudad quién define la política en la ciudad. Y quedan afuera las grandes mayorías, porque hablamos de la Ley de Alquileres y vemos la cantidad de viviendas ociosas que todavía hay en Rosario. La construcción nunca se frenó entonces cuando vos ves las normativas que muchas veces propone la actual Intendencia y la anterior; lo único que piensan es en cómo aumentan la altura es de los edificios para mejorar la ecuación económica de los empresarios. O sea, es especulación inmobiliaria y siguen sin pensar en dónde van a vivir los rosarinos que hoy no tienen casa.