El cardenal italiano Matteo Zuppi, emisario del papa Francisco para la guerra en Ucrania, tuvo este jueves en Beijing un encuentro con el representante del gobierno chino para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui. La visita del cardenal marca un avance en el deshielo entre las partes, que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951.
La reunión se desarrolló en "un clima abierto y cordial" y se centró en "la guerra en Ucrania y en sus dramáticas consecuencias", al tiempo que se afrontó "el problema de la seguridad alimentaria, con el deseo de que se pueda garantizar pronto la exportación de cereales, sobre todo a los países más vulnerables", informó la Santa Sede en un comunicado. El cardenal, cuya misión termina el viernes, pidió "unir esfuerzos" para encontrar "caminos que lleven a la paz", informó la Santa Sede en un comunicado.
El pasado mayo el papa argentino instauró una misión de paz para buscar iniciativas que "contribuyeran a reducir las tensiones en el conflicto en Ucrania" y se la encargó a Zuppi, reconocido mediador y presidente de la Conferencia Episcopal italiana. En estos meses el cardenal viajó a Ucrania para reunirse con su presidente, Volodímir Zelenski, y después voló a Moscú, donde fue recibido por presidente de la Federación Rusa para asuntos de política exterior, Yuri Ushakov, y la comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, María Lvova-Belova. Asimismo el pasado julio el emisario pontificio acudió a Washington para verse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, segundo mandatario católico en la historia del país.
Desde que el Vaticano y China dejaron de mantener relaciones diplomáticas, el nombramiento de los obispos católicos en el país asiático fue uno de los principales puntos de desacuerdo entre ambos Estados, dado que Beijing considera que su nombramiento desde Roma es una injerencia y la Santa Sede no admite otros prelados que los designados por el Papa.
En 2018, ambas partes firmaron un histórico acuerdo provisional sobre nombramiento de obispos, cuya renovación también provisional y sin cambios se anunció el 22 de octubre de 2020 y de nuevo el 22 de octubre de 2022, prorrogado hasta 2024. Pero esta distensión tuvo altibajos, como cuando el pasado abril China designó unilateralmente a Joseph Shen Bin como obispo de Shanghái.
Desde el estallido de la guerra, el gigante asiático, que se opone a las sanciones contra Moscú, reiteró la importancia del respeto a la integridad territorial de los países, incluido Ucrania, y a las "legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes", en referencia a Rusia.