Cientos estudiantes del colegio José María Obando, ubicado en un pueblo rural del departamento de Cauca, en Colombia, marcharon con sus familias y docentes por su derecho a estudiar y para exigir paz luego de que la escuela quedara en medio del fuego cruzado, en un enfrentamiento entre disidentes de la exFARC y militares. El edificio escolar recibió 145 impactos de bala.

El violento episodio ocurrió el 5 de septiembre por la noche. "Siento mucha impotencia, miedo y tristeza. Es como si estuvieras dejando tu propia casa, tus sueños… Dañaron los sueños de 400 estudiantes”, contó Sara Díaz, de 14 años.

La alumna de noveno grado marchaba junto a sus compañeros sosteniendo banderas blancas y carteles con mensajes de paz. Los estudiantes hicieron un recorrido de aproximadamente 30 minutos.

El edificio escolar recibió 145 impactos de bala. Imágen: AFP

El último mes en el municipio de Corinto, donde está ubicada la escuela, se registraron múltiples enfrentamientos entre grupos armados y las fuerzas de seguridad. Desde la balacera del 5 de septiembre todavía no se retomaron las clases.

Derecho a estudiar

Pese a la firma del acuerdo de paz en 2016 con la entonces guerrilla de las FARC, el conflicto armado persiste en el país luego de seis décadas. Si bien el grueso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejó las armas persiste la actividad de grupos disidentes que se apartaron del histórico pacto.

"Son más de 20 años en los que hemos quedado en la mitad de un conflicto donde nuestros estudiantes no están involucrados, pero nos estamos viendo afectados directamente", dijo Ángela María Henao, de 45 años y rectora del colegio donde estudian 448 niños y adolescentes.

Desde la balacera del 5 de septiembre todavía no se retomaron las clases. Imágen: AFP.

Vestidos de blanco marcharon para "pedir el derecho a la educación y el respeto a la vida", explicó Henao.

La rectora del colegio aseguró que con los recientes enfrentamientos se perdieron materiales y equipos como televisores, aire acondicionado, tableros, asientos y cuadernos. "Nos vimos obligados a retirarnos a otra sede para salvaguardar la vida de los chicos", agregó.