En 2011, la artista Silvia Carbone recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Artes Visuales por su trabajo en cerámica y pensó en devolver una parte de todas las gratificaciones que obtuvo gracias a su profesión. Para eso convocó a varios colegas y alumnos de sus talleres y formó el colectivo Barro de la Patria Grande. Una de sus principales iniciativas es el Encuentro Binacional de Cerámica por la unión de los pueblos hermanos de Argentina y Bolivia: del 10 al 15 de septiembre se desarrollará la 3° edición en la Casa de la Cultura de Merlo (Av. Real y Padre Espinal) con una nutrida grilla de actividades; la entrada es libre, gratuita y para todas las edades.
“El puntapié inicial fue devolver todo lo que la profesión me dio trabajando por los otros. Poder viajar y visitar pueblos de la América profunda era uno de mis sueños de juventud y pude transformarlo en realidad junto a alumnos y colegas con quienes viajamos una, dos e incluso tres veces por año”, cuenta la ceramista en diálogo con Página/12. En relación al origen de estos encuentros, Carbone recuerda que venían trabajando en pueblos rurales de Bolivia desde 2014: “Ahí me contactó un ceramista de Oruro y me propuso que trabajáramos juntos en alguna actividad; entonces se me ocurrió organizar un encuentro de hermandad a través de la cerámica para compartir saberes y trabajar por el arte y la cultura”.
La primera edición se llevó a cabo en Tarija en 2017; la segunda fue en Tupiza, en 2022. En esas oportunidades los ceramistas argentinos viajaron a Bolivia, pero esta será la primera vez que sus colegas bolivianos visitarán Argentina. “Se generó un vínculo muy estrecho de amistad, cariño y hermandad que cada vez crece ”, asegura Carbone, y subraya que en esta edición “podremos recibir a los hermanos de Bolivia y hospedarlos acá gracias al apoyo del Municipio de Merlo". Según la artista, se trata de una movida cultural muy importante que "hará historia en nuestro querido conurbano bonaerense”. En tiempos en los que se debate intensamente el rol del Estado, iniciativas como esta reafirman el papel clave que tienen las políticas culturales a la hora de construir una mirada latinoamericanista: “Sin un Estado presente hubiera sido imposible cumplir el sueño de nuestros hermanos de venir a la Argentina: vendrán alumnos de escuelitas rurales, alfareros de pueblos alejados”.
Uno de los principales objetivos de estos encuentros es “difundir, mantener y revalorizar el arte cerámico y los saberes de las comunidades”. Carbone asegura que en ese intercambio de conocimientos siempre “es más lo que aprendemos estando en conexión con las comunidades que lo que nosotros damos, aunque por supuesto siempre hay un ida y vuelta”. Este año, además de los ceramistas argentinos y bolivianos habrá referentes de Perú, país invitado. Cuando se le consulta por las características distintivas del arte cerámico, dice: “Es un arte ancestral porque da cuenta de los testimonios materiales más contundentes. Es el arte primitivo que nos conecta con los cuatro elementos: la tierra, el aire, el fuego y el agua. Ellos lo siguen transmitiendo de generación en generación, no lo perdieron. Hay pueblos que sí y por eso intentamos reinsertarlo. Otras comunidades nos piden técnicas decorativas para darle un valor agregado a sus piezas, por supuesto sin perder su identidad cultural”.
La grilla de actividades incluye una exposición colectiva multitudinaria, un homenaje a los artistas Edgardo Peña y Myrta Baiter, trabajos expuestos al público, talleres abiertos y participativos, proyecciones audiovisuales, espectáculos, stands de exposición y venta, y conversatorios dedicados a temas como el cooperativismo, la producción de los pueblos originarios o los puentes entre arte y técnica. A partir del jueves habrá recorridos por distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y, además, una articulación con el Museo Evita. Otro eje importante será la integración de todos los actores del sector: no sólo habrá artistas sino también varias escuelas que brindarán talleres para la comunidad (aclaran que no hay necesidad de conocimientos previos). “La idea es promover el arte para que cualquier persona que toque la arcilla se enamore y pueda descubrir este hermoso arte, un oficio que le puede servir para la vida y para su crecimiento espiritual, porque esto nos conecta con los orígenes”.
Carbone señala también el contexto en el que se da este encuentro: “Estamos atravesando un período bastante difícil en el país, en Latinoamérica y en el mundo con las derechas que avanzan. Nosotros lo pensamos como un proyecto político: tratamos de hablar con la gente sobre la situación actual para seguir defendiendo nuestros derechos y luchando por la unión de la Patria Grande. Desde el arte esa es nuestra militancia. El trabajo colectivo es la única salida”.