La extenista francesa Angélique Cauchy denunció una serie de abusos sexuales perpetrados por su entrenador, Andrew Gueddes, cuando ella tenía entre 12 y 14 años. Los terribles eventos que vivió la deportista, sumados a otras denuncias de menores, llevaron a que Gueddes fuera condenado a cumplir una pena de 18 años de prisión.
La semana pasada, la extenista se presentó ante la comisión de investigación francesa encargada de descubrir posibles fallas en las federaciones deportivas y destapar casos de abuso sexual. Allí Cauchy reveló un oscuro capítulo de abuso de poder y manipulación.
"Recuerdo los 13 pasos que me separaban de su habitación para ir a que me violaran. Viví entre los 13 y los 18 años pensando que tenía sida. Pensé muchas veces en suicidarme, me violó tres veces al día. La primera noche me pidió que fuera a su habitación y no lo hice. Y así entró en la mía. Fue peor. Estaba presa, no podía salir cuando quería", describió la extenista francesa.
La mujer, que ahora tiene 36 años, describió cómo Gueddes llevaba a sus víctimas a lugares lejanos de sus hogares, alejándolas de su entorno familiar, para someterlas a abusos graves.
La extenista también señaló que en el mundo del tenis se sabía que el comportamiento de Gueddes no era apropiado, "pero nadie tomaba medidas al respecto".
"En el mundo del tenis se sabía que él no era correcto con las chicas. No hablo de mí porque no lo sabía, pero los demás siempre decían: ‘Sí, está con o sale con’. Pero a los 38 años no sales con una chica de 15 y mucho menos la violas. Una mujer avisó al presidente del club y le respondió: ‘Sí, pero nos trae títulos’", denunció Cauchy.
El impacto emocional y psicológico de los abusos fue devastador para Cauchy, quien llegó a creer, tras las amenanzas del entrenador, que estaba contagiada de VIH, viviendo entre el temor y la angustia durante años. Según sus propias declaraciones, fue víctima de aproximadamente 400 violaciones durante dos años, algo que la marcó para siempre y por lo que luego abandonó el deporte.