El siete de enero de 2019 hacía un calor sofocante, Zaida solo tenía plata para un boleto de colectivo. Tenía que ir hasta un cajero para cobrar la Asignación Universal por hijo que quedaba a 40 cuadras de su casa en el Barrio 14 de Febrero de Longchamps. Su hija Joseline de 10 años prefirió quedarse. Zaida le dijo que cerrara la puerta con llave, pensando en volver lo más rápido posible. No pudo cobrar y tuvo que volverse caminando.

Cuando Zaida regresó a su casa se encontró con una escena horrorosa, su hija había sido asesinada a puñaladas, la cerradura de la puerta de su casa no estaba forzada y no faltaba nada. Inmediatamente llamó a la policía, la escena del crimen jamás se preservó y los oficiales comenzaron a maltratarla y hostigarla pidiéndole explicaciones de lo que había pasado. Cada semana Zaida se dirigía a la Fiscalia N°2 de Lomas de Zamora para preguntar si habían encontrado algún culpable por el asesinato de su hija.

Durante cuatro años, la investigación avanzó solo para señalar a Zaida como la única culpable. Se la acusa de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía", sin pruebas concretas que puedan demostrar que ella lo hizo y espera un juicio en libertad. “Lo que a nosotros nos duele, es que siempre hubo una sola línea de investigación. Si a Zaida la absuelven en el juicio -que entendemos qué es lo que tiene que pasar- no hay otra hipótesis, es decir, que no va haber justicia para Joseline. Recién ahora le está cayendo la ficha de que es la única imputada porque se lo estamos explicando de forma detenida y con los mejores recursos. Lo que nos entristece es cómo se abusan de la gente pobre y humilde”, asegura Fernando Cortéz, abogado de Zaida, quien tomó la causa con el compromiso y vocación de ayudar a una mujer que se encuentra totalmente desprotegida, sin recursos, con sus derechos de acceso a la justicia vulnerados y criminalizada por ser pobre, mujer y migrante.

“Estoy muy indignada, no puedo creer que me crean capaz de hacer eso, la justicia me maltrató, me discriminó, cuando iba a la fiscalía me decían ‘quédese tranquila mamá que estamos investigando’ y después me acusaron a mí. Yo quiero que encuentren a la persona que asesinó a mi hija”, dice Zaida tratando de hilar sus palabras mientras rompe en llanto en comunicación telefónica con Las12 y agrega: “Cuando sucedió todo esto yo no sabía qué hacer, ni a dónde ir. Soy una mamá que está pidiendo justicia. A mí me duele como mamá lo que he vivido en todos estos años. Mi bebé era todo para mí y me pregunto todos los días por qué me pasó esto a mí”.

Zaida tiene 34 años, llegó a Argentina desde Bolivia cuando tenía 19, de muy escasos recursos, siempre se las rebuscó como pudo para conseguir el mango y sostener la economía familiar. Hoy vende productos de limpieza, es tan generosa al punto de ayudar a personas del barrio cuando apenas le alcanza para ella. Sufría violencia de parte de su ex pareja y padre de su hija hasta que un día el hombre las abandonó. Nunca pudo denunciarlo.

Una investigación sesgada

"Hay dos posibilidades, que haya sido alguien que Joselin conocía y accedió a abrirle la puerta o alguien que pudo acceder a una llave. Hubo una mujer que fue implicada a quien Zaida la estaba ayudando con cuestiones económicas, la pareja de esa mujer declaró que en su casa apareció una zapatilla manchada con sangre que nunca se encontró porque, según este hombre, la mujer en cuestión la habría prendido fuego. Tiempo después el hombre cambió su declaración, contó otra cosa donde suavizó de alguna manera aquellas cosas que dijo que implicaban a la mujer", explica Cortez.

En su declaración la mujer en cuestión dijo que su pareja la acusó porque estaba enojado por una medida perimetral que solicitó hacia él. "Nosotros pedimos la imputación de este hombre por falso testimonio, con esto no es que queremos que se genere una condena sobre el chico, ni mucho menos -que entendemos no tendría nada que ver- pero es una manera de mostrarle a la gente que uno no puede ir a la Justicia a decir lo que le parece porque lo que se está investigando es la muerte de una criatura donde la única imputada resulta ser la madre y si la condenan le van a dar cadena perpetua que es la figura más agravada del código penal", aclara el abogado de Zaida.

Durante los dos primeros años luego del asesinato de su hija, Zaida se acercaba a la fiscalía casi a diario para averiguar como iba la investigación, lxs funcionarixs de la justicia que la atendieron en lugar de aconsejarle buscar unx abogadx, le tomaron declaracinones testimoniales de lo que contaba, tampoco le informaron que en caso de no tener recursos para costear una defensa tenía derecho a una defensoría pública para que se asesore, nada de eso sucedió. 

"En sí es una causa compleja porque cuesta mucho dirimir quién o quiénes son los que estaban en la escena del crimen. Si bien, hay trabajo técnico de pericias, la escena del crimen se contaminó, la policía no preservó el lugar y entró todo el barrio, la casa estaba llena de gente. Se podrían haber cotejado suelas de zapatos para la investigación pero, en este caso, fue imposible", denuncia el letrado Cortéz.

Hoy la causa se encuentra a cargo del fiscal Juan Manuel Baloira de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 17 de Lomas de Zamora, quien dio por finalizada la etapa de investigación que duró cuatro años cuando no debería llevar más de 12 meses. En una causa sin pruebas concretas para señalar a Zaida como la autora del crimen de su hija, Cortéz cree que será absuelta porque la Justicia no tiene probado la materialidad del hecho, no hay pericia, ni rastro genético que indique que fue Zaida.

Además, Cortéz explica: “Lo único que ellos tienen es la ausencia de un determinado rango horario para demostrar que Zaida no estaba en otro lado que no fuera su domicilio. Cuando ella salió del cajero -que sería la franja horaria entre las 11:30 y las 12:30 en que habría ocurrido el hecho por cuestiones de pericias- la registraron varias cámaras privadas y públicas porque caminó 45 cuadras desde el cajero del banco hasta su casa. Le pueden seguir el rastro hasta las 12:15 es decir que entre las 12:15 y las 12:30 no la captó ninguna cámara. Esa es la "prueba" o la ausencia de prueba de que estaba en otro lado que tiene la justicia y que es bastante endeble, porque de no demostrar dónde estaba a demostrar que mató a tu hija hay una distancia enorme, sobre todo, cuando hay un montón de pericias sobre el cuerpo y rastros de sangre que no le permiten demostrar que ella la asesinó."

Por esa franja de 15 minutos es la que según los dichos de la Fiscalía sería la única persona que estaba en el domicilio pero no existe certeza probatoria de que era la única y de que fue la autora material del hecho, en ese sentido Cortéz señala: “Entendemos que hay un aprovechamiento de la carencia de recursos de Zaida. Los que trabajamos en causas penales en el conurbano vemos este tipo de casos con frecuencia, la Justicia tiene que encontrar a un responsable pero el costo de encontrarlo no puede ser cualquier cosa.” Zaida continúa exigiendo Justicia por su hija mientras espera un juicio injusto.