En la Cámara de Apelaciones de Catamarca se realizó la audiencia de expresión de agravios contra el sacerdote Eduardo López Márquez acusado de abusar sexualmente de dos niños. Esta vez, uno de los sobrevivientes organizó una marcha para pedirles a los jueces que no dejen que la causa prescriba como solicitó la defensa del cura. La sentencia se conocerá el próximo jueves.
La causa ya había pasado por la Cámara de Apelaciones apenas fue radicada la denuncia en el año 2021. En ese momento decidió que por el tiempo transcurrido (20 años) no debía prescribir, ya que los delitos fueron cometidos contra un niño, por lo que el tiempo comienza a contarse desde el día en que se radica la denuncia. Sin embargo, el defensor del cura, además de oponerse esta vez a la elevación a juicio, volvió a argumentar que por estos 20 años que pasaron la causa debió prescribir.
A la salida de la Cámara Gustavo Batallán, uno de los sobrevivientes del sacerdote pidió justicia y que los jueces no dejen que la causa prescriba. “Estuve tranquilo porque sé que la Cámara se tiene que pronunciar a favor mío en este nueva audiencia porque el año pasado lo hizo así. Es difícil salir y dar la cara. Estaría bueno que el cura no esté escondiéndose. Porque si es inocente que lo demuestre. Estas dilaciones demuestran que no es inocente, si no ya estaríamos haciendo el juicio”, manifestó.
En tanto, explicó que las marchas y pedidos de justicia no sólo pueden ayudarlo a él sino también a “otras víctimas que hoy no tienen voz. Si hoy la Justicia da la prescripción, que dejamos para las demás. Vengo por mucha gente, no solo por mí. Sin ir muy lejos en mi expediente hay un testimonio que relata lo mismo que yo, aunque no se animó a radicar la denuncia. Después hay otra denuncia que está en trámite aunque va un poco lenta”, contó.
La decisión de elevar la causa a juicio fue tomada por la fiscal de la Sexta Circunscripción Judicial, Virginia Duarte Acosta, al dar por terminada la etapa investigativa. López Márquez fue imputado por hechos sucedidos entre 2001 y 2002, por la denuncia de Batallán que en aquel momento tenía 12 años. En marzo pasado también había sido denunciado por abuso sexual por otra persona que sostuvo que fue violada por el eclesiástico cuando tenía ocho años.
López Márquez, quien actualmente vende plantas en el “Mercado Chacarero “del departamento Valle Viejo, está imputado por tres hechos: "abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la situación de guarda y por ser cometido por un ministro de culto en calidad de autor", y "corrupción de menores agravada por la guarda de la víctima, en calidad de autor, en concurso ideal".
El segundo hecho abarca "abuso sexual con acceso carnal" con los mismos agravantes, aunque añade "corrupción de menores agravada por la edad de la víctima, en calidad de autor", en la imputación. Mientras que por el tercero enfrentará cargos por "abuso sexual con acceso carnal, calificado por la situación de guarda y por ser cometido por un ministro de culto, en calidad de autor", y corrupción de menores en calidad de autor, en concurso ideal".