Las apuestas de las tecnológicas globales por la inteligencia artificial se aceleran a un paso extraordinario. El año pasado el lanzamiento de un chat que simula en forma sorprendente las capacidades de escribir y responder de las personas generaron una euforia que no se veía desde los picos de optimismo y burbuja de las criptomonedas. Los referentes de la industria aseguran que la nueva inteligencia artificial generativa es sólo una muestra de lo que realmente viene: la IA interactiva.
La revista de tecnología de la Universidad MIT publicó la semana pasada una entrevista a Mustafa Suleyman, uno de los fundadores de DeepMind, quien asegura que el verdadero salto pasa por robots que podrán hacer mucho más que chatear. Se trata de robots que tendrán capacidad de resolver tareas, comunicarse con otras máquinas y con otras personas.
Estos augurios parecen distópicos, de ciencia ficción, pero forman parte de lo que Silicon Valley cree que ocurrirá en los próximos años, y genera sumas exorbitantes de inversiones en empresas de todos los tamaños. Estas firmas comparten el mismo anhelo: desarrollar antes que nadie la próxima generación de inteligencia artificial interactiva (o de agentes).
Suleyman es dueño de una de estas startups, se llama Inflection, y en pocos meses consiguió inversiones por más de 1500 millones de dólares de Microsoft, Nvidia, Bill Gates y el fundador de LinkedIn, Reid Hoffma. En su entrevista con el MIT, el empresario resumió en forma sencilla porque crecen las apuestas por emprendimientos como el suyo.
“La tecnología actual es estática. Hace, en términos generales, lo que usted le dice que haga. Pero próximamente la tecnología se va a animar. Tendrá la libertad potencial, si se la das, para realizar acciones. Es realmente un cambio radical en la historia de la tecnología poder crear herramientas que tienen esta capacidad de ser agentes (percibir y reaccionar al entorno)."
Suleyman estuvo detrás de algunos de los grandes hitos del aprendizaje de las máquinas y las redes neuronales, por ejemplo, el de crear el primer programa que consiguió derrotar a una persona en el Go, un juego que puede superar en complejidad al ajedrez.
En su línea de argumentos, plantea que la inteligencia artificial tuvo una primera ola que se centró en la clasificación. Con el aprendizaje profundo se demostró que es posible entrenar una computadora para clasificar varios tipos de datos de entrada: imágenes, video, audio, idioma.
A su vez, asegura que actualmente la industria se encuentra en una ola generativa, donde se toman esos datos de entrada y se producen nuevos datos. Y, continuando con el razonamiento, la tercera ola será la fase interactiva.
“No tengo dudas que la conversación es la interfaz del futuro. En lugar de simplemente hacer clic en los botones y escribir, hablarás con tu IA. Y estos robots podrán hacer muchas cosas. Simplemente le darás un objetivo y el robot utilizará todas las herramientas que tiene disponibles para actuar en consecuencia. Hablarán con otras personas, hablarán con otras IA. Esto es lo que ya estamos desarrollando en Inflection”, explica Suleyman.