Leonardo Silio, sacerdote formado en el seminario de Buenos Aires y ordenado en la diócesis de Merlo - Moreno es, para todos en la zona de Moreno sur, “el Padre Leo”. Leo lleva 7 años misionando en los barrios populares del oeste del conurbano, integrado al movimiento de Curas Villeros, que días atrás organizó una multitudinaria misa de desagravio al Papa Francisco que, en respuesta a los insultos que le dedicó Javier Milei, se realizó en el barrio 21 24 de Barracas, al sur de la ciudad de Buenos Aires, conocido popularmente como Villa Zabaleta.
“Nosotros vivimos en los mismos barrios que la gente necesitada, escuchamos y tratamos de resolver. A veces nos golpean la puerta a las 2 de la mañana, porque no tienen garrafa o necesitan un remedio para los chicos”, afirma este hincha de Boca que intenta cumplir con la máxima del Papa Francisco, la de los “pastores con olor a oveja”.
Los Curas Villeros, son una de las organizaciones pastorales herederas del Movimiento se Sacerdote del Tercer Mundo, que en los años setenta protagonizaron Carlos Mugica, Domingo Bresci, Enrique Angelelli y Rodolfo Ricciardelli, entre muchos otros, y fue diezmado por la última dictadura cívico militar. La otra es la de los Curas en Opción por los Pobres.
Ambas promueven una tarea pastoral muy similar y, aunque existen entre ellas vasos comunicantes y en general simpatizan con el peronismo, difieren en su manera de relacionarse y posicionarse políticamente y en sus relaciones con la jerarquía eclesiástica.
Los Curas Villeros son alrededor de 40 y tienen una importante presencia en los barrios populares de la ciudad de Buens Aires y el conurbano. Aunque ambas organizaciones datan del regreso de la democracia, se revitalizaron con el pontificado de Francisco, el para jesuita y argentino. Tras el acto, los curas recibieron en la propia parroquia de Caacupé la visita del ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, por gestión del anfitrión, padre Pepe Di Paola.
Los miembros de Curas en Opción por los Pobres, en cambio, tienen una distribución más federal y es habitual que se pronuncien abiertamente sobre temas como la mafia judicial. Uno de sus referentes, el Padre Paco Olveira, realizó un ayuno frente al palacio de Tribunales por este motivo. Desde hace algunos años, Oliveira está destinado a Merlo, cerca de Moreno, luego de que fuera apartado de la capilla de la Isla Maciel por el obispo de Avellaneda - Lanús, Rubén Frassia, a quién siempre irritaron las posiciones públicas del párroco.
La multitudinaria misa, en la que se calcula que participaron más de 10 mil personas, tuvo lugar el pasado martes 5 de septiembre, y fue una respuesta contundente a los dichos de Milei, que en varias ocasiones, tanto sea en declaraciones periodísticas o por medio de sus redes sociales, llamó a Francisco "jesuita que promueve el comunismo", "personaje impresentable y nefasto" o "representante del maligno en la Tierra". Asistieron miembros del gabinete nacional como Gabriel Katopodis, Jorge Taiana, Jaime Perczyk y Kelly Olmos, diputados oficialistas como Eduardo Valdés y Paula Penacca, hasta opositores como Victoria Morales Gorleri, dirigentes sindicales como Pablo Moyano y referentes sociales como Esteban “Gringo” Castro.
En la misa, el padre Pepe Di Paola leyó un documento que expresaba la opinión de los Curas Villeros. "Nosotros, que estamos en una villa, vivimos en un barrio popular, sabemos qué importante es cuando el Estado está presente en un centro de salud, en una escuela, en el asfalto que no se tenía, en el agua que no se tenía, porque nos damos cuenta de que esos progresos realmente están sirviendo muchísimo para que la gente pueda vivir un poco mejor", aseveró. El párroco sostuvo que pese a la "bronca" que la sociedad pueda tener frente a la situación económica y social del país, "hay que pensar un poco en aquellas cosas que tenemos de la Argentina, que son fruto de años y años". "Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira", concluyeron.
El Padre Leo es amable, locuaz y elocuente. Tal vez por eso sus compañeros lo consideran “vocero designado”. En su parroquia, San Martín de Porres, ubicada en Moreno sur, cerca del límite con Merlo, la obra “Hogares de Cristo” está dedicada al acompañamiento a familias niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social. Cuenta con tres centros barriales, una granja, un parador y dos casas para internación, talleres de oficio, peluquería, barbería, panadería y gastronomía, herramientas laborales que permiten llevar adelante emprendimientos socio productivos.
Acuden a San Martín de Porres vecinos de barrios y asentamientos como Manantiales, La Porteña y Atalaya. “Acá, la mancha urbana va creciendo hacia el sur, hacia el lado del río Reconquista”, cuenta y describe que cada barrio corresponde a una oleada migratoria: las más antiguas datan de hace unos 30 años y provienen de provincias del noreste argentino, especialmente de Corrientes, “por eso hay una gran devoción a la virgen de Itatí”, las más recientes llegaron del Paraguay a lo largo de la última década, aunque también hay presencia boliviana.
--¿Estuviste en Caacupé, en la 21-24 la semana pasada?
--Claro que estuve. Los Curas Villeros fuimos organizadores de esa misa, en apoyo a Francisco, a modo de desagravio frente a los insultos de Javier Milei. Sentimos la necesidad de reivindicar su figura y su mensaje. Especialmente, la parte de su prédica que se refiere a los “descartados existenciales”, los habitantes de los barrios humildes que son nuestros vecinos. Al final de la misa emitimos una declaración muy fuerte contra los insultos de Milei. Como miembros de la Iglesia entendemos que alguien que aspira a ocupar la presidencia no puede expresarse en esos términos, no estamos de acuerdo y no nos parece aceptable. Sobre todo porque Milei nunca se retractó de esas expresiones.
--¿Y cómo se vivió todo este episodio en sus barrios? ¿Hay preocupación por lo que podría ocurrir?
--Como Curas Villeros, tomamos esa decisión también con el objetivo de poner sobre la mesa esa discusión. Nosotros no somos creadores de programas ni políticas públicas, pero desde hace años, con nuestra presencia sostenida en los barrios, tratamos de responder a ciertas necesidades del entorno y eso, a veces, se logra con determinados recursos estatales. La verdad es que hay muchísimo por hacer, las necesidades son infinitas, pero en los últimos años el Estado ha profundizado su apoyo a los sectores más vulnerables. Por eso nos declaramos en alerta, porque las propuestas de los candidatos de La Libertad Avanza van contra lo que hacemos, para ellos es un gasto innecesario que hay que recortar. ¿Qué va a pasar con los que no se las arreglan solos, que hoy son casi el 50 por ciento de la población?
--¿Y esa preocupación es pareja o hay algún corte generacional?
--Es cierto que los pibes registran menos la gravedad de la situación, lo que está en peligro. También es verdad que la gente no la está pasando bien, que hay mucha inflación que golpea más duramente a los de abajo. Entonces hay mucha disconformidad y algunos ven en Milei una propuesta distinta, porque él nunca gobernó. Urge que los candidatos expliquen sus propuestas.
--¿Ustedes dan esa discusión?
--Nosotros nos reunimos con los candidatos y les llevamos nuestra agenda, que es la de los barrios más humildes. La defendemos e insistimos para que la incorporen a sus plataformas de gobierno.