Integrantes del Coro del Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, denunciaron que fueron amenazados por un militar retirado durante un encuentro en Las Flores, provincia de Buenos Aires. “Se acercó a nuestra mesa y nos dijo que había filmado nuestras caras y compartido las imágenes en los chats del Liceo militar”, relataron desde la institución. En diálogo con Página/12, su director, Eduardo Ferraudi, relacionó la amenaza con “el contexto de avanzada negacionista” que atraviesa el país, luego de que La Libertad Avanza, de cuya fórmula forma parte Victoria Villarruel, la diputada que justifica el genocidio de la última dictadura, ganara las elecciones primarias. “El sector nostálgico del terrorismo de Estado se siente habilitado de decir lo que piensa y desea”, opinó. No descartan realizar una denuncia penal.

“Si cada día se legitima más el genocidio en el discurso público es esperable que este sector nostálgico del terrorismo de Estado estén evalentonados. Este tipo jamás hubiera animado a decirnos lo que nos dijo si el negacionismo no estuviera tan instalado”, apuntó Ferraudi.

El director del Coro del Ecunhi, un colectivo integrado por 30 coreustas, reconstruyó la “situación horrible” que tuvieron que atravesar el viernes 1 de septiembre pasado. Estaban en la ciudad bonaerense de Las Flores, participando del noveno encuentro coral que organiza ese municipio.

“No es la primera vez que vamos y es muy lindo, disfrutamos mucho. Son tres días que esperábamos compartir y disfrutar con gente de coros de diferentes instituciones de la provincia y de otras partes del país también”, narró el director del coro del ECuNHi.

La amenaza les cambió los planes. El cuerpo musical que representa a las Madres de Plaza de Mayo había cantado la tarde del viernes en la iglesia de la plaza central de la ciudad. Luego, con el resto de los participantes del encuentro se reunieron en el Centro Recreativo Néstor Kirchner, el polideportivo principal de Las Flores, para cenar entre todos. “Estábamos sentados en mesas redondas, nosotros, al ser muchos, ocupábamos varias. Y entonces este tipo que se presentó como que era del Ejército y excombatiente de Malvinas. Se acercó con una copa en la mano y nos dijo ‘yo brindaría con ustedes, pero no sé si ustedes quisieran brindar conmigo’. Y luego vino la amenaza: nos dijo que nos había filmado, que había filmado nuestras caras en el concierto, y que lo había pasado a los chats del liceo militar”, reconstruyó Ferraudi, que se puso al frente de las respuestas del coro.

El director lo enfrentó: “Le dije que nos estaba amenazando directamente. Me respondió que no, que no vaya a pensar que era una actividad de inteligencia del Ejército, que nos quedáramos tranquilos”, reprodujo.

Luego de las amenazas, el hombre, quien según pudieron averiguar efectivamente es un militar retirado que combatió en Malvinas, hizo referencia a la Escuela de Mecánica de la Armada, en donde tras la desafectación y su recuperación para su transformación en Espacio de Memoria impulsada durante la presidencia de Kirchner la Asociación Madres de Plaza de Mayo fundó el ECuNHi: “Nos dijo que estábamos ocupando un lugar que les pertenecía a ellos, por las Fuerzas Armadas, yo le respondí que en ese lugar las Fuerzas Armadas habían instalado un centro clandestino”, recordó el director del coro.

“Fue una situación horrible, nos sentimos vulnerables y de hecho muchos de nosotros pensamos si debíamos seguir estando ahí o nos teníamos que ir”, apuntó el director del Coro del ECuNHi. Él consideraba que irse no era una opción: “Si bien el impacto fue muy fuerte, y muchos no tenían ganas de seguir cantando, yo nunca pensé en irme pues si nos íbamos era regalarle a esta gente un espacio que no merecen. El que debía irse era él”, remarcó.

Todavía quedaban dos días de encuentro. De inmediato, Ferraudi recibió la solidaridad de la directora del coro que integra el “milico nostálgico”. “Se intentó disculpar, le resultaba vergonzante”, añadió. Al otro día, el militar retirado simuló unas disculpas que “no fueron tales”, porque “intentó negar que no había dicho lo que en verdad nos dijo”. Se terminó yendo el sábado al mediodía.

Desde el coro denunciaron vía redes la amenaza sufrida y remarcaron que si bien les generó “estupor e indignación”, sus integrantes se sienten “orgullosos del espacio cultural de memoria, verdad y justicia” que representan “honrando el legado de las Madres”. No descartan realizar una denuncia penal por amenazas, pero aún lo evalúan.

Por último, el director del colectivo consideró que “debería ser penalizable todo avasallamiento a los derechos humanos y a la lucha de las Madres”, en relación a la posibilidad de la existencia de una ley contra el negacionismo. “Los derechos humanos y las Madres deben quedar a salvo de quien sea. Nadie debería sentirse habilitado de discutir la lucha por la memoria, la verdad y la justicia”, concluyó.