El juicio contra el gigante tecnológico Google comenzó este martes en un tribunal estadounidense con una sesión inaugural en la que la acusación --el gobierno de Estados Unidos-- prometió desvelar las tácticas de la compañía para monopolizar el negocio de los buscadores.

"Google mantuvo ilegalmente un monopolio durante más de una década", sentenció el subdirector de la división civil del Departamento de Justicia, Kenneth Dintzer, al final de su intervención, que fue la primera de la jornada y del proceso.

Según pudo intuirse tras el discurso de apertura de casi una hora, el gobierno norteamericano basará gran parte de su argumentario contra la empresa en desvelar los acuerdos por los que Google paga para ser el motor de búsqueda predeterminado en los teléfonos inteligentes y que podrían elevarse a unos 10.000 millones de dólares al año.

Esos acuerdos son la técnica que ha estado utilizando la compañía para mantener su hegemonía "durante más de doce años", afirmó Dintzer ante el juez federal Amit P. Mehta, que dictará sentencia en este proceso sin jurado, abierto cuando el republicano Donald Trump (2017-2021) era presidente.

En la primera jornada también hubo una intervención inicial del abogado que encabezará la defensa del gigante tecnológico, John Schmidtlein, copresidente de Williams & Connolly, bufete especializado en la práctica en litigios antimonopolio civiles y penales

En ella defendió la teoría principal de la empresa, de que son líderes gracias a que son mejores y no por una competencia desleal.

Schmidtlein rechazó que hayan sido responsables de dañar a motores de búsqueda de otras compañías como Bing de Microsoft y se aferró a la idea de que para el usuario es fácil cambiar el buscador predeterminado.

"La evidencia mostrará que fueron derrotados en el mercado", afirmó en un proceso desarrollado en el Tribunal de Distrito de Columbia que está previsto que dure unas diez semanas.

"Hoy en día, los usuarios tienen más opciones de búsqueda y más formas de acceder a la información en línea que nunca", afirmó el abogado, miembro de un equipo que está integrado por letrados que litigaron en el último gran caso sobre monopolio contra una gran tecnológica, el de Microsoft en 1998.

Este es el primer juicio por monopolio del gobierno federal en la era moderna de Internet, una época en la que las grandes tecnológicas se han convertido en líderes de opinión en áreas que van desde la información al entretenimiento.

En la jornada de hoy estuvieron presentes algunos directivos de la compañía, entre ellos el responsable de asuntos globales, Kent Walker.

En un mensaje en X (antes twitter) publicado por la mañana, afirmaba que se mostrará al tribunal cómo los acuerdos de distribución de búsqueda "reflejan las elecciones de los navegadores y fabricantes de dispositivos" en función de la calidad de los servicios y de las preferencias de los consumidores.

En la intervención inicial llevada a cabo por Dintzer, el abogado acusó a la empresa de intentar ocultar documentos a las autoridades antimonopolio y denunció que el sistema de chat interno de Google elimina los mensajes después de 24 horas, una situación que dificulta cualquier investigación en torno a la compañía.

"Borraron la historia, señoría, para poder reescribirla aquí en esta sala del tribunal", afirmó Dintzer, quien destacó que este caso trata sobre el futuro de Internet.

El proceso judicial supone la mayor amenaza legal que la empresa haya enfrentado.

El Departamento de Justicia ha pasado tres años construyendo el caso, que se inició cuando Trump era presidente y que heredó el demócrata Joe Biden cuando llegó al poder en 2021. A la demanda del Ejecutivo se ha sumado una coalición de 38 fiscales generales estatales.

Para defenderse, la tecnológica ha contratado a cientos de personas, a tres poderosos bufetes de abogados y ha gastado millones de dólares en honorarios legales y cabilderos.

Su defensa se centrará en que los acuerdos con Apple y otras compañías no eran exclusivos ya que los consumidores podían alterar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para elegir motores alternativos.

La compañía de análisis de datos Similarweb apunta que Google cuenta con el 90% del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y con el 91% a nivel mundial.