La Cancillería difundió ayer un comunicado para rechazar las medidas de restricción a las ventas de biodiésel argentino a Estados Unidos. “El Gobierno argentino que, junto con el sector privado nacional involucrado, coopera plenamente con la investigación que continúa llevándose a cabo, desea expresar su preocupación y recuerda una vez más que a nivel comercial multilateral se ha establecido que la Argentina no otorga subsidios a la producción de biodiésel”, indicó. Estados Unidos puso aranceles compensatorios de entre el 50 y el 64 por ciento al ingreso de biodiésel local.
El comunicado sostuvo que “las exportaciones argentinas de biodiésel derivan su éxito de la reconocida competitividad de la cadena de la soja en nuestro país. Argentina buscará revertir esta decisión preliminar defendiendo el interés de nuestro país, evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes”. De este modo aseguró que el Gobierno no sólo rechaza sino que se encuentra “preocupado y en estado de alerta” por el anuncio para frenar las ventas que hizo Estados Unidos esta semana.
La Argentina llegó al cuarto puesto como productor mundial de biodiésel en 2016, con 2,25 millones de toneladas producidas. Ese mismo año fue el record de exportaciones por 1,43 millones de toneladas hacia Estados Unidos (1100 millones de dólares). La OMC en octubre de 2016 había fallado a favor del país y contra la Unión Europa por un caso de aranceles antidumping que había puesto el viejo continente.
El país, mientras tanto, volverá a exportar aceite de soja a China. Se debe a la decisión de la empresa estatal Sinograin de volver a importar este producto.