Julio Santucho, padre del nieto recuperado 133, contó por AM750 cómo fue el encuentro con el Papa Francisco de esta semana y reveló algunos detalles del esperado momento. Además, salió al cruce de las declaraciones negacionistas de los candidatos libertarios luego del acto organizado por Victoria Villarruel esta semana en la Legislatura porteña.
Santucho reconoció que el encuentro con Francisco fue un momento “muy emotivo”, y explicó que el entre con el Papa fue gestionado en parte por la monja Genevieve Jeanningros, sobrina de la monja Leonie Duquet, quien junto a Alice Dumon fueron desaparecidas en la Argentina en 1977, durante su misión en la parroquia de la Santa Cruz, en la que se había infiltrado el represor Alfredo Astiz, condenado por delitos de lesa humanidad.
Ella hizo de vínculo previamente a la reunión con el líder religioso. Fue Jeanningros quien le habló al Papa Francisco del nieto 133, que estaba en Roma y que quería saludarlo.
Al enterarse de esto, el Papa dijo que le interesaba materializar el encuentro, por lo que pidió que cuando pasara saludando, le hagan un llamado de atención. A la par, ellos consiguieron el permiso para asistir a la ceremonia y la zona especial donde Francisco se acerca a saludar a los creyentes.
En este contexto, eligieron ubicarse de una manera estratégica para que el Papa, al pasar, los reconociera. En primer lugar, se puso Jeanningros; luego Miguel "Tano" Santucho; el nieto 133, “el nuevo hijo” de la familia, en palabras del padre; y, finalmente, Julio Santucho.
“La primera persona con la que se encuentra el Papa es con la monja. Ellos ya se tienen mucha confianza. Ahí le dice que trajo a los muchachos. Ahí nos saluda con la mano”, precisió sobre el encuentro Julio.
Y continuó: “Entonces Miguel le dice que el miembro de Abuelas de Plaza de Mayo y hermano de un nieto recuperado. Luego, mi hijo recuperado, que es creyente, estaba muy emocionado”. “Cuando le dice 'yo soy Santucho y nací en un campo de concentración' le cuenta, además, que quería que bendiga un rosario para sus hijas”, relató sobre el encuentro.
Finalmente, contó la reunión que tuvo él, el último de la fila, con el Papa: “Todo el mundo sabe que yo estudié para sacerdote. Estudié teología. Esta es la primera vez que estoy con el Papa Francisco, no lo conocía. Le di una copia del diploma de la UCA que lleva la firma de Jorge Bergoglio, porque era Arzobispo”.
“Eso fue el encuentro. Por eso digo, no exagerar. Pero él era consciente de con quién estaba. Posiblemente de mucha de la gente que saluda no sabe quién es”, concluyó sobre el encuentro que mantuvieron.
Críticas y rechazo a los negacionistas
Por otra parte, Santucho lamentó la avanzada negacionista de los candidatos libertarios. "No se puede destruir una lucha de 50 años, el intento que hace este grupo de defensores de la dictadura y el terrorismo de Estado no va a pasar, el pueblo argentino sufrió una de las peores dictaduras de América Latina", señaló.
"El gran éxito de la lucha contra la dictadura es haber hecho miles de procesos judiciales y tener más de 1.100 oficiales de las Fuerzas Armadas condenados. Y cuando se quiso aplicar el 2x1 y reducir las penas de los genocidas hubo una gran movilización y debieron dar marcha atrás", dijo luego, y señaló que "esas pretensiones de negar que hubo dictadura y terrorismo de Estado no va a tener éxito, pero no hay que confiarse, hay que luchar y defender estos principios que le han dado honor y prestigio a la Argentina en todo el mundo".
Para Santucho, "la sociedad argentina ha madurado", aunque remarcó que "no hay que bajar los brazos" y pidió "salir a la calle para defender estas conquistas que son importantísimas para la dignidad del pueblo".
El nieto 133
El nieto 133, cuya recuperación fue anunciada por Abuelas de Plaza de Mayo meses atrás, había viajado junto a su padre a Italia para conocer a sus dos hermanos que residen allí. "Lo primero que quería era conocerlo, estar con él, compartir un tiempo", relató en diálogo con la AM750.
"Conocer a mi hijo es una experiencia increíble. Hay que tener en cuenta que empezó a desconfiar de que los apropiadores fueran sus padres, él tenía una convivencia muy difícil, particularmente con el hombre, que es el único que vive. De golpe, de no tener familia o tener una familia lamentable, se encontró con una familia grande y el apoyo, la simpatía, el aliento de mucha gente y de la sociedad", recalcó.