Estados Unidos aprobó este lunes vacunas contra la COVID-19 con fórmulas que se dirigen a las variantes que circulan actualmente, en un momento en que las infecciones vuelven a aumentar en el país.
Las nuevas autorizaciones son para vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer que protegen de un tipo de la variante ómicron. Según lo detallado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), se concluyó que los beneficios de las vacunas superan los riesgos para todos aquellos que tienen más de seis meses de edad.
"La vacunación sigue siendo clave para la salud pública y la protección permanente contra las graves consecuencias del covid-19, incluyendo la hospitalización y la muerte", declaró Peter Marks, un alto funcionario de la FDA.
En comunicados, ambas empresas afirmaron que esperan que sus vacunas estén disponibles en farmacias y clínicas en los próximos días.
Las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer apuntan a la variante XBB.1.5, que en gran medida ya ha desaparecido en Estados Unidos. Sin embargo, según la FDA, resiste bien frente a cepas más recientes como EG.5 y BA.2.86.
Nuevas recomendaciones
Un panel convocado por los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se reunirá este martes para ofrecer recomendaciones clínicas sobre quién debe recibir las vacunas actualizadas.
Por su parte, el gobierno del presidente Joe Biden insiste en aplicar anualmente dosis de refuerzo de la vacuna y se espera que los CDC tomen ese rumbo.
Esta política sería contraria a la de gran parte de Europa, donde los refuerzos se recomiendan generalmente a los adultos mayores o a quienes presentan un mayor riesgo debido a enfermedades subyacentes. Eso ocurre por ejemplo en Reino Unido, Francia y Alemania.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Estados Unidos cesaron el estado de emergencia de salud pública en mayo, los estadounidenses seguirían recibiendo las nuevas vacunas gratuitamente a través de seguros privados y programas subvencionados por el gobierno.