“La inversión social que estamos haciendo permite entender que no hay desarrollo sostenible en la Argentina si no incluye a todos los argentinos”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el 14º Consejo de las Américas. En un discurso en el que reflotó con otros términos la teoría del derrame, aseguró que es necesario que las sociedades “se integren a partir del intercambio”. En el mismo evento, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, reclamó inversiones a los empresarios presentes, que están “retrasados”, pero todavía están a tiempo todavía de hacerlo.
Ambos funcionarios ofrecieron un discurso marketinero para tratar de captar inversiones. Peña pidió paciencia a los empresarios y comprensión debido a que los cambios “tienen que tener sus tiempos y no se producen de un día para el otro”. “La generación de empleo privado, formal y de calidad es el camino para lograr la salida de la pobreza y la desigualdad”, aseguró el jefe de ministros, con un guiño sobre la reforma laboral que impulsa el oficialismo y pretende el arco empresario. Reiteró la idea de que el país tiene que integrarse al mundo y hacer crecer la industria del turismo como una forma de apertura. “No tenemos nada que envidiarles (a otros países) y estamos en condiciones de competir de igual a igual”, aseguró Peña.
Cabrera tomó la posta y continuó con la venta. “Muchos avances se hicieron: crecieron las inversiones, las exportaciones industriales y hay una mejora del consumo”, indicó, aunque en comparación con 2015 todos esos rubros siguen mostrando caídas. Sin empacho, volvió a hacer referencia a los costos laborales. “La meta es mejorar la productividad e insertar la economía en cadenas globales de valor, a partir de una reducción de costos laborales y de un plan de infraestructura”, afirmó Cabrera. Según dijo, “todas las industrias, excepto la textil, han crecido”, y las importaciones siguen siendo bajas como para afectar la producción local. De acuerdo con cifras de consultoras privadas, en la primera parte del año se mantuvo la caída en textiles, papel y celulosa, alimentos y bebidas y cigarrillos contra igual período de 2016.
Por su parte, el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Jorge Di Fiori, consideró que “la Argentina avanza hacia una normalización de su economía y de su vida republicana”. “Pero no se trata sólo de normalizar, sino también de transformar. Los esfuerzos para lograrlo no pueden recaer sólo en un gobierno, sino que deben ser parte de un proyecto de todos, que incluye tanto a la sociedad civil como al empresariado y a la dirigencia”, aseguró. También se sumó al pedido de una reforma impositiva y laboral. “Hay un elevado costo argentino que erosiona la competitividad y dificulta la generación de puestos de trabajo de calidad”, afirmó.