La inflación del mes de agosto quebró la barrera psicológica y saltó a dos digitos en agosto. Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que dio a conocer el INDEC, la suba de precios en ese mes fue de 12,4 por ciento respecto a julio, 124,4 en la medición interanual y 80,2 por ciento en lo que va del 2023, posicionándose como el número más alto en 30 años. El impacto más fuerte en el número general fue del rubro Alimentos y Bebidas, también apalancado por Prepagas y precios regulados. 

Fue el propio ministro Sergio Massa quien adelantó, horas antes, que el aumento sería "uno de los peores meses de los últimos 30 años, producto de una imposición del FMI que golpea enormemente nuestra economía, como fue la devaluación más el impuesto PAIS”.

En ese sentido, la devaluación del 21,8% que el Banco Central implementó el lunes 14 de agosto -que llevó al tipo de cambio mayorista de $287,29 a $350- impulsó al alza a todos los rubros, que registraron el traspaso a precios tanto en la industria de bienes como en la de servicios. Según detalló el Indec, los bienes registraron una variación de 13,7% en agosto, mientras los servicios tuvieron un incremento del 9,1% con respecto al mes anterior.

La comida, un problema para el bolsillo


La división de mayor aumento en el mes fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%), impulsada fundamentalmente por la suba en Carnes y derivados (25,6% en Gran Buenos Aires) y Verduras, tubérculos y legumbres (19,3% en Gran Buenos Aires).

El rubro carnes tuvo diferentes alzas por cortes: la carne picada común subió 39,4 por ciento; la paleta aumentó 34 por cieno y el cuadril, corte de por sí caro, subió 33,3 por ciento. Por su parte, la nalga subió casi 33 por ciento y el asado un 32,4. 

Entre los productos frescos, las verduras, la papa subió 28,3, el tomae redondo un 31,8 por ciento, el pollo un 20,6 y los huevos un 18 por ciento. 

Otros rubros de impacto

También incidieron con mayor peso en el dato de agosto los rubros de Salud (15,3%) –principalmente por los aumentos en Medicamentos (20,3% en GBA)– y las subas en Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%), y en Restaurantes y Hoteles (12,4%).

Las que registraron menores variaciones en agosto fueron Comunicación (4,5%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (8,5%).

A nivel de las categorías, el IPC Núcleo (grupos que quedan por fuera de los Regulados y Estacionales) aumentó 13,8% en el mes y 125,3% interanual y lideró el aumento, seguido por Estacionales (frutas, verduras, ropa exterior, transporte por turismo y alojamiento y excursiones) que subió 10,7% en el mes y 128,8% interanual.

Los precios regulados


Mientras tanto, el IPC de Regulados (combustibles para la vivienda, electricidad, agua y servicios sanitarios, sistemas de salud y servicios auxiliares, transporte público de pasajeros, funcionamiento y mantenimiento de vehículos, correo, teléfono, educación formal y cigarrillos y accesorios) aumentó 8,3% en el mes y 116,6% interanual.

La fuerte alza de precios marcó un récord para el índice de inflación, que fue el más alto en 32 años.

La última vez que un dato mensual de inflación superó el 12% había sido en febrero de 1991, cuando alcanzó el 27%, en la salida del último episodio de hiperinflación que atravesó la Argentina, durante el primer mandato como presidente de Carlos Menem, previo al inicio de la Convertibilidad.

En respuesta, el Gobierno anunció una serie de medidas compensatorias que incluyeron el congelamiento de aumentos en la medicina prepaga para familias que ganen menos de $2 millones al mes -que impactará desde septiembre y hasta el 31 de octubre-; bonos de refuerzo para los titulares de la tarjeta Alimentar, jubilados y pensionados con haberes mínimos; y un reintegro de hasta $ 18.000 para las compras con tarjeta de débito destinado a jubilados, titulares de AUH y pensionados.

También se adoptaron medidas para escalonar aumentos de productos de primera necesidad, con un máximo del 5% mensual, en grandes cadenas de supermercados e hipermercados, en artículos de higiene personal, alimentos y limpieza, entre otros bienes.

Las negociaciones para limitar el impacto de la devaluación impuesta por el FMI, en el marco del acuerdo de refinanciación de la deuda de US$ 44.000 millones tomada entre 2018 y 2019, incluyó a los combustibles que, después de una suba acordada de 12,5% en agosto, se decidió mantener sin cambios por 90 días.

En ese sentido, la expectativa del equipo económico es que, tras el impacto en precios del mes pasado, se corte la inercia inflacionaria y se pueda alcanzar niveles más bajos de aumento de precios en septiembre y octubre.