Juan Carlos Harriott, leyenda del polo argentino, murió a los 86 años tras dejar un legado imborrable en la historia del deporte con la conquista de más de 50 trofeos a lo largo de su carrera.
Harriott, considerado por muchos como el mejor jugador de polo que tuvo la Argentina y el mundo, fue el máximo ganador del Abierto de Palermo con 20 consagraciones, mientras que obtuvo 15 veces el Abierto de Hurlingham y en siete ocasiones el Abierto de Tortugas, entre otros éxitos.
Además, el oriundo de Coronel Suárez recibió cinco Olimpia de Plata -en 1970, 1975, 1976, 1977 y 1978- y en 1976 se quedó con el de Oro, al tiempo que en 2015 ingresó al Salón de la Fama de Polo y terminó de convertirse en un símbolo de la disciplina.
A su vez, Harriott cosechó 38 títulos con su equipo Coronel Suárez y, como representante de la Argentina, se impuso en las Copas de las Américas 1966, 1969, 1979 y 1980, y en la Copa Sesquicentenario de 1966.
"Yo traté que el polo en la vida fuera importante pero no lo más importante. Primero está la familia, los hijos. Eso ponelo primero, no podés ser tan burro, tan cerrado. Viste que hay gente que es tan fanática que lo pone por delante de todo...", expresó tiempo atrás en una entrevista.
Por otra parte, su legado también llegó al tenis al inspirar la reconocida jugada de Guillermo Vilas denominada "Gran Willy", a raíz de una publicidad de un whisky en la que Harriott realizó un backhand (golpe de revés) entre las patas de su caballo.
El propio Vilas fue el encargado de confirmarlo: “Cuando vi esa imagen, pensé que sería una buena idea hacer algo parecido, pero cambiando el taco por la raqueta. Y lógicamente, las patas del animal por mis piernas, estando de espaldas a la red", contó.