Un toque de glamour, algo de liviandad, un poco de inocencia infantil como en un juego de dos, letras que hablan de deseos de ser amada y melodías melosas componen la receta de Las Crème Brulée, una banda compuesta por Alejandra Carballeda y Bárbara Lopardo. Su música recuerda a las Viudas e Hijas de Roque Enroll, a Miranda y a Las Taradas, como antecedentes de voces femeninas que recorren el mundo del rock. Retoman las situaciones anecdóticas, la nostalgia un poco naif y un doble sentido fino y marcado.
En su último disco, Mal de Amor, hablan de romances entre mujeres, poesía con género y chicas que quieren conquistar motoqueras. En la canción “Anita” reclaman un poco de amor ante tanto desconcierto. “Las letras suelen no tener género. Las situaciones que se relatan en la mayoría de las letras le pueden ocurrir a cualquier persona, a quién se sienta identificada. Creo que por ahí pasa nuestro gancho. ‘Anita’, por ejemplo, habla de una relación entre dos mujeres. Pero también podría llamarse ‘Pablo’”, aseguran y agregan: “Algunas letras hablan de amores frustrados como ‘Mal de Amor’, otras tratan el enamoramiento como ‘Será’. Hablamos de lo que nos pasa a todos y a todas. A veces somos correspondidas y otras veces no. También se habla de momentos de felicidad o de un día de laburo en el cual finalmente pasó algo como para cambiarte el humor”.
Las canciones hablan del amor en la vida cotidiana y son inmensamente bailables, como una premisa predeterminada que mezcla el arte con el cuerpo en constante movimiento. Hay que bailar para estar vivas, para ser y transmitir un deseo. Amor inclusivo para bailar sin parar, destinado sobre todo al público femenino. Ellas lo entienden y lo encaran así: “Nuestro público se compone mayormente por mujeres. Le cantamos al amor y para nosotras el amor es inclusivo. Hoy le podemos cantar una canción a una chica, en el caso de ‘Anita’ pero la mayoría de las canciones que hacemos no van dirigidas a ningún género específico. El amor no se etiqueta, se siente y la idea es que cada persona que escuche una canción cantada por Las Crème pueda identificarse y sentirse incluida”.
Unas de las canciones del disco es “Cachetada”, un cover de La Barra, con la participación de Pablo Ruiz y uno de los estribillos más pegadizos del mundo. “Es una cachetada, cada caricia que le das me mata”, dice la letra y se multiplica una y otra vez con un sonido surf, pop y hasta folk con la incorporación del ukelele. “Yo conocí el ukelele a través de Paula Maffía, que era mi profe de canto allá por 2011. Para mi cumple mis amigas me habían regalado un ukelele porque yo estaba completamente enamorada de esa cosita hermosa y lo empecé a llevar a nuestras ´terapias´ musicales, es un instrumento súper amigable para tocar y transportar. Dejamos las guitarras y no soltamos los ukeleles desde entonces”, cuenta Bárbara. Ella y Alejandra se conocieron en un foro de Internet, “Tres Jolie”. Todo empezó cuando se pusieron una noche a cantar juntas, como “terapia”, ya que a las dos les gustaban las mismas bandas. Este año se largaron con todo a tocar en vivo, en los escasos lugares que hay en la ciudad para las bandas nuevas.
Las chicas que componen Las Crème Brulée creen que ya no es tan duro ser mujeres en el rock: “Al menos nosotras nos sentimos re incluidas en la movida. Nos invitan constantemente a participar de fechas, ciclos y movidas organizadas tanto por varones como por mujeres. A raíz de la movida feminista también se están generando más espacios para todas, nos estamos haciendo mucho más visibles, hay muchas bandas de chicas, solistas y es hermoso. Internet, las redes sociales, nos ayudan un montón a la difusión también. Podés filmarte y publicar lo que hacés y a disposición de todo el mundo”. M