La psicóloga del equipo interdisciplinario de la Asesoría de Incapaces de Cafayate, Leila Paz, se refirió a factores clave que se deben tener en cuenta, en una charla previa al Día Internacional para la Prevención del Suicidio, que se conmemora hoy, 10 de septiembre. “Cuando hablamos de suicidio, eso implica un proceso y es posible intervenir en cualquier etapa a través de la prevención. Para eso, lo más importante es observar y escuchar”, sostuvo.
La psicóloga destacó la importancia de generar habilidades sociales y emocionales entre niños, niñas y adolescentes. Recomendó que hagan actividades como deportes, que representen la pertenencia a un grupo con el que puedan contar y sentirse contenidos. También resaltó la necesidad de abrir espacios de diálogo en la familia.
Paz manifestó que es fundamental tener en cuenta a la adolescencia como una etapa de vulnerabilidad y cambios. Recomendó prestar especial atención cuando hay factores de riesgo, como estar atravesando por problemáticas familiares, situaciones de violencia, bullying o hechos traumáticos, como un abuso sexual.
“Hay que observar los cambios de conducta en los chicos, como el aislarse, el dejar de hacer actividades que les gustaban o no querer compartir con ciertos amigos que frecuentaban”, describió.
También dijo que los síntomas de un proceso de depresión pueden aparecer como desgano pero también como hiperactividad.
Con respecto a cómo establecer la comunicación, mencionó que es clave dar importancia a lo que expresan chicos, chicas y adolescentes. Pidió prestar atención a frases como “todo iría mejor sin mí”, “me gustaría dormirme y no despertar más” o “siento que soy una carga”.
“No debemos invalidar las emociones o responder ‘dejá de hablar tonteras’. Si descalificamos o minimizamos lo que nos dicen, si les decimos que ‘ya se les va a pasar’, nuestros hijos se van a cerrar a hablar sobre lo que les está sucediendo”, explicó.
Leila Paz refirió que hay mitos, como suponer que una persona que habla de una intención de suicidio no la va a concretar. “Hay que preguntarles qué les está pasando, qué están sintiendo. Son decisiones que no se toman de un momento a otro y hay que estar atentos a los procesos”, apuntó.