Juan Monteverde rompió el molde –"transformó", le gustará decir– de lo que suele ser un acto de campaña en vísperas de una elección. Empezó por invitar personalmente a cada persona del auditorio que anoche colmó el teatro Fundación Astengo. Y en el escenario no hubo discursos a la usanza tradicional, ni bombos, banderas o cantitos. Un entrevistador y el candidato a intendente del espacio Rosario Sin Miedo en un reportaje mano a mano. La charla fue y vino entre la historia de vida y definiciones políticas de lo que propone el concejal de Ciudad Futura, ahora en unión con el Movimiento Evita del peronismo y un diverso arco de organizaciones sociales. Desde ese lugar, llamó a "transformar la política en una herramienta que reconstruya la humanidad en todas las cosas, hacerse cargo y aportar a que la gente pueda construir una vida feliz: esto debe ser un intendente, no un administrador de desigualdades", lanzó.
La convocatoria se llamó "1000 liderazgos contra la grieta y una Rosario sin miedo", y convocó a personas de toda índole, oficio, participación y procedencia en la geografía física y social de Rosario. Desde Luisa, la primera vecina de Nuevo Alberdi que conoció allá en los tiempos del Movimiento Giros, hasta empresarios pymes, vecinalistas, emprendedores, artistas, y más. Y por supuesto, los socios de esta coalición con una parte del peronismo local: Eduardo Toniolli, Lucila De Ponti, Mariano Romero, Silvana Teisa y Lisandro Cavatorta.
El periodista Juan Junco ofició de entrevistador y garante de una charla desacartonada, con momentos de franca hilaridad y anécdotas varias. Su nacimiento en Alberdi, 1985, y la vida en barrio Agote, horas arriba del 102, el 103 y el 35/9, el Jardín de la Libertad que fundaron sus padres y otros como "solución colectiva" a la falta de plata para costear un maternal privado, la escuela Gurruchaga, la licenciatura en Comunicación Social, Giros, el origen de su pareja con Caren Tepp frente a la Municipalidad y en un acampe de 2007 por la enésima inundación en Nuevo Alberdi, el origen de Ciudad Futura, el crecimiento, y más. Monteverde repasó vida y acción en esa entrevista que simbolizó lo que propone para la escena pública de la ciudad y que buscará en la elección del domingo.
"Acostumbrarse a administrar lo existente es asumir la derrota", dijo en lo que pareció un palo al estilo de su competidor, Pablo Javkin. "La política debe recuperar dimensión, y la escala ciudad es la ideal. Rosario es capital de la violencia, de los homicidios, pero puede ser capital de la transformación porque la energía está en su gente. La política debe animarse a darle poder a la gente y tendremos entonces la ciudad que nos merecemos", arengó. La alusión conectó con algunas propuestas de su plan de gobierno como la participación vecinal en los distritos, consulta popular, etc.
"Mis viejos me aconsejaban cuando chico que no pusiera todos los huevos en la misma canasta. Yo los puse en la misma y acá estamos", ratificó.
Este hombre joven que arrancó a militar a los 20 años luego del "que se vayan todos" de 2001 narró cómo armó espacio propio con compañeros que no sentían identidad con ningún partido. Y fue el movimiento Giros, y fue hacer pie en Nuevo Alberdi y desde allí crecer. "Creamos la escuela La Ética, la empresa pública de alimentos, un espacio cultural como el D7 sin ser gobierno. Y es porque entendemos que las cosas no son así, las cosas están así y se pueden transformar. Evito esa historia del que empezó queriendo cambiar el mundo y terminó queriendo cambiar el auto", distinguió.
El concepto de lo colectivo sobrevoló la charla una y otra vez. "Este sistema nos deshumaniza, nos acostumbra a contar los muertos, ayer por covid, luego por violencia. En Rosario una persona se suicida cada día. ¿Qué estamos haciendo? Salgamos de la desilusión, nadie se salva solo. Construimos algo superador, sumamos fuerza para llegar a lo que falta. Vamos, que lo mejor de la vida siempre es con otro", resaltó.