El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, afirmó ayer en Kiev que Washington “jamás” aceptará “la anexión de Crimea por la Federación de Rusia”, a la que acusó de socavar las “fronteras internacionales establecidas”, en un potente respaldo al presidente Petro Poroshenko, y despejó toda duda sobre la continuidad del respaldo estadounidense a su gobierno.

“No aceptamos ni aceptaremos jamás la anexión de Crimea por la Federación de Rusia, así como la socavación por Rusia de las fronteras internacionales establecidas”, recalcó el funcionario estadounidense, garantizando así la continuidad, al menos declarativa, de los lineamientos generales de su política hacia Ucrania.

 Mattis viajó a Ucrania para asistir al desfile militar con el que se celebra el 26 aniversario de la independencia del país de la Unión Soviética. Alrededor de 4.500 miembros de las Fuerzas Armadas y decenas de soldados de países aliados marcharon por Maidan, la plaza central de la independencia en la capital ucraniana. Además, 7.000 agentes de Policía se encargaron de la seguridad del evento. Pero a pesar de las precauciones, se produjo una explosión en el barrio gubernamental en la que un hombre y una mujer resultaron heridos. Según los testigos, un “objeto no identificado” fue lanzado a la calle. Los servicios secretos creen que se trató de un acto vandálico. 

En el desfile participaron también representantes de la “operación antiterrorista” que está activa en el este del país desde 2014. Así es como se refiere Ucrania a la guerra contra los separatistas respaldados por Rusia en esa zona del país.  Según la ONU, ya han muerto en el conflicto más de 10.000 personas desde hace más de tres años. A partir de la medianoche de ayer entró en  vigor un nuevo alto el fuego con motivo del comienzo de la escuela el 1 de septiembre. 

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) aboga por la retirada del armamento pesado y por la aplicación del Protocolo de Minsk en el alto el fuego.  “Esperamos que se pueda utilizar el alto el fuego para aplicar medidas técnicas”, dijo el vice director de la misión de observación de la OSCE, Alexander Hug, en la radio alemana.  Aunque el acuerdo ha ayudado a que la situación actual sea en cierta medida controlable, “las dos partes no han terminado de luchar con la fuente de todos los males y retirar el armamento pesado”, añadió.

El gobierno de Ucrania se considera agredido por el traspaso de Crimea a la soberanía rusa, mantiene un conflicto armado con regiones rebeldes en el este del país, a las que llega ayuda desde Rusia, y fue apoyado decididamente por la administración demócrata de Barack Obama.

Con sus palabras, el jefe del Pentágono despejó las eventuales dudas que el caso Rusiagate (que investiga vínculos entre el actual presidente, Donald Trump, y Moscú) podría haber echado dudas sobre la continuidad del apoyo de la Casa Blanca a Kiev más allá del reemplazo de Obama por Trump.

Mattis, hizo su declaración después de un encuentro de trabajo que mantuvo con Poroshenko sobre el cual no se conocieron demasiados detalles. 

“Continuaremos prestándoles ayuda en su esfuerzo por defender su país, por defender al pueblo de Ucrania”, agregó el jefe del Pentágono, quien añadió que su país respalda las reformas que se llevan a cabo en Ucrania en el ámbito militar y de seguridad de conformidad con los estándares internacionales.

En opinión de Mattis, el primer secretario de Defensa estadounidense que visita Ucrania desde 2007, en que lo hiciera Robert Gates, dichas reformas contribuyen a aumentar la eficacia de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que operan contra los rebeldes de Donetsk y Lugansk, en el este.

Estados Unidos provee a Ucrania armamento defensivo, no letal, y Kiev solo recibe armas letales de Lituania. Mattis subrayó que la política estadounidense de suministrar armas defensivas “no puede provocar a nadie, salvo al agresor, y Ucrania no es un agresor; lucha por su territorio”. Sobre la posibilidad de que el Pentágono haga llegar a Ucrania armas letales, Mattis reiteró en la conferencia conjunta de prensa que dio con Poroshenko que en Estados Unidos “estamos estudiando este asunto”. Poroshenko, por su parte, agradeció a Estados Unidos la ayuda militar que proporcionó a Ucrania desde “los primeros minutos de la agresión”.