La histórica ronda de las Madres de Plaza de Mayo probablemente sea el espacio más representativo de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia. Todo empezó una tarde de 1977, en la que un grupo de mujeres desafió al Estado genocida en búsqueda de sus hijos. Pasaron desde entonces 2369 jueves y las madres, en una nueva marcha, junto a sindicatos y dirigentes políticos y sociales, repudiaron a los "apologistas de la dictadura" que bregan por un retroceso en la defensa de los derechos humanos y que portan discursos que reivindican el terrorismo de Estado, a través de personajes --como Victoria Villarruel-- que cuestionan la memoria dentro de las instituciones de la democracia. La idea de la jornada fue demostrar que la lucha se sigue dando fundamentalmente en las calles.
Sobre las baldosas aún mojadas por la lluvia de la mañana, una masiva columna encabezada por Josefa “Pina” de Fiore y Carmen Arias y engrosada por la militancia rodeaba la Pirámide de Mayo. El clásico "Madres de la plaza, el pueblo las abraza" se hacía sentir con un revitalizado impulso a pocos días de que la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza y defensora de represores, Victoria Villarruel, organizara un acto en la Legislatura porteña con el objeto de relativizar el plan sistemático criminal de la dictadura. Junto a las madres marchaba el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, quien dijo a Página/12 que ese encuentro “tuvo un fuerte impacto” en la sociedad. “Quieren volver a discutir temas que ya están saldados. Porque el Estado en sus tres poderes ya ha reconocido que lo que sucedió en la Argentina son delitos de lesa humanidad. El terrorismo fue uno solo y fue el del Estado”, aseguró. Sin embargo, afirmó que es posible disputar esos sentidos de cara a octubre, ya que “la mayor parte de la gente que votó a Milei seguramente no conocía a Villarruel ni su pensamiento. Hay que visibilizarla, hay que contar cuál es el mensaje de esos sectores y salir a militar para dar vuelta esta elección”.
“Detrás de aquellos que prometen que vienen a terminar con la casta está la peor de todas las castas que vio este país, que es la casta militar que es la que se cargó a nuestros compañeros y a la que tenemos que seguir señalando una y otra vez”, aseguró la secretaria general de La Cámpora, Lucía Cámpora. En un contexto en el que las nuevas generaciones son permeables a los discursos que pretenden negar el pasado, sostuvo que es preciso redoblar los esfuerzos de la militancia porque “a los pibes y las pibas se los tenemos que decir con convicción”.
En tanto, el titular de Ate Capital, Daniel Catalano se mostró emocionado por “lo que nos empujan a vivir como generación”. El dirigente sindical afirmó que el oficialismo debe “dar un batacazo” en octubre para disputar las leyes en el Congreso, ante la posibilidad de que opciones reaccionarias constituyan una mayoría parlamentaria. “Está claro que son tiempos difíciles, que tenemos muchas dolencias, que hay mucho para transformar, pero si nosotros no logramos construir una victoria, tenemos que empezar a pensar que van a cerrar nuestros sindicatos, nuestros hospitales, nuestras fábricas, nuestras escuelas, que van a volver a intentar ir sobre las madres. Tenemos que hacernos cargo del momento histórico que vivimos”, aseguró.
Concluida la marcha, el periodista y concejal de Cañuelas Kike Alcoba ofició de presentador del acto. “A través de esta movilización, ya sea por enojo, por indignación, por lo que nos mueva, el pueblo en la calle debe estar siempre, el pueblo en la calle es lo que nos va a garantizar nuevamente un gobierno nacional y popular” para frenar a la “derecha asesina”, afirmó al comenzar. Lo siguió Demetrio Iramain, quien aseguró que “los compañeros y compañeras eran militantes políticos revolucionarios que amaban su país, su tierra, su patria, su clase, sus compañeros y compañeras y dieron la vida con una generosidad extraordinaria”. Por eso, llamó a “no entrar en el juego de ver quién es más víctima”, puesto que uno de los logros de las Madres fue reivindicar la lucha de sus hijos. “Lo que pasa es que tienen atragantado desde aquel 24 de marzo de 2004, el primero de Néstor presidente, cuando le sacó la Esma a la Marina, se la entregó a las organizaciones de la sociedad civil y reivindicó a los desaparecidos llamándolos compañeros”, afirmó.
El recuerdo de Hebe de Bonafini estuvo presente en cada uno de los oradores que tomó la palabra en la inestable tarde porteña. “Nos mandó un solazo del cielo y paró de llover, hasta marchamos con sol, algo impensado a la mañana”, bromeó Iramain. Bajo la carpa sonreían las referentes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que continúan el camino de quien fuera su presidenta hasta su partida hace menos de un año. Sobre el cierre del acto, Arias leyó un fragmento de un discurso de Hebe y afirmó: “Me parece que la palabra revolución hay que reivindicarla más. No hay que tenerle miedo. Nos hicieron creer que la revolución tenía que ver con el terrorismo. Ningún revolucionario es terrorista, porque los revolucionarios aman a sus hijos, su patria y el camino que eligieron”. Y pidió que “no le respondamos más a los que mienten y difaman”.
Luego del acto, el exvicepresidente Amado Boudou se acercó a la carpa, conversó unos minutos con las madres y confesó estar “muy emocionado” con el encuentro. “Hay todo un entramado desde hace mucho para intentar vulnerar lo que era el pacto democrático del pueblo argentino. Porque el acto de ayer se puede inscribir en la misma historia que el 2x1 de la Corte Suprema. Hay fuerzas tratando de traer las mismas políticas, pero también reivindicando el genocidio que sirvió para imponer esas políticas”, sostuvo en diálogo con este medio. Asimismo, aseguró que para disputar el voto de cara a octubre y reafirmar las políticas de derechos humanos es necesario “ser muy claro con el antagonismo. Es Memoria, Verdad y Justicia o persecución judicial. Y también en las políticas de distribución. Es importante tomar medidas hoy y marcar un camino de futuro que en los próximos cuatro años se va a recuperar lo que Macri y su gente le sacó al pueblo argentino”.
Informe: Diego Castro Romero