"Me estoy recuperando de una gira de tres días con la mejor banda del mundo", advertía el miércoles pasado Ca7riel en Instagram, refiriéndose a la serie de shows de su proyecto Barro, que comenzó el 25 de agosto en La Plata. "Es una gira musical, nada de drogas. Gracias por ir a ver a Barro, loco. Gracias por llenar los lugares. Es una gira de los sueños para nosotros. Estamos tocando metal con los pibes, a la vieja usanza, como banda de rock", celebraba quien canta y toca la guitarra en este proyecto alternativo a su dúo con Paco Amoroso y a su carrera solista.
Los pibes a los que hace referencia son los músicos que completan este cuarteto de metal alternativo: el guitarrista Chowy Fernández, el bajista Julián Montes y el baterista Alan Fritzler. "En la gira que venimos haciendo, me siento parte de una banda yanqui consagrada", comparte el violero originario de Puerto Esperanza, Misiones. "Tocamos la música que queremos, y los pibes cuando se toman una foto con nosotros se largan a llorar. Es una locura."
Barro debutó en febrero en Niceto Club, donde regresará el martes 12/9 y el miércoles 13/9 para continuar presentando sus dos producciones discográficas: su EP homónimo y el álbum ConstiMordor, ambos publicados en 2023. De hecho, Chowy y Ca7riel se conocieron en un recital en esa sala. "Le di una remera y comenzó esta historia", contextualiza Fernández, que fue parte del disuelto combo death metal Pronoia. "Y dos años después terminamos tocando ahí, y además la fecha fue sold out."
Antes de consumar el hito, el tándem había convocado a Montes, con el que el autor del hit McFly tuvo camaradería cuando la ATR Vand se convirtió en el grupo soporte de Cato y Paco en vivo. Entonces quedaba por definir al baterista, y los tres coincidieron en que el idóneo era Alan, integrante de Octafonic.
"Desde chico, siempre quise tener una banda así. Que te quedes escuchando, mientras mirás el librito. En una vuelta, la escuchás pensando en la batería. Y en otra vuelta, le prestás atención al bajo. Siempre te sorprende con algo nuevo", afirma Chowy, y señala que la composición está enfocada en que los temas perduren en el tiempo. Montes añade: "En Barro el formato es la canción, porque al final son canciones, aunque haya mucho despliegue técnico".
Barro rescata un viejo y complejo formato del rock: el del supergrupo. "El EP comenzó con Catito y el Chowy juntándose", explica Montes. "Imaginate que esos temas los tenían en la compu, ni siquiera los habíamos tocado, ni sabíamos cómo iba a sonar el ensamble. Cuando fuimos a la sala por primera vez, nos empezamos a conocer las caritas. Y a medida que fuimos curtiendo, jangueando y ranchando, salieron un montón de cosas", amplía sobre un disco del que también participan como invitados Julián Guerreiro, hermano de Ca7riel (en Nunca pedí nacer), y el rapero marplatense Ronpe 99 (Spot).
Alan toma la palabra: "Con Montes nos conocíamos de antes, de hablar o de encontrarnos, pero no habíamos tocado ni compartido tiempo de sala. Al vernos las caras, fue muy especial. La confirmación de que estábamos haciendo las cosas bien". Y Montes remata: "Hasta hoy, no me dejo de sorprender. Ya no sé qué vamos a seguir haciendo. Es una experiencia bastante fructífera, donde la composición se nos da de manera natural".
- ¿En qué sentido son una "nueva banda de metal"?
- Chowy: Nuestra música es un cruce entre Rage Against The Machine, Living Colour y Run DMC con Aerosmith, y en el medio le metemos a los Pibes Chorros. No nos importa nada, somos unos degenerados musicales. Cambiamos los esquemas, no queremos ser iguales al resto. Estamos ocupando un lugar que no ocupa nadie y proponemos una nueva impronta.
- Es todo un menjunje…
- Montes: Todos los estilos merecen el mismo respeto. A eso venimos. Me gusta el metal, pero también me gustan otras cosas. Congeniamos una guitarra de 7 cuerdas con un bajo de 5 cuerdas, junto con Alan, que se toca todos los instrumentos.
- Alan: Es una yunta de muchísimas cosas. Hacemos lo que nos pinta a cada rato. Todo vale, todo sirve. Si queremos hacer un tema punk, lo metemos. El metal está ahí, pero también tenemos otras cosas que ubicamos en ese proyecto. Entra todo.
- ¿La lírica narcótica y existencialista hace de ConstiMordor un disco conceptual?
- Chowy: Mordor es por el lugar del Señor de los anillos, y Consti es por Constitución. El barrio (NdR: que es base de operaciones del grupo) es re turbio y está lleno de un montón de flora y fauna tremenda, por eso le pusimos así. Describimos la realidad desde varias perspectivas. Nuestra temática es diferente a la del resto de las bandas de metal. Es más moderna, pero popular. La puede escuchar el que pasa el domingo vendiendo cocinas y muebles. Es muy argentino.
Si en la última década los smartphones dieron un golpe de estado contra el virtuosismo analógico, a partir del auge de la música urbana, ahora Barro vuelve a reivindicar el solo de guitarra, o el de batería. "Mientras todo contribuya a la música, y abra puertas en vez de cerrarlas, bienvenido sea", dice Chowy. "Mucha gente más joven no fue expuesta a ciertas cosas, y por eso no tiene el gusto de desarrollarlas. No hay mucha cultura musical entre los pibes nuevos."
En un punto, si algo aunaba los gustos estéticos de Ca7riel y Paco Amoroso eran bandas de metal del calibre de Pantera o Megadeth. Hasta compartieron roles en un grupo a medio camino del rock, el jazz fusión y el R&B: Astor, cuyo perfil spinettiano quedó impregnado en su único trabajo discográfico hasta ahora, el EP Vacaciones todo el año (2017). Sin embargo, Chowy aclara que el que introdujo a Ca7riel en las lides del heavy y el nü metal fue su hermano mayor, Julián.
Justamente el violero es el integrante con más experiencia de la banda. Luego de transitar por un sinnúmero de grupos, Cristian Castro lo convocó para que sea parte de La Esfinge. Con esta encarnación metalera, el mexicano tocará en el Teatro Vorterix (27 y 28/10). "En algún punto, me gusta que pase esa bizarreada", confiesa el ejecutante de 40 años. "Son los chabones de Barro que tocan con Cristian. Quedamos mal en las dos bandas si no lo hacemos bien." El otro integrante de Barro al que el artífice del hit Azul incluyó en esta banda fue a Alan, recomendado por Chowy, al igual que el bajista Ruido Barilari, hijo de Adrián, cantante de Rata Blanca.
Ambos fueron testigos (en calidad de integrantes de La Esfinge) del momento en el que Cristian Castro le reveló a Santiago Motorizado su vuelta al rock a partir de que el héroe indie versionara su tema No podrás. Esto quedó inmortalizado en ¡FA!, el streaming conducido por Mex Urtizberea. "Todo fue surreal. Levantabas la mirada, y estaban puros famosos", espeta Chowy. "Lo único que uno quiere es tocar bien, sin importar quien estuviera. Estaba muy nervioso, teníamos muchas horas ahí."
Después de sendos recitales en el barrio de Colegiales, en noviembre Montes también probará la sensación de actuar en River Plate cuando se suba al escenario como bajista de la banda de Duki. "Mi cabeza está orientada en Barro y Duko, que es un artista al que respeto y admiro", reconoce quien también se encuentra dándole forma a su proyecto solista, El Montes, orientado hacia el rap. "También tengo una gira con el Teoka, que es un rapero famoso dentro de la escena del boom bap."
- En su EP hay un tema titulado igual que el grupo. ¿Es su canción manifiesto?
- Chowy: La canción dice: "Te vi a los ojos, y vomité". Eso es muy metalero. Fue el primer tema que hicimos. Me imagino que él me estaba diciendo eso a mí. Justo estaba en mi casa, mirándome a los ojos. Y el chabón empezó a escupir data de golpe. Y yo también empecé a escupir data. No era por el alcohol ni nada. De hecho, cuando la grabamos nos tomamos un cafecito. Con Cato siempre nos decimos: "Vamos a juntarnos a tocar, y nos miramos a los ojos".