Clama el viento y ruge el mar

Dónde construir refugio en tiempos de incertidumbre. Eso es lo que se preguntaron los artistas Walter Barrios y Nicolás Trombetta al momento de seleccionar las imágenes de su muestra conjunta, La arquitectura de los peces y el perfume del error, que se exhibe en el Museo Castagnino de Mar del Plata hasta el 25 de octubre. La costa del Atlántico es, justamente, la arcilla con la cual se moldea el imaginario de estos fotógrafos que viven y trabajan entre Buenos Aires y el mar bonaerense. La indagación involucra las ciudades pero también, las especies animales y vegetales que se abren paso en los márgenes naturales. “Desde la intimidad, las fotos de Walter subyugan por su artificialidad llevada al extremo. Las de Nicolás, en el otro polo, son comunión con la naturaleza. Porque cuando se trata de estar a salvo no hay recetas ni lugares”, advierte la fotógrafa Laura Ortego, a cargo del texto curatorial. Ella observa que en estas obras, Trombetta “congela espirales de arena, conspira con el desierto para robarle algo al devenir y ocultarlo en un pase de magia: donde otros harían alarde de su certeza, él decide anclar en la incertidumbre”. Por su parte, “Barrios se atrinchera en los interiores de Mar del Plata como quien se prepara para pasar el invierno y le sube el volumen al extrañamiento hasta hacer volar por los aires el chalet californiano soñado de la costa”. Trombetta se formó en la Escuela de Arte Fotográfico de Avellaneda y en los talleres de Alberto Goldenstein y complementa su obra con investigaciones en torno a lenguajes contemporáneos que lo llevaron, por ejemplo, a realizar una residencia en la Antártida. Barrios creó en 2009 el Taller de Fotografía y Lenguaje Visual Salto Luz como espacio de formación e intercambio. Estas indagaciones y el diálogo que establecen entre ellos, les permiten a los dos fotógrafos crear obra que empuja los bordes del abismo.

El ropero de X-Girl

Además de ser la bajista y cantante de Sonic Youth, Kim Gordon es una artista versátil que incluso viene indagando en el campo de la moda con su línea de ropa X-Girl, creada junto a Daisy Von Furth y Mike D, de los Beastie Boys. Ahora volvió a establecer una alianza con la diseñadora Christina Turner, pero esta vez para abrir su guardarropas y organizar una venta de garaje en Silver Lake, Los Ángeles, donde vive. Entre la pilcha destacada hubo unos pantalones cortos dorados metálicos de cintura alta de Isabel Marant que la bajista usó cuando actuó en el Festival de Música BBC Radio 6 de 2020 en Londres, vendido por mil dólares. También, los botines abiertos con lentejuelas plateadas que lució junto a Pat Smear, Dave Grohl y Krist Novoselic en la incorporación de Nirvana al Salón de la Fama del Rock and Roll, que se vendieron rápidamente por 20 dólares. Y un vestido negro de & Other Stories con un pájaro plateado y dorado hecho con cuentas, que Gordon paseó por el desfile de primavera del 2016 de Marc Jacobs en la ciudad de Nueva York, se cotizaba por 75 dólares. En su cuenta de Twitter, Kim contó que la recaudación total fue de 17 mil dólares y que donó todo al Dowtown’s Women Center, un espacio de acogida para mujeres víctimas de violencia. Por gestos como este es imposible no seguir amando a La chica de la banda, como se nombró a sí misma en una autobiografía que cualquier aspirante a sobreviviente en tiempos de crisis debe leer.

Belle DuJour

Como contracara del revuelo que causó la tapa de Vogue donde aparecen las supermodelos Linda Evangelista, Cindy Crawford, Christy Turlington y Naomi Campbell convertidas en bellezas de artificio por la cantidad de retoques fotográficos, la actriz británica Hellen Mirren fue portada de la revista DuJour luciendo un estilo elegantísimo pero natural a sus 78 años. La ganadora del Oscar temor no tuvo de resaltar ni su rostro ni sus arrugas durante la producción fotográfica y declaró en la revista que, siguiendo algo que dijo David Bowie, el tiempo es un aliado “para convertirnos en las personas que siempre debimos ser”. En ese sentido, consideró que la vejez debe ser revisada más bien en términos de florecimiento “porque una se vuelve más sabia y menos superficial mientras el tiempo pasa” y subrayó que “la idea de belleza se debe abrir a una perspectiva más amplia, en especial cuando se trata de mujeres”. La portada de DuJour se debe, entre otras razones, a que Mirren es la protagonista de Golda, dirigida por Guy Nattiv. El film sigue a Golda Meir, la primera y única mujer jefa del gobierno israelí, durante los 19 días de la Guerra de Yom Kippur en octubre de 1973. La actriz fue criticada porque no es de origen judío pero Nattiv le dijo a DuJour: “Helen tiene la combinación perfecta de una figura autoritaria y dominante, pero también de una enorme fuente de emoción y humanidad. Viviría en cualquier país que ella eligiera como primera ministra”.

El Holocausto romaní

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Helena Malíková vivía en Checoslovaquia, junto a unas 150 familias a orillas del río Morava. Helena era una adolescente cuando el ejército alemán invadió la zona en 1939 y obligó a Malíková y a su familia a ingresar en un campo de concentración en Hodonín, desde donde la mayoría de ellos fueron enviados a Auschwitz. Cientos de miles de romaníes, a los que alguna vez se llamó burlonamente gitanos, fueron asesinados por los nazis. Malíková fue una de las pocas que sobrevivió para contar su historia que ahora es parte de Testimonios de Romaníes y Sinti, una nueva base de datos dedicada al genocidio romaní de la Segunda Guerra Mundial, por ahora escrita en checo e inglés. La base de datos se dio a conocer el mes pasado, con la conmemoración del asesinato en masa de miles de romaníes en Auschwitz, el 2 de agosto de 1944, ya que pretende aumentar la conciencia pública sobre el sufrimiento del pueblo romaní, que representa la minoría étnica más grande de Europa. Se trata de una iniciativa del Foro de Historia Romaní de Praga del Instituto de Historia Contemporánea, que forma parte de la Academia Checa de Ciencias. La noticia de la apertura de este sitio web fue dada por el New York Times, con datos del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos, que estime que había entre un millón y un millón y medio de romaníes viviendo en la Europa antes de la guerra (la mitad de esta población, en Europa del Este) antes de que comenzaran la persecución, las deportaciones y los asesinatos. También, que entre 250 mil y 500 mil romaníes y sinti murieron a manos del régimen nazi, “una cifra muy inexacta porque se han recopilado muy pocos datos sobre su población antes o después de la guerra”, afirmó Krista Hegburg, estudiosa del genocidio romaní. Este pueblo fue detenido a menudo junto con judíos, pero su Holocausto ha sido descrito durante mucho tiempo como “una historia silenciada, olvidada y oculta”. Así lo afirmó Angela Kocze, presidenta del programa de Estudios Romaníes de la Universidad Centroeuropea de Budapest. La base de datos incluye actualmente 115 historias contadas por sobrevivientes y el objetivo es duplicar esa cifra para el próximo año. “Esta iniciativa busca legitimar y dar una voz auténtica a los romaníes como inicio de un acto de reconocimiento”, dijo. El sitio incluye fotos, materiales de archivo y sobre todo, historias de vida que permiten reconstruir el horror y la resistencia.