Luego de muchas presiones, finalmente Mauricio Macri salió en público a decirlo: "Patricia es mi candidata". En otro momento, no hubiera sido una noticia. Pero después de muchos reclamos a Macri por los coqueteos con Javier Milei, lo fue. De hecho, Macri casi se hizo el desentendido con todo lo que ocurrió en las últimas semanas: "Escuché versiones maliciosas de que yo podía tener dos candidatos. Eso es no conocerme". No contestó sobre la oferta que le hizo Milei para ocupar un cargo en su gobierno, pero sí dijo que sólo le mandó un mensaje de WhatsApp el domingo de las PASO. "No hubo nada raro", prometió.
Macri después de las PASO entró en una zona de indeterminación con respecto a su respaldo a Bullrich o a Milei. Fueron numerosos los dirigentes de Juntos por el Cambio que le pidieron que se definiera. Entre ellos, Alfonso Prat-Gay y Nicolás Massot. Macri no salió a contestar ni siquiera cuando Milei dijo que habían hablado y que él había pensando en un lugar para Macri en su Presidencia. Incluso Bullrich, en un momento, habló de "liberarse" de Macri y de "no estar más presos" de lo que haga.
Hubo una comunicación durante el fin de semana entre Macri y Bullrich, donde conversaron sobre su rol en la campaña por venir, en la que -evidentemente- acordaron un libreto común. Desde el entorno de Macri, se hicieron los desentendidos y dicen que "no es novedoso, porque hablan seguido". Lo cierto es que, tras esa conversación, la candidata a presidenta quedó convencida de que Macri iba a salir a apoyarla. De hecho, en Santa Fe, Bullrich dijo: "Esperen a lo que va a decir mañana. Va a ser contundente"
"Mi candidata"
Macri culpó del estado actual de Juntos por el Cambio a la interna: "La interna nos desperfiló", dijo. Y contó que no ha vuelto a hablar con Horacio Rodríguez Larreta. "Estamos en un proceso de ordenamiento. Nuestra candidata convocó a todos los que participaron de la interna. Hay que desdramatizar: esto fue un empate. No nos hagamos los rulos", parafraseó, sorprendentemente, a Cristina Fernández de Kirchner.
"Vamos a ir a una segunda vuelta con los libertarios y Juntos por el Cambio. Soy optimista en que vamos a liderar un cambio racional y posible", aseguró. E insistió mucho en sobreactuar que Bullrich es su candidata: "El carácter del cambio lo tiene Patricia. Y Patricia no va a dar un paso atrás ante los mafiosos", remarcó. "Fue una gran ministra de nuestro gobierno", destacó. E incluso repitió argumentos de ella: "Patricia ya enfrentó el ataque bestial que nos hicieron con lo de (Santiago) Maldonado". Aseguró que ella va a "tachar y tachar con el lapiz rojo de Angeloz", el antecedente del "afuera" de Milei para el ajuste al Estado.
"Patricia es mi candidata. Yo escuché versiones maliciosas de que yo podía tener dos candidatos. Eso es no conocerme. Yo tengo una historia, fundé un partido...", aseguró. A su vez, intentó no presentarla como alguien subordinado a él: "Cuando uno conduce, conduce. Ella va a ser la presidenta y ella va a conducir. Yo lo trabajé con mi psicoanalista: yo solté".
Sobre la oferta de Milei, Macri no contestó si aceptaría o no formar parte de su gobierno. Sí dijo, en lugar de eso: "La Argentina necesita un cambio real, y es el que puede liderar Patricia. Yo goberné con un tercio de la Cámara de Diputados. No se puede gobernar así", advirtió sobre los bloques escúalidos que tendría Milei. También dijo que "no hay lugar para una dolarización. Sería otra vez buscar un atajo".
También afirmó que no tuvo extensas comunicaciones con Milei, como había contado el candidato a presidente de La Libertad Avanza: "Solamente porque soy una persona de diálogo, le mandé un mensajito ese domingo diciendole: 'Felicitaciones por la buena elección'. No hubo nada raro". "Cuando lo veo a Milei ponerse tan violento con la crítica, digo: 'Por ahí, no'", aseguró.
Macri también cuestionó la decisión sobre el Impuesto a las Ganancias, pese a que él mismo había prometido terminar con el tributo en la campaña de 2015: "Es Hood Robin. Para darle a 700 mil empobreces a 47 millones", aseguró Macri, que en su gobierno eliminó impuestos a los ricos, como el de Bienes Personales. Su fuerza política se opuso a la mayoría impuestos a las grandes fortunas.
El filósofo Kovadloff
Más temprano, Bullrich presentó al filósofo Santiago Kovadloff como una suerte de custodio del espíritu argentino para su eventual gobierno. Sostuvo que él ocupará un "cargo especial", en el cual se iba a ocupar de "todos aquellos que son elementos que hacen al ser humano (la educación, la cultura y el acceso al deporte) para que las personas sientan que están recibiendo, se están capitalizando, que están mejor y que tienen cómo defenderse por la vida".
En la presentación, Bullrich aseguró que le pidió a Kovadloff que "constituya un equipo que pueda trabajar mancomunadamente en una propuesta que se ocupe de los múltiples aspectos del ciudadano, que hoy los argentinos se sienten solos, abandonados, cada uno tiene que poder tener un proyecto". Aseguró que en ese equipo habrá integrantes de la medicina, las ciencias sociales y la ciencias duras, además de las artes y la filosofía. Sostuvo que el equipo de Kovadloff se ocupará de que las personas "salgan realmente y dejemos de sobrevivir para vivir, para poder vivir una vida plena".
"La Argentina está rota, las personas están rotas, heridas porque han sido excluidas, postergadas y recluidas en el sufrimiento y en el desencanto por quienes han hecho de la política una herramienta de extorsión y de engaño y no han vacilado en poner la ley al servicio del poder permitiéndolo todo", afirmó luego Kovadloff. Acotó que su equipo se ocupará, principalmente, de "transmitirle a la presidenta convicciones que desde el campo del humanismo son fundamentales para que la acción política no se divorcie de la ética".
Macri ya tuvo en su gobierno a Alejandro Rozitchner, autodenominado "basquetbolista de ideas", en un cargo similar. Tampoco hacía nada.