Un grupo de astrónomos de la Universidad de Hawái descubrió una "burbuja de galaxias" que podría ser un remanente fósil del Big Bang, según un estudio publicado en The Astrophysical Journal. Los investigadores analizan si la estructura colosal, ubicada a 820 millones de años luz de la Tierra, tiene relación con el nacimiento del universo.
El astrónomo Brent Tully del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái y su equipo encontraron la burbuja dentro de una red de galaxias, y la designaron con el nombre de Hoʻoleilana, un término que refiere a un canto de creación hawaiano que evoca el origen de la estructura, informó la institución académica en su página oficial.
"No lo estábamos buscando. Es tan grande que se derrama hasta los bordes del sector del cielo que estábamos analizando", explicó Tully. Respecto a la densidad de las galaxias, aclaró que tienen "una característica mucho más fuerte de lo esperado", ya que "el gran diámetro de 1.000 millones de años luz supera las expectativas teóricas".
El hallazgo de Ho'oleilana ocurrió de forma casual, a través de los estudios de Tully sobre los nuevos catálogos de galaxias. "Fue algo inesperado", relató por su parte el investigador francés Daniel Pomarède. El astrofísico y coautor del estudio investigaba una cartografía de esta región del cielo.
Luego, los dos investigadores se pusieron en contacto con el joven cosmólogo australiano Cullan Howlett, de la Universidad de Brisbane. Este tercer autor del estudio, experto en Oscilaciones Acústicas Bariónicas (BAO) y en el análisis de grandes catálogos de galaxias, "determinó matemáticamente la estructura esférica que más se correspondía con los datos aportados".
Esto permitió visualizar en tres dimensiones la forma de Ho'oleilana y la posición de los archipiélagos de galaxias que la componen.
Un hallazgo científico de larga data
El descubrimiento de la burbuja de galaxia podría ayudar a reforzar el conocimiento de los científicos sobre los efectos de la evolución de las galaxias, según indicó la Universidad de Hawái.
Los astrónomos localizaron la burbuja con datos de Cosmicflows-4, la mayor recopilación de distancias precisas a las galaxias hasta el momento. Creen que esta puede ser la primera vez que se identifica una estructura individual asociada con un BAO.
El hallazgo se enmarca en "un proceso científico muy largo", según Pomarède, ya que valida un fenómeno descrito en 1970 por el cosmólogo estadounidense y futuro Nobel de Física, Jim Peebles.
El científico explicó que en el universo primordial, constituido entonces por un plasma de partículas y luz, los procesos implicados producen ondas acústicas. Estas vibraciones crearán en el interior del plasma una especie de burbujas con materia en el centro.
El proceso se interrumpe 380.000 años después del Big bang, "congelando" la forma de estas burbujas. Luego irán creciendo, según la expansión del universo, como los "fósiles" de esas eras.
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