Sergio Romero lo hizo de nuevo y Boca zafó una vez más. Este domingo fue Almagro el que lo llevó hasta los penales, luego de remontar un 0-2 a favor del Xeneize. Pero con el boleto a cuartos de final de la Copa Argentina en juego, el exarquero de la Selección Argentina se hizo gigante, atajó dos disparos e inclinó la serie para el 4-3 de Boca, que ahora jugará contra Talleres de Córdoba.
Los cuartos de final quedaron entonces con Boca-Talleres y Huracán-Estudiantes de un lado, y San Lorenzo-San Martín de San Juan y Defensa y Justicia-Chaco For Ever del otro.
Con el 2-2 ante Almagro, que pelea por no descender en la Primera Nacional, Boca sumó su quinto partido seguido sin ganar (tres empates). La escasez de triunfos también se puede encontrar en los últimos ocho juegos, con apenas un éxito (3-1 a Platense), cinco igualdades y dos caídas.
Y entre tantas pardas aparecen las dos series de Copa Libertadores, ante Nacional de Montevideo y Racing, donde Romero atajó dos disparos en cada una. Ahora se suma la de Almagro al historial del número uno, que tiene una estadística que asusta a todo aquel que se le ponga enfrente: 10 penales atajados de 19 intentos.
En cuanto a lo sucedido durante los 90 minutos de tiempo regular en el estadio Carlos Augusto Mercado Luna, en La Rioja, Boca parecía que iba encaminado a una tarde tranquila cuando a los 26 minutos apareció Ezequiel Bullaude -segundo partido en el club, primero como titular- para conectar de cabeza un lindo centro de Lucas Janson. Dos de los refuerzos de este mercado se combinaban para poner al equipo de Jorge Almirón arriba en el marcador.
Hasta entonces, Almagro había sido el que más punzante estuvo para generar peligro, aunque con disparos de larga distancia, aprovechando algunos errores en la salida xeneize. El club que marcha 16º sobre 19 equipos en la Zona A de la Primera Nacional, a dos puntos del puesto de promoción por no descender, se refugiaba en campo propio y les rezaba a sus dos jugadores más ofensivos, el nueve Elías Alderete y el diez Alexis Cuello para que se inventen algo arriba.
Cuando Boca encontró el 2-0 en el segundo minuto de descuento de la primera parte a través de un lindo derechazo lejano de Lucas Blondel -otro refuerzo de este receso- ya parecía que no había rezo que valga para Almagro.
Contra las cuerdas, el técnico Fernando Ruiz realizó dos variantes en el entretiempo para adelantar a los suyos, pero fueron los cambios de Almirón los que dieron resultado más inmediato al Tricolor. O al menos uno de ellos, ya que a los 59, tres minutos después de haber ingresado, el uruguayo Merentiel perdió una pelota muy comprometida en campo propio y llegó el descuento a través del lateral uruguayo Facundo Silvera, quien había recuperado contra su compatriota y terminó capturando el rebote de un bombazo en el palo del ingresado Gastón Blanc.
Y a los 73 fue el turno del inesperado 2-2 con una buena contra definida por otro de los ingresados en el entretiempo, Agustín Maidana. A pesar del shock, Boca intentó recuperar la ventaja pero careció de ideas, como le viene sucediendo, y se limitó a una pirueta de Darío Benedetto -entró por Cavani a los 56- bien resuelta por el arquero Cristian Aracena y a una simulación del Changuito Zeballos dentro del área en busca de algún penal.
Finalmente los penales llegaron pero en forma de tanda. Chiquito Romero atajó el primero y el último de Almagro (Basualdo y Maidana), más determinante imposible. Y por Boca sólo falló Merentiel (el tercer disparo, al travesaño), de jornada olvidable. Los que convirtieron fueron Zeballos, Benedetto, Figal y Rojo por el ganador, y Ferreyra, el exBoca David Achucarro y Conechny por los dignos derrotados.