La educación en la Ciudad de Buenos Aires protagonizó la agenda mediática los últimos años. Por escuelas sin agua ni ventilación durante la ola de calor, por una plaga de ratas en las aulas, por comida en mal estado en el servicio de viandas. El análisis del gasto público en la Ciudad de Buenos Aires entre 2016 y 2022 responde varias de esas problemáticas: es que la inversión en educación cayó un 14 por ciento en términos reales entre 2016 y 2022. Los ajustes más fuertes se dieron en la Dirección de Educación de Gestión Estatal y programas específicos como Adultos 2000 para que adultos y adolescentes puedan terminar la educación media, aunque también en infraestructura.
"La inversión en Educación por parte del Gobierno de la Ciudad no ha sido prioritaria", concluye el informe El gasto público en la Ciudad de Buenos Aires entre 2016 y 2022 que realizó el Observatorio de Economía Urbana del Centro de Economía Política (CEPA) al que accedió PáginaI12. "Al analizar el gasto en la función Educación, cae 2 puntos porcentuales la proporción del gasto en educación dentro del gasto total, pasando del 19,7 por ciento al 17,7 por ciento", continúa el documento elaborado por Juan Pablo Costa y Carlos Vacarezza. Si se circunscribe el análisis solo a la ejecución presupuestaria del Ministerio de Educación, el ajuste del gasto real alcanza a siete puntos porcentuales entre 2016 y 2022.
Al hacer doble click en el detalle del presupuesto, el CEPA resalta una caída tanto en servicios educativos como en infraestructura. Entre 2016 y 2022, la inversión en educación primaria dentro de la Dirección de Educación de Gestión Estatal arrojó una caída de 24 y 27 por ciento para la actividad de jornada simple y completa, respectivamente. Dentro de la misma dirección se encuentra también el programa de Educación Especial, que sufrió una reducción del 12 por ciento desde 2016. La inversión en escuelas infantiles también dentro del ámbito estatal cayeron 21 por ciento en el periodo.
Siguiendo el análisis de los servicios educativos, merece la pena resaltar el profundo ajuste que recibió el programa de educación a distancia destinado a adultos y adolescentes para que puedan terminar la educación media Adultos 2000. Entre puntas, la ejecución de Adultos 2000 cayó en un 35 por ciento, lo que implica un recorte de casi 500 millones de pesos a precios 2023. Siguiendo con el análisis de actividades vinculadas a la educación de las personas adultas, en el programa de Educación Primaria para Adultos se observa una caída del gasto de más del 28 por ciento entre puntas. La educación Media para Adultos recibió un ajuste cercano al 13 por ciento entre 2019 y 2022.
Por el lado de la infraestructura, el programa que engloba todas las obras vinculadas al mejoramiento edilicio de las escuelas cayó 12 por ciento desde 2016. "Esta falta de inversión se manifestó en problemas edilicios que fueron denunciados por la comunidad educativa en diversas oportunidades", asegura el informe de CEPA. La dinámica de la caída fue similar para el otro programa de edificios escolares dentro de la dirección general de mantenimiento escolar, dependiente de la Dirección General de Mantenimiento Escolar.
Viandas más caras y de peor calidad
A contramano de los recortes mencionados en servicios educativos e infraestructura, el Programa de Acción Comunitaria que agrupa la asistencia alimentaria a escuelas de distinto tipo, tuvo un incremento de su ejecución en todos los años. En efecto, hubo un aumento de 35 por ciento en términos reales entre 2016 y 2023, lo que equivale a cerca de 10.000 millones de pesos a precios de 2023.
La dinámica complementa las denuncias acerca de los negociados y la calidad de los alimentos en las escuelas de la Ciudad que pusieron en agenda los legisladores porteños del Frente de Todos Ofelia Fernández y Matías Barroetaveña, que además presentaron un proyecto de "Ley integral del derecho a la alimentación adecuada en las instituciones educativas".
Los legisladores resaltaron que son pocas las empresas que brindan el servicio, y que además acumulan "años de denuncias por mala calidad de los insumos, alimentos vencidos y en mal estado que han llegado a provocar intoxicaciones". En marzo de 2020, casi cien alumnos se intoxicaron por alimentos en mal estado en escuelas de Caballito y Palermo, y las legisladoras del Frente de Izquierda, Alejandrina Barry y Myriam Bregman, llevaron ese y otros casos a la Justicia en una causa que derivó en denuncias de desvíos millonarios y en fallos que instaron sin éxito a que el GCBA a garantizara la alimentación saludable. El servicio de esos colegios estaba a cargo de Lamerich, una de las empresas que se mantiene desde 2014 y que no tendrá inconvenientes para volver a presentarse. Según Cesaroni, hoy el servicio de las empresas es "peor que antes de la pandemia", aseguró Barroetaveña.