El anuncio sobre el escenario montado frente al Palacio de Hacienda fue a media voz por la disfonía del ministro de Economía, Sergio Massa. Pero la decisión de elevar por decreto el piso del Impuesto a las Ganancias a 1.770.000 pesos y enviar al Congreso un proyecto de ley para derogar la cuarta categoría del tributo, fue celebrado a los gritos por los trabajadores de distintos gremios convocados por las centrales sindicales de la CGT y las CTAs en Plaza de Mayo. Una celebración que compartieron los dirigentes sindicales. “Esto marca claramente una decisión política trascendental de cambiar la matriz impositiva de un país”, sostuvo el triunviro cegestita Héctor Daer. “Es un día histórico, hace rato que no veníamos a la Plaza a tener una buena noticia. Lo que se habló en la reunión y que concretó Massa, que los 800 mil trabajadores que venimos pagando el impuesto al trabajo se deja de pagar a partir de octubre a través de un decreto, luego va a una ley al Congreso”, sumó su par en la dirección colegiada de la CGT, el camionero Pablo Moyano. “Estamos avanzando a pie firme hacia un objetivo que es avanzar hacia un país con justicia social, que no es solamente la partidaria libre. La justicia social es también la distribución de la riqueza a través de todas las formas y una de las principales es el sistema tributario”, dijo el secretario general de la CTA, Hugo Yasky.

La cita estaba programada para ayer por la tarde en el Ministerio de Economía y las versiones sobre cómo sería la modificación del Impuesto a las Ganancias se dispararon. Los convocados, dirigentes de distintas centrales sindicales (CGT, CTAT y CTAA) y sus corrientes internas, ya habían tenido un anticipo y la CGT llamó a movilizarse. Dentro del Palacio de Hacienda, Massa –junto a su equipo y la ministra de Trabajo Kelly Olmos— confirmó los anuncios: un decreto que a partir de octubre subirá el piso del Impuesto a las Ganancias a 15 sueldos mínimos vital y móvil (1.770.000 pesos), que se ajustará semestralmente y que beneficiará a 800 mil trabajadores que dejarían de pagar el tributo; y un proyecto de ley que enviará al Congreso para eliminar la cuarta categoría del impuesto, que se reemplazará por otro a los altos ingresos que alcanzará a unas 80 mil personas de la escala más alta de la pirámide salarial.

Afuera, esperaban los trabajadores. Los camioneros ocupaban los primeros metros frente al escenario, más atrás los judiciales, la UTA, la UOCRA y otros gremios se expandían sobre la calle Hipólito Yrigoyen y la Plaza de Mayo. “El salario no es Ganancia, es remuneración”, dijo un disfónico Massa sobre el escenario y desató el festejo. El ministro-candidato tampoco olvidó las elecciones y muchos entendieron la prédica. “En octubre cueste lo que cueste, en octubre tenemos que ganar”, coreaban los que acompañaron a Massa desde el palco al ministerio.

“Esto marca claramente una decisión política trascendental de cambiar la matriz impositiva de un país. Un tributo injusto que tenían los trabajadores se suplanta fiscalmente por el impuesto país, que es el impuesto a bienes que vienen del exterior, que es trabajo extranjero y que eso también ayuda a contener y profundizar el desarrollo del trabajo argentino, que es definitiva lo que buscamos: desarrollo, producción y trabajo”, dijo Daer a los periodistas.

El triunviro de la CGT y dirigente del gremio de Sanidad, también salió al cruce de los cuestionamientos. “Aquellos que dicen oportunismo y demás, vuelvo a repetir, en la cabeza de Sergio y en su iniciativa política fue desde el año 2013 que expresó en ese debate y permanentemente lo sostuvo”, replicó y recordó: “No así, aquellos que prometieron sacarlo y terminaron su mandato duplicando la cantidad de trabajadores y trabajadoras que tributaban”.

Le preguntaron por qué no se tomó antes la medida teniendo en cuenta la inflación. “Las medidas se toman cuando se pueden tomar. Esto es más allá de la presión del FMI de no quererlo, hubo una discusión muy fuerte con el FMI y claramente esto también demuestra la soberanía económica y de política económica de la Argentina y así lo demostró el ministro”, contestó Daer.

“Esta era una pelea de la época de Cristina (Kirchner), venimos reclamándola hasta que en el 2015 llegó el ´anticristo´ prometiendo que los trabajadores no íbamos a pagar Ganancias y se duplicó. Siempre nos llamaban por lo mismo, eran parches, siempre se iban elevando los topes pero las paritarias siempre la superaban. Ahora no, gracias a este decreto”, describió Pablo Moyano.

“Lo que se habló en la reunión y que concretó Massa –continuó el líder camionero--, que los 800 mil trabajadores que venimos pagando el impuesto al trabajo se deja de pagar a partir de octubre a través de un decreto, luego va a una ley al Congreso. La derecha nos quiere sacar derechos, ellos no votaron para que los jueces paguen ganancias; ellos pretenden que las retenciones, el campo no las pague pero sí que la paguen los trabajadores”. Moyano se mostró convencido de que la ley será aprobada en el Congreso: “Se va a aprobar. ¿Qué diputado o diputada de la derecha que quiera gobernar el país va a votar en contra de los laburantes? Creo que Sergio ya debe tener abrochado el quórum en ambas Cámaras”.

“Es la primera vez que podemos dejar atrás eso que fue un gravamen absolutamente injusto y confiscatorio del salario. Ya no se trata de un mero remiendo, se trata de una transformación profunda que va a convertir esto en un impuesto a los altos ingresos, donde el pequeño universo que los van a pagar son CEOs y personal de dirección de las empresas, algunos jubilados que tienen jubilaciones de privilegio que son muy pocos, no más de mil, y algunos cargos jerárquicos del Estado, sobre todo del estamento político, el resto ya no va a pagar impuesto a las ganancias para mostrar que se habla con hechos y decisiones que se sostienen en la realidad”, sumó Hugo Yasky. El también diputado del FdT sostuvo que se trata de una medida "que se esperaba hace mucho tiempo" y que "impactará muy fuerte en la economía de las familias" y valoró que ayuda a "ir por un proyecto de ley" para una solución definitiva.